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De Jong presenta al nuevo tridente del Barça en Eibar

Eibar, 0 - Barça, 3

Griezmann, Messi y Luis Suárez firman la cuarta victoria seguida en la Liga

Suárez felicita a Griezmann tras anotar un gol

ANDER GILLENEA / AFP

El Barcelona empieza a carburar. El campeón ha subido una marcha. Ha cogido la racha, la ola buena y vuelve a por sus fueros. En Eibar, presentó el poder de su nuevo tridente. Nada que ver con el equipo timorato del verano a domicilio. Al contrario. En Ipurua, el que intimidó fue el conjunto de Messi, Griezmann y Luis Suárez, que dominó de principio al fin al Eibar gracias a un inmenso De Jong.

La cuarta victoria seguida tardó en certificarse pero nunca estuvo en duda. No entraban los goles pero los barcelonistas siempre dieron la sensación de tener el partido bajo control, donde querían. Una tranquilidad y un saber estar del Barcelona en el campo que no se veían al principio de la temporada cuando el Barça jugaba como visitante, cuando le temblaban las piernas y los rivales llevaban siempre los encuentros a su terreno.

Ya carbura

Cuarta victoria seguida del Barcelona

Parecía que Messi y compañía pensaban que era cuestión de tiempo, de afinar el punto de mira, que lo más difícil ya lo habían hecho en el primer cuarto de hora cuando Griezmann había puesto el 0-1 en el marcador.

Concentrados y juntos desde el jueves en Vitoria, el Barça entró muy mentalizado a Ipurua, donde siempre se juega un partido muy especial, por sus dimensiones y por la entusiasta presión del Eibar de Mendilíbar. Como ya pasó en Getafe, el equipo de Valverde entendió que los espacios estaban a la espalda de la defensa armera. Y el Barcelona se olvidó de los arabescos para llevar lo antes posible el balón a sus delanteros y sus hombres desequilibrantes, en transiciones rápidas o con Ter Stegen buscando la agilidad de De Jong para salir limpio.

Luis Suárez lo intenta a bote pronto

Alvaro Barrientos / AP

En el Coliseum fue un envío largo de Ter Stegen el que propició el gol de Luis Suárez. En Eibar también se originó en otra pelota directa. Esta vez no del portero, sino del central. Lenglet vio el desmarque que trazaba Griezmann y quiso conectar con su compatriota. La ventaja del punta se acrecentó porque De Blasis, su marcador (que no era lateral hasta este curso), se resbaló, lo que dejó al francés aún más solo en su carrera. Griezmann no se puso nervioso ante Dmitrovic al que batió con la zurda para marcar su primer gol fuera del Camp Nou, su cuarto con la camiseta del Barça.

Mientras a los locales no les salía nada. No podían rematar ninguno de sus infinitos centros al área donde Umtiti se reencontró tras cinco meses sin jugar un partido oficial con su equipo. Ni siquiera Orellana y José Ángel se ponían de acuerdo en una falta de estrategia. Y para colmo, Diop veía la amarilla por frenar a un De Jong indetectable para los vascos.

Umtiti volvió a jugar tras cinco meses

El holandés, que venía de jugar 180 minutos con su selección, estuvo pletórico y dio una lección de dirección. Quizás motivado por verse en uno de esos estadios menudos y coquetos de la Eredivisie donde tanto sobresalía, De Jong aparecía en casi todos los ataques para invitar a sus compañeros a caramelos, en forma de pases ventajosos.

Esa facilidad para encontrar espacios y soluciones la agradeció en especial el nuevo tridente del Barça, que hasta ahora no había podido jugar más de 45 minutos juntos en un partido (las segundas partes de Dortmund y Granada y la primera contra el Villarreal). En Eibar por fin se les vio divertirse y sonreír. Sobre todo cuando los locales empezaron a notar el desgaste. Si el Barcelona no sentenció el partido antes fue debido a un Dmitrovic muy inspirado, que fue capaz de ganarle un mano a mano a Messi de los que el argentino no falla. De Jong habilitó al diez en el área, que con una gran finta sentó al portero serbio. Leo vio el gol tan fácil que se confió y Dmitrovic, desde el suelo, reaccionó estirando la mano y robándole el balón al Bota de Oro.

El abrazo de dos amigos

Javier Etxezarreta / EFE

Seguro de su superioridad, el Barça nunca se puso nervioso en una plaza donde se siente cómodo. Tampoco cuando al inicio del segundo tiempo, le anularon un gol a Luis Suárez en el que intervinieron los tres delanteros. Aunque eso pareció picar al tridente, que no se cansó hasta que repitieron la maniobra y la convirtieron en el tanto de la tranquilidad. De Jong mezcló con el tridente en una jugada de asociación casi de ballet en la frontal del área. Griezmann asistió a Messi, que no perdonó dos veces. Desde la izquierda cruzó el balón ante Dmitrovic. Un pase de gol para ajustar el engranaje.

Pero faltaba uno. Quedaba el gol de Luis Suárez. Y no tardó en llegar en otra jugada del ataque al completo. Griezmann entre líneas dejó a Messi centrado y con muchos metros por delante. El argentino lo tenía todo hecho pero prefirió contentar a su colega uruguayo, que acompañó la jugada. Suárez sólo tuvo que empujar a gol para seguir con su buena racha. El tridente se presentó en Eibar, con permiso de De Jong.

Ficha técnica

Eibar, 0 - Barcelona, 3

Eibar: Dmitrovic; De Blasis, Oliveira, Arbilla, Cote; Pedro León (Expósito, min. 63), Diop, Sergio Álvarez, Orellana; Enrich (Inui, min. 70), Charles (Kike García, min. 79).

Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto (Semedo, min. 46), Umtiti, Lenglet, Jordi Alba; Busquets, De Jong (Rakitic, min. 78), Arthur (Arturo Vidal, min. 70); Messi, Suárez, Griezmann.

Goles: 0-1, min. 13, Griezmann; 0-2, min. 57, Messi; 0-3, min. 65, Suárez.

Árbitro: Melero López (Comité Andaluz). Amonestó por el Eibar a Diop, Charles y Sergio Álvarez, Expósito e Inui.

Incidencias: 7.250 espectadores en un Ipurua lleno