Dasnil 95, la empresa de Enríquez Negreira, vivía del Barça

Los pagos por informes arbitrales

La sociedad dejó de facturar en junio de 2018, cuando Enríquez abandonó el Comité de Árbitros

ENRIQUEZ NEGREIRA EX-ARBITRO FOTO MANEL MONTILLA

José María Enríquez Negreira en una fotografía de archivo tomada en el año 2006

MANEL MONTILLA / MUNDO DEPORTIVO

Tan solo en el tramo comprendido entre los años 2016 y 2018, el FC Barcelona pagó un total de 1,4 millones de euros a DASNIL 95 SL, empresa propiedad de José María Enríquez Negreira, exárbitro de Primera División y vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) entre 1994 y 2018. Esta cantidad, investigada ahora por la Fiscalía de Barcelona, supuso un 95% de los ingresos totales percibidos por la sociedad en ese periodo, lo que deja claro su carácter instrumental. La existencia de DASNIL 95, según demuestran los balances anuales a los que ha tenido acceso La Vanguardia , se debía única y exclusivamente a su relación con el club azulgrana.

Las investigaciones de la Fiscalía sobre posibles irregularidades tributarias, tal y como destapó SER Catalunya , se centraron únicamente en esos tres años, entre 2016 y 2018, pero las cantidades podrían llegar a los 7 millones de euros, según asegura el diario El País, a lo largo de más de 20 años.

Los informes pasaron de orales a escritos cuando sus hijos, únicos empleados, entraron en la empresa en 2002

Negreira creó DASNIL 95 SL en 1995, justo un año después de convertirse en vicepresidente de los árbitros españoles. Según apuntan fuentes del Barcelona, ahí, siendo todavía presidente Josep Lluis Núñez, pudo comenzar su relación con el club, que a cambio recibía informes técnicos relacionados con el arbitraje profesional. Durante los primeros años estos informes fueron verbales por parte del propio Enríquez Negreira, y a partir de 2002, cuando sus hijos Javier Enríquez Romero y Maria Luis Enriquez Romero entraron a formar parte de la sociedad, los informes pasan a realizarse en formato de texto y vídeo. Ellos serían los únicos dos empleados durante años de una empresa que llegó a facturar más de medio millón de euros anualmente.

En concreto, en el periodo investigado por la Fiscalía (2016-18) el Barça pagó a DASNIL 95 SL 1.392.680 euros, mientras que la empresa facturó 1.459.349 euros, lo que supone que el 95,4% de los ingresos llegaron a través de la entidad azulgrana. Si se analiza año a año, los pagos del Barça coinciden casi al milímetro con lo facturado por la empresa.

En 2016 el pago fue de 532,728,02 euros y la facturación de 567.136 euros, en 2017 el Barça aportó 541.752 y el volumen de negocio bajó hasta 562.840. Por último, en 2018 el pago fue de 318.200 por media temporada y la empresa facturó 329.373 euros. A partir de junio de 2018, coincidiendo con la salida de Enríquez Negreira del Comité tras la derrota de Ángel María Villar como presidente de la Federación un año antes, el Barça dejó de pagar. El exárbitro llegó a amenazar vía telefónica a Josep María Bartomeu con hacer públicas supuestas “irregularidades” en el caso de no proseguir con los pagos. Con las mismas intenciones también envió un burofax al club, según desveló ayer el diario El Mundo . En 2019, DASNIL 95 apenas ingresaría 7.384 euros. En 2020 no emitió ni una sola factura.

La investigación trata de determinar la motivación de esos pagos y si se puede concluir un delito fiscal por no haber tributado correctamente esas cantidades. Pero también se investiga un presunto delito de corrupción entre particulares, que castiga el pago de comisiones ilegales con penas de seis meses a cuatro años de cárcel para directivos de entidades deportivas.

Según el portal especializado Iusport , estos presuntos delitos no prescribirían en el ámbito penal hasta junio de 2023, aunque a nivel deportivo sí lo habrían hecho al haber pasado más de tres años. Esto es así ya que para delitos con una pena inferior a 5 años, el propio delito prescribe a los 5 años. El Barça hizo el último pago en junio de 2018, por lo que prescribiría en junio de este 2023. Además, tras la reforma del Código Penal de 2010, al pertenecer el Comité a la Federación Española de Fútbol (RFEF) y los directivos del Barcelona al club, ambas entidades podrían ser penalmente responsables.

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