El nuevo Barça: un salto cualitativo

Análisis

El equipo de Xavi inicia esta temporada con tanta ilusión como retos por delante. Y es que el crecimiento de la plantilla conlleva muchos desafíos tácticos

Mejor plantilla, mucha más exigencia

Xavi Hernández reclama la atención de sus jugadores durante el trofeo Joan Gamper

Xavi Hernández reclama la atención de sus jugadores durante el trofeo Joan Gamper

Alejandro García/EFE

LA COMPETENCIA COMO OBJETIVO COMÚN. El deseo de Xavi era tener posiciones dobladas y lo ha conseguido. Pero es que, además, las prestaciones futbolísticas de los jugadores que van a luchar por cada posición son tan parejas que la competitividad será máxima. Eso es lo que buscará el técnico para elevar el nivel individual y, en consecuencia, colectivo. Pero no solo tiene que ser objetivo de Xavi, sino de todos. Porque es obligación coral luchar con todo por ser parte importante sabiendo que, a partir de la pugna interna, el equipo será mejor. Que un jugador no tenga competencia es una situación muy cómoda pero imposibilita la mejora. Si el grupo es capaz de mantener esta competencia hasta el final de temporada, el Barça rondará los títulos.

Si el grupo mantiene la competencia hasta el final, el Barça rondará los títulos

POTENCIAL OFENSIVO. El salto cualitativo pasa por todas las líneas pero, sobre todo, por la delantera. Y eso tiene que revertir innegociablemente en un ataque mejor. El Barça acabó el curso pasado con 68 goles a favor pero sin ver portería en algunos encuentros decisivos en los que el rival se adelantó y situó el bloque muy bajo. Cádiz y Rayo en Liga y, Benfica o Eintracht en Europa son claros ejemplos. Y ahí aparece un doble reto futbolístico. Por un lado, sumar más goles (se quedó a 12 tantos del Madrid en la Liga) y, por otro, que el equipo tenga plena capacidad para revertir situaciones desfavorables. En este sentido, las llegadas de Raphinha y, especialmente, la de Lewandowski, significan subir dos escalones de golpe. No es casualidad que el delantero polaco lleve tres temporadas consecutivas superando los 45 goles. En un equipo que quiera ser dominante, ser eficiente en ataque es clave. Las últimas cinco Ligas las ha ganado siempre el equipo más goleador.

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KOUNDÉ PARA REFORZAR LA DEFENSA. La incorporación de Jules Koundé es estratégica. Porque no sólo está llamado a ser el nuevo líder en la retaguardia sino que es un extra absoluto. Su llegada, sumada al refuerzo de Andreas Christensen y al crecimiento de Araújo, tiene que servir para que la defensa juegue más arriba y sea más potente en la gestión de los espacios detrás suyo. Una defensa más avanzada en el campo y más segura de sí misma revertirá en un equipo más junto y más compacto. Y un equipo más compacto es un equipo que recupera más, que corre menos y que evita que el rival se acerque a campo propio. O lo que es lo mismo, que baje considerablemente las opciones de encajar. El Barça no puede repetir otro año como el anterior en el que recibió 38 goles en 38 jornadas. Un registro inimaginable para cualquier conjunto que quiera ganar tí­tulos.

LEWANDOWSKI Y LOS MEDIAS PUNTAS. Los partidos de pretemporada han servido para evidenciar lo que ya se sabia: que Robert Lewandowski es una pieza que lo mejora todo. Sus movimientos sin balón abrirán multitud de espacios interiores y su capacidad de fijación en las defensas adversarias, sumada a la de los extremos, construirá carriles interiores enormes. Algo que tienen que aprovechar los interiores para pisar área y ver portería bastante más de lo que hicieron un curso pasado donde la segunda línea únicamente sumó el 24% del total del de dianas. En esta pretemporada ya se ha visto cierta progresión. Pedri (por partida doble), Gavi y Frenkie de Jong ya han visto portería.

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MÁS ALTERNATIVAS. Al final de la temporada pasada, los oponentes empezaron a diseñar estrategias para parar los ataques posicionales azulgrana hasta tal punto que el Barça pareció sólo hacer daño a los rivales por las bandas. Con la nómina y la tipología de futbolistas que tiene ahora mismo la plantilla, el Barça debe tener más variantes para generar peligro. Con Lewandowski, Ansu, Raphinha, Dembélé, Ferran Torres, Aubameyang y una segunda línea plagada de talento, Xavi puede elegir entre jugar con extremos puros, extremos a pierna cambiada, con nueve, con falso nueve o cambiar el sistema para dar cabida a cuatro o más atacantes.

LOS MINIPARTIDOS. Otro factor importante recae en Xavi. Porque tantas variantes como las que la plantilla tendrá este curso solo serán exitosas si se saben utilizar. La lectura de los pequeños partidos que se dan dentro de cada encuentro y la toma de decisiones para elegir será un punto más que importante. En un fútbol moderno de cinco cambios y de Mundial en medio de la temporada, mover las piezas adecuadas según cada momento va a ser determinante.

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