El pasado 29 de octubre la directiva que preside Joan Laporta lanzó un ultimátum a los cuatro grupos que integran la grada de animación: Almogàvers, Front 532, Nostra Ensenya y Supporters Barça que, según fuentes del club, habían entrado en una escalada de mal comportamiento. Mediante cuatro cartas a cada una de las peñas afectadas se les instó a pagar la cantidad global de 21.000 euros, correspondiente a las multas acumuladas por diversos incidentes durante la temporada pasada. Concretamente son 10 partidos en los que el club ha sido sancionado por mal comportamiento. La grada de animación, de entre 500 y 600 personas, se ha negado a abonar esa cantidad y reclama una reunión para conocer la relación de partidos en los que se han cometido infracciones y, sobre todo, el tipo de cánticos por los que se les sanciona. El club está decidido a no negociar. El plazo de pago expira este lunes 25 de noviembre a las 23.59 h. Si la grada no paga la multa, ante el partido de Champions contra el Brest, no entrarán.
La grada defiende que son cantos que salen de forma esporádica
“Son cantos que salen de forma esporádica. No es una actuación coral”, defiende Albert Yarza, presidente de la penya Almogàvers a La Vanguardia. “Entendemos que las cosas han cambiado. Y está bien que el club fomente y lidere el cambio. Pero que lo haga como debe hacerlo. Tienen la potestad para localizar a cualquiera. Y lo que no entendemos es por qué no se actúa de forma individual. Para crear la grada de animación todos los integrantes pasamos varios filtros de los Mossos, de la seguridad del club y de la comisión disciplinaria. No nos toca a nosotros hacer de policías. Tienen ellos las herramientas. Nosotros hacemos un trabajo preactivo. Cada grupo habla con su gente y les recuerda que no pueden insultar, pero poco más podemos hacer”, añade.
Desde que recibieron las misivas, la grada de animación se ha comunicado por mail con el área social del club que lidera Anna Aznar para pedirles una reunión presencial y conocer la relación de partidos y los cánticos por los que se les sanciona. “Dicen que no tienen problemas para reunirse con nosotros pero nos dicen que primero debemos pagar. Y nos han mandado la relación de partidos. Son 10. La mayoría de Liga y uno de Champions en el que se encendió una bengala en la granda. Pero no nos especifican los tipos de cánticos que hemos lanzado y por los que se ha sancionado al club. Y queremos saberlo para poder establecer nosotros también los límites. Por ejemplo, ¿Se puede cantar que el rival baje a segunda? No lo sabemos”, señala Yarza.
“Dicen que no tienen problemas para reunirse con nosotros pero nos dicen que primero debemos pagar"
El club está decidido a no negociar ni a modificar su postura. Sostiene su ultimátum en que existe un documento previo firmado por ambas partes en el que se especificaba que ante cualquier sanción por mal comportamiento se deberían hacer cargo los responsables pero hasta ahora era el club quien los pagaba. Joan Laporta, que ya se significó contra los Boixos Nois en el año 2003 a su llegada a la presidencia, quiere abanderar este, según su sensación, repunte de elementos radicales. El objetivo de estas medidas corregir lo que consideran un problema creciente que quieren atajar a tiempo.
La idea es mantener la grada de animación. Pero adecentando la atmósfera. Los integrantes de las cuatro peñas que la forman harán un último intento de hablar con el club mandando otro mail. Pero están decididos a no pagar los 21.000 euros de multa. Salvo una nueva prórroga para seguir conversando, en el partido de Champions contra el Brest de este martes en Montjuïc, no habrá grada de animación.