El Ibiza-Barça, en 3D: el análisis táctico
Las claves del triunfo
Ansu Fati activó a Griezmann
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Mariano Gómez (Ibiza) obstaculiza a Carles Pérez (Barça)
EL PROBLEMA DE PASAR SIN DIVIDIR
En tan solo dos partidos ha aparecido el principal riesgo que tiene la manera de jugar que quiere implantar Quique Setién , ser excesivamente horizontal en el juego. Y eso se da cuando los pases no van acompañados de una intención clara. Ante el Ibiza de nuevo faltó uno contra uno y, sobre todo, faltó dividir (atraer a un rival antes de soltar el balón). Sólo dividiendo se pueden eliminar rivales. Si se prescinde de este aspecto, la posesión pasa de ser productiva a ser infructuosa. Y esto es lo que le pasó al Barça en la mayoría de minutos. La primera mitad concluyo con 350 pases del Barca pero sin ningún disparo a portería. En la segunda mitad, los azulgranas interpretaron un poco mejor este aspecto. Acumularon 286 pases y tres remates a portería (2 goles). La posesión sin verticalidad no sirve de nada, la verticalidad sin posesión tampoco. Encontrar el equilibrio entre estos dos conceptos es el primer y principal desafío del nuevo Barça.
3-5-2 CON REPLIEGUE INVERTIDO
El técnico azulgrana salió de nuevo con el mismo sistema que ante el Granada. Un 3-5-2 que pasó a 4-3-3 cuando los azulgranas perdían el balón. La cual cosa demuestra que este es su plan de viaje a día de hoy. Pero esta vez sí aplicó una variación táctica respecto al domingo: el lado de repliegue. Mientras ante el Granada fue Jordi Alba quien se incrustó en la defensa por la izquierda, esta vez fue Semedo quien hizo lo propio por la derecha. Y el equipo no estuvo bien ni en la transición ataque-defensa ni en defensa-ataque. El Ibiza encontró situaciones de dos para uno cuando pudo combinar rápido por fuera. Precisamente en un desajuste así llegó el tanto de los ibicencos. Un aspecto a mejorar claramente en un sistema al que le veo cosas interesantes.
Acrobacia de Lenglet ante el Ibiza
ANSU ACTIVA A UN DESAPARECIDO GRIEZMANN
Cuando el partido más complicado estaba, tomó relevancia la figura de Ansu Fati. La entrada de Jordi Alba conllevó un cambio de posicionamiento en el joven canterano que pasó de jugar por el carril izquierdo a hacerlo como acompañante de Griezmann. Después de una hora en la que no estuvo acertado y, a pesar de su juventud, tuvo la capacidad mental de sobreponerse y acabar firmando unos últimos 30 minutos de alto dinamismo y muy buen nivel. Él fue quien activó a un desaparecido Antoine Griezmann hasta entonces. El francés acabó marcando los dos tantos de la victoria con buenas definiciones en dos acciones puntuales en las que Ansu es decisivo posicionalmente.