El Barça estará mañana en el sorteo de cuartos de la Champions. Lo hará por duodécima temporada consecutiva. Un premio justo para un equipo que no regateó una gota de esfuerzo para avanzar, para dar buena cuenta del Olympique de Lyon, para pegar primero, para resistir después y para sentenciar en el tramo final. El Barcelona disfrutó y sufrió, pero, sobre todo trabajó de manera mancomunada para no fallarle a su público, entregado.
El equipo de Valverde contó con un Suárez magnífico en la primera mitad y con un Messi decisivo en la segunda. El argentino metió el primero y el tercero y brindó el cuarto a Piqué y el quinto a Ousmane Dembélé mientras el segundo llevó la rúbrica de Coutinho. El equipo blaugrana arrancó y acabó como un tiro. Por el camino pasó un tramo de desasosiego y el Lyon se llegó a colocar a un gol de pasar pero los cambios de Valverde y el genio de Messi le hicieron reaccionar con carácter y criterio.
El equipo de Valverde supo superar unos minutos de sufrimiento en la segunda mitad
Ausente en el once Dembélé el técnico barcelonista le dio una nueva ocasión a Coutinho, que respondió implicándose más en el asunto que últimamente, lo cual no era muy difícil. Era complicado no sentir el palpitar del fútbol en una noche como la de ayer, con un billete para seguir en la Champions en juego y una eliminatoria en el alambre. Si anoche Coutinho hubiera decidido hacer mutis por el foro habría quedado muy retratado. Porque a su lado Luis Suárez se desmarcó una y otra vez, batalló como un león, la pidió, la quiso y fue generoso en el esfuerzo y con sus compañeros. También trabajó Messi, con y sin pelota.
Cuando los de arriba son intensos la presión funciona mucho mejor y Rakitic y Busquets se sienten arropados. El Barça mostró su versión europea, esa en la que sale con más ahínco y sin regular la gasolina. Por eso el equipo blaugrana tardó poco en ponerse por delante. Arthur dirigía, Coutinho conectaba con Leo y Suárez y el Olympique de Lyon, pertrechado con tres centrales, sufría para salir de su guarida. No lo conseguía y el Barcelona le mantenía encerrado y abriendo el campo por las bandas.
Por el flanco izquierdo llegó la primera jugada decisiva. Messi encontró a Suárez, que cayó en el área ante la acometida de Denayer. En directo, penalti claro. Tras ver la repetición más bien parece que fue el uruguayo el que pisó al defensa que no al revés. Pero el VAR revisó la jugada y no cambió la decisión del colegiado. A Messi no le tembló el pulso y batió al guardameta lanzando la pena máxima al estilo Panenka, una práctica que está muy de moda esta temporada. Ya mandaba el Barça, que tomaba ventaja en la eliminatoria.
Aunque en la jugada siguiente el conjunto francés generó su mejor oportunidad hasta el descanso. Depay habilitó a Moussa Dembélé y el remate del ariete, que llevaba marchamo de gol, fue desviado por un Lenglet providencial. Pasado el susto el Barça continuó percutiendo y un balón filtrado hacia Coutinho terminó con el portero del OL noqueado sobre el césped. Lopes se golpeó con la cabeza contra el suelo y quedó tocado, hasta el punto de que fue sustituido más adelante.
Pero antes encajó el segundo tanto barcelonista. Después de un excelente balón en profundidad de Arthur, Suárez maniobró con tino, se deshizo de un cándido Marçal y le dio el gol hecho a Coutinho, que sólo tuvo que empujarla. El uruguayo podía haber chutado pero decidió darle el regalito al brasileño. El Camp Nou, con más de 90.000 espectadores, 5.000 de ellos del Lyon, disfrutaba de lo que estaba viendo.
Messi metió dos goles y los otros fueron obra de Coutinho, Piqué y Dembélé
Tierra de por medio para el Barça, que pudo marcharse al entreacto con más renta. Suárez cruzó demasiado un remate tras una jugada fantástica que inició amagando sin el balón y Messi se topó con una buena mano de Gorgelin, el portero suplente que debutaba en la Champions. Pero en la reanudación el Barça se desordenó. Y eso que Messi tuvo una ocasión clarísima que salvó un defensa bajo los palos. Un espejismo porque el equipo francés se lanzó a la yugular del Barcelona con un presión uno contra uno.
Su apuesta tuvo el premio de recortar las distancias a la salida de un córner, tras varios rebotes y con falta no señalada ni con VAR de Marcelo a Lenglet. Tousart finalizó la acción materializando el 2-1. Inquietud tremenda en el Camp Nou y en sus futbolistas, que necesitan recuperar el orden y el balón. Las piernas ya pesaban. Era el momento del oxígeno y Valverde recurrió a Dembélé y a Arturo Vidal. El equipo lo notó recuperando el brío y Messi devolvió la calma al escenario tras una recuperación del siempre valioso Rakitic. El argentino controló un balón en tres cuartos de campo, dejó sentados a Marcelo y Denayer, se puso la pelota en la derecha y marcó con suspense el tercero barcelonista. Gorgelin tocó el esférico, que entró llorando.
Volvía la fiesta al Estadi, que se desató a continuación con otra transición conducida por Messi. El crack, de nuevo con la derecha, le puso un pase fenomenal a Piqué, que había subido y que remachó sin oposición. Aún llegaría el quinto, que llevó la firma de Dembélé, a la carrera. Tras unos minutos de zozobra el Barça se recuperó y avanzó con solvencia a la siguiente fase. Ya está en su sitio, entre los ocho mejores de Europa.
Ficha técnica:
Barcelona, 5 - Lyon, 1
5 - Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto (Semedo, min.83), Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Sergio Busquets, Rakitic, Arthur (Arturo Vidal, min.74); Messi, Coutinho (Oumane Dembélé, min.70) y Luis Suárez.
1 - Lyon: Lopes (Gorgelin, min.34); Dubois, Denayer, Marcelo, Marçal, Mendy (Cornet, min.77; Tousart, Fekir, Ndombele; Moussa Dembélé y Depay (Traoré, min.73).
Goles: 1-0: Messi (p.), min.18. 2-0: Coutinho, min.31. 1-2: Tousart, min.58. 3-1: Messi, min.78. 4-1: Piqué, min.80. 5-1: Ousmane Dembélé, min.86.
Árbitro: Szymon Marciniak (POL). Mostró tarjeta amarilla a Marçal (min.33), Moussa Dembélé (min.45) y Lenglet (min.49)
Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou ante 92.346 espectadores.