Diez anécdotas poco conocidas de Maradona en el Barcelona
Dos años de blaugrana
Entre 1982 y 1984 el crack argentino jugó 58 partidos oficiales con el club azulgrana y anotó 38 goles
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Diego Maradona llegó a Europa de la mano del Barcelona, tras una atrevida operación financiera en la que intervinieron numerosos protagonistas. Estas son algunas anécdotas poco conocidas sobre su paso por el Camp Nou.
Una sanción de 3 meses. Diego Maradona debutó en el Barcelona en un partido de Liga en Valencia, el 4 de septiembre de 1982, con derrota por 2-1 y gol suyo, que abrió el marcador. Su última actuación de blaugrana fue en el Bernabeu, en la final de Copa contra el Athletic que acabó en pelea tumultuaria, el 5 de mayo de 1984. Ganaron los rojiblancos por 1-0 y Maradona (entre otros) fue sancionado por tres meses. Sin embargo, aquel castigo ya nunca tuvo que cumplirlo. Primero porque fue traspasado al Nápoles pero también porque se decretó una amnistia deportiva. En total Maradona se alineó con el Barça en 58 partidos oficiales (38 goles) y 17 partidos amistosos (9 goles). Su primera alineación, en Valencia, fue: Artola, Gerardo, Migueli, Alexanko, Manolo, Víctor, Schuster, Urbano (Perico Alonso 46), Marcos, Quini y Maradona. Y la última, la de la final de Copa: Urruti, Sánchez, Alexanko, Migueli, Julio Alberto, Víctor, Schuster, Rojo (Clos 63), Marcos, Maradona y Carrasco.
El torturador acepta el traspaso. El intermediario del fichaje de Maradona fue Josep Maria Minguella, quien ya lo ofreció al Barça cuando penas era un juvenil. Lo explicaba en una entrevista publicada en La Vanguardia en 2004: “La primera vez que lo ofrecí al Barça tenía 17 años y el Argentinos Júniors pedía cien mil dólares. A Montal le pareció demasiado para un juvenil. En 1979 volvimos a la carga, y en 1980 Núñez dijo adelante. Pero en Argentina no lo dejaron salir hasta pasado el Mundial’82. Para lograrlo tuve que interceder ante el almirante Lacoste. Después de unos días de espera me llamaron al hotel Sheraton. ‘Preséntese el martes próximo a las cinco’. Fui, llamé al timbre y apareció un soldado por una puertecita. Le dije que venía a ver a Lacoste. Al cabo de unos minutos abrieron y me condujeron por un túnel hasta un despachito donde estaba el militar. Allí negociamos. Luego me enteré de que había estado en la Escuela de Mecánica, donde torturaban a los desaparecidos’”.
El almirante Lacoste tuvo que dar el visto bueno al traspaso
¿Maradona? Mejor Kempes. Entre los detalles del fichaje destacan varias decisiones de Josep Lluís Núñez, que llegó a desplazarse personalmente a Argentina. Por ejemplo: cuando por fin se llegó a un acuerdo definitivo aún se tenía que jugar el Mundial de 1982 y el Barcelona consiguió que entre Argentinos Jrs. y Boca Jrs. (los dos clubs tenían que firmar el traspaso) afrontaran un seguro de 4 millones de dólares por si se producía una lesión grave durante el Mundial. Durante su estancia en Buenos Aires, para provocar nervios entre los negociadores de los dos clubs argentinos, Núñez se fue a almorzar con el presidente del River Plate y simuló un interés por el fichaje de Mario Alberto Kempes que rápidamente divulgó la prensa local. El acuerdo con Boca Júniors fue el primero que se cerró, pero las negociaciones con Argentinos se alargaban. En una de ellas se presentaron hasta 20 directivos del club, hasta que Núñez dijo que no se hablaba nada más si no se iban de la sala todas las personas que simplemente curioseaban, sin el menor poder de decisión. Otro punto clave de las complicadísimas negociaciones fue el acuerdo entre el Barcelona y Maradona Producciones, la empresa promotora de todas las actividades paradeportivas del futbolista.
El contrato del crack. Según consta en la Memoria 1981-1982 del FC Barcelona, el club pagó 5,1 millones de dólares al Argentinos Júniors y otros 2,2 millones para el Boca Júniors. Todo ello en seis plazos. El primer contrato con Maradona, firmado el 4 de junio de 1982, señalaba que percibiría 250.000 dólares por temporada, a los que se añadían 3 millones de dólares para Maradona Producciones, con un primer pago de medio millón y luego 60 mensualidades de 41.666.666 dólares cada una, hasta el mes de junio de 1988. En el caso del traspaso al Nápoles, la Memoria 1983-84 indica que el Barcelona recibió 7,5 millones de dólares, que se debían pagar en tres plazos: el 20 de julio de 1984 (3 millones), el 15 de julio de 1985 (2,3) y el 15 de julio de 1986 (2,2). Según las cifras divulgadas en la época, el fichaje de Maradona le costó al Barcelona el equivalente de 960 millones de pesetas y el club blaugrana percibió 1.200 millones por el traspaso al Nápoles.
Inseparable Czyterspiller. Jorge Czyterspiller era el amigo, consejero, representante y chico para todo de Maradona, a quien acompañaba en todo momento. Eran amigos de la infancia y Diego siempre defendió a su amigo, aquejado de una cojera pronunciada por la poliomelitis. Czyterspiller tuvo un primer choque oficial con el Barcelona muy pronto, en julio de 1982, cuando pidió al club que le reservaran habitaciones en el hotel de la concentración de pretemporada, en Papendhal (Holanda). Le dijeron que era imposible, que el club sólo reservaba habitaciones para sus empleados y que él, en todo caso, tendría el mismo trato que los periodistas: un acceso diario de una hora a las instalaciones, tal y como había indicado el entrenador del equipo, el alemán Udo Lattek. En mayo de 2017, Czyterspiller se quitó la vida al arrojarse desde el séptimo piso de un hotel de un barrio residencial de Buenos Aires.
Malabarismos constantes. Los periodistas barceloneses de la época han recordado la proximidad de Maradona, sobre todo en los primeros tiempos. Eduard Boet, que acompañaba a Joaquim Maria Puyal en las retransmisiones por radio, recordó en una ocasión una buena anécdota: “Un día, en el túnel de vestuarios, me cayó el protector de espuma del micrófono y Maradona lo fue chutando, sin dejar que cayera al suelo, hasta la escalera de acceso al campo. Si llega a grabarse esa escena habría dado la vuelta al mundo”.
El anuncio de la droga. No todos los ingresos de Maradona llegaban directamente a su bolsillo, al contrario. Por ejemplo, el famoso spot publicitario contra las drogas que emitió TV3 fue tarifado a 15 millones de pesetas, una cantidad muy considerable entonces, pero todo esto iba a parar a Maradona Producciones, “titular legítima y exclusiva de todos los derechos publicitarios y de imagen y exhibición, patentes y licencias de marcas del sr. Maradona”, según constaba en los contratos.
El mejor partido. ¿Cuál fue el mejor partido de Maradona en el Barcelona? Para César Luis Menotti, su entrenador en la selección argentina y en el Barça no cabe duda: “Fue en Alemania, en el primer partido de la Recopa de la temporada 1983-84. Jugamos en el campo del Magdeburgo y ganamos 1-5. Aquel día Schuster y Maradona parecían superhombres, no parecían de la Tierra, eran de otro planeta”. Maradona anotó tres goles y Schuster y Perico Alonso marcaron los otros dos.
Su mejor partido fue en Magdeburgo. Él y Schuster parecían superhombres”
“Me quiero ir”. Cuando Maradona fue traspasado al Nápoles, en el verano de 1984, las negociaciones tampoco fueron sencillas. Relataba Domènec Garcia en La Vanguardia que las presiones del jugador y sobre todo de su entorno para huir de Barcelona fueron tremendas. “Hubo un almuerzo con los siguientes comensales: Joan Gaspart, Ignasi Brugueras, Josep Maria Minguella, Jorge Czyterspiller y Antonio Juliano [éste por parte del Nápoles]. Tras el almuerzo, Gaspart pidió hablar a solas con Diego y se encerraron ambos en una habitación del hotel Princesa Sofía. Maradona juró una y mil veces que quería irse, que si le retenían no pensaba rendirse y que no iba a cansarse de hacer declaraciones contra los directivos”.
En bancarrota. Entre los motivos de la necesidad del clan Maradona de abandonar Barcelona el fundamental era la situación económica, que se aliviaba con la prima de traspaso y el nuevo contrato que le ofrecían en Italia. Aunque los ingresos en España habían sido muchos, los gastos también. “Maradona ha ganado unos 170 millones de pesetas en el Barcelona”, se explicó en una detallada crónica de este diario, “pero los gastos del clan se han disparado de tal forma que tuvo que solicitar un crédito a la Banca Mas Sardá, con el dinero que Maradona tiene depositado en Suiza como aval. Los gastos de estos dos años han sido cuantiosos: la torre de Pedralbes, un BMW 635 CSI, un Mercedes 500, un Volkswagen Golf GTI, un Talbot Samba descapotable, una oficina de alto standing para Maradona Producciones en los edificios Trade, los viajes de toda la familia cada vez que Diego se desplaza con el equipo, la manutención de una decena de personas que forman el clan, los viajes a Buenos Aires, etc.” Incluso se añadía un ejemplo concreto: “Cuando Maradona estuvo cinco días en París para presenciar el torneo de tenis de Roland Garros y el partido inaugural de la Eurocopa, siete personas se alojaron en el hotel Concorde Lafayette, disponiendo entre otros lujos de un Mercedes con chófer alquilado”.