Messi tritura al Valladolid con dos goles y dos asistencias
Barcelona, 5 - Valladolid, 1
Un Barça conservador recupera el liderato de la Liga con una goleada en el Camp Nou
En la resaca del no-clásico, caracterizada por un partido insustancial, Messi se rebeló contra el encefalograma plano y emergió de la mediocridad general para rubricar una actuación sensacional como solista, con dos goles de imponente factura y dos prodigiosos pases de gol para Vidal y Suárez.
Regulando y sin tomar riesgos, el Barça ha recuperado el liderato frente a un Valladolid que comenzó ordenado y terminó encajando la goleada que había pretendido evitar tratando de no incomodar demasiado al equipo azulgrana.
El Valladolid repitió el esquema de la temporada pasada
Sergio González estuvo a punto de arrancar un punto del Camp Nou la temporada pasada y ayer optó por repetir aquel esquema, con tres centrales y laterales largos frente a un Barça con novedades significativas en una semana con tres partidos. Valverde, que había prescindido de Arthur en la convocatoria, desplazó a De Jong al interior izquierdo y concedió el derecho a Arturo Vidal en la segunda titularidad del año del chileno. Aunque la novedad más llamativa afectó a la delantera, con Ansu Fati, que mañana cumplirá 17 años, en la posición de Griezmann. Buscaba desequilibrio Valverde frente al orden de la retaguardia vallisoletana.
Volvió a madrugar el Barcelona, como la pasada semana en Praga. En la primera aproximación tras menos de dos minutos de juego un centro de Messi mal resuelto por la defensa llegó a pies de Lenglet en el área. El francés remató de primeras, el balón tocó en el muslo de Barba y se convirtió en un objeto imposible para Masip.
Auguraba una noche plácida el Camp Nou, escasamente poblado pero muy reivindicativo, aunque el Valladolid encajó el golpe con naturalidad, permaneció organizado y envió un par de amenazas a través de Sergi Guardiola y Waldo. Fueron el preludio de un gol bastante absurdo desde su origen, una falta superflua de Semedo, hasta su ejecución, un toque involuntario de Kiko Olivas después de un rechace agónico de Ter Stegen.
Como la pasada semana, en Praga, al Barça se le complicaba el partido. Atacaba a ráfagas y experimentaba numerosas pérdidas frente al bloque adversario, con tres centrales y doble pivote. Una fortificación impenetrable por el centro, salvo para la imaginación de Messi. Vidal combinó con el argentino en el centro del campo y arrancó por la vertical desmarcándose en dirección a la portería de Masip. No daba la impresión de ser una aventura excesivamente prometedora, pero Leo ideó una introducción milimétrica, a la altura precisa, la velocidad exacta, para la caza de Vidal.
El gol de Vidal alejó la ansiedad de la grada
El gol evitó que el Barça, parsimonioso y burocrático en exceso, tuviera que empezar a mirar al reloj, y que el estadio comenzara a sentir la desagradable sensación de la ansiedad. Messi administró el tranquilizante definitivo mediante la soberbia ejecución de un libre directo a 24 metros del marco de Masip. El argentino volvía a desbaratar los proyectos de Sergio González, que acababa de relevar a Nacho por Salisu y de cambiar el dispositivo defensivo por una línea de cuatro unidades.
Persistió en la segunda mitad un ambiente algo extraño, un encuentro aturdido, afectado por la resaca del no-clásico. Si correr es de cobardes, el Barça fue el equipo más audaz del mundo. Se dedicó a administrar la renta, convertida en vitalicia porque el Valladolid se convenció de que su guerra no pasa por el campo del líder y se conformó con que la bestia azulgrana se mantuviera en la somnolencia.
Una situación ideal para regular los esfuerzos. Valverde introdujo a Rakitic por De Jong y el croata, con un pie y medio cerebro fuera del club, fue ovacionado. Fati, que estuvo realmente participativo aunque no terminó de concretar sus acciones, dejó el puesto a Griezmann.
Sólo Messi seguía rebelándose contra el encefalograma plano, sólo el argentino quería alzar la voz en un desierto futbolístico. Y volvió a levantar al respetable con otra diana de alta categoría tras un control orientado con el muslo de espaldas a la portería. Y remató la noche con un pase en profundidad para que Suárez apagara el marcador.
Dos goles y dos asistencias del capital argentino del Barcelona iluminaron una noche de trámite.
Ficha técnica:
Barcelona, 5 - Valladolid, 1
5 - Barcelona: Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba (Sergi Roberto, min.789, Sergio Busquets, De Jong (Rakitic, min.60), Arturo Vidal, Messi, Luis Suárez y Ansu Fati (Griezmann, min.63).
1 - Valladolid: Masip; Porro, Kiko Olivas, Joaquín Fernández, Barba, Nacho (Salisu, min.32); Míchel, Anuar (Hervías, min.53), Óscar Plano (Ünal, min.66), Waldo y Sergi Guardiola.
Goles: 1-0: Lenglet, min.2. 1-1: Kiko Olivas, min.15. 2-1: Arturo Vidal, min.29. 3-1: Messi, min.34. 4-1: Messi, min.75. 5-1: Luis Suárez, min.77.
Árbitro: Alberola Rojas (Comité de Castilla-La Mancha). Mostró tarjeta amarilla a Barba (min.45), Sergi Guardiola (min.67) y Michel (min.79).
Incidencias: Partido de la undécima jornada de LaLiga Santander disputado en el Camp Nou ante 59.896 espectadores. Antes del encuentro, los fotógrafos que habitualmente cubren los partidos en el estadio depositaron un ramo de flores en el córner del gol norte, en recuerdo del fotoperiodista del Diario As Ferran Zueras, recientemente fallecido de cáncer.