El corredor suizo del UAE Marc Hirschi se ha adjudicado la victoria en la Clásica San Sebastián tras vencer en un apretado esprint final al gran animador de la carrera, el francés Julian Alaphilippe, que ha sido quien el encargado de romper la carrera en el último puerto de la jornada.
La Clásica de San Sebastián siguió un guión que se viene repitiendo prácticamente cada año, con pequeños intentos de fugas desde los primeros kilómetros hasta que alguna de ellos cristaliza.
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En este caso, la escapada de la edición de 2024 la protagonizaron un grupo amplio de corredores entre los que destacaban el británico Simor Carr y el veterano Jesús Herrada.
Este pequeño grupo delantero, con complicidad del pelotón, siguieron incrementando su renta y en el primer paso por meta, ya en la capital donostiarra pero a más de 90 kilómetros de la llegada, las diferencias superaban los cuatro minutos. En ese momento, las alarmas empezaron a encenderse en un pelotón que transitaba agrupado y a la expectativa.
Con la subida al puerto de Jaizkibel, Simon Carr, mostraba su gran estado de forma tras vencer la semana pasada el Gran Premio de Villafranca y, con un ataque, dejaba a sus compañeros de fuga para coronar en solitario el alto de segunda categoría antaño decisivo y ahora importante por los kilómetros que restan hasta la meta.
Vingegaard muy lejos de su mejor versión
Las cosas se pusieron todavía más serias en el segundo gran obstáculo de la jornada, un alto de Erlaitz en el que Carr fue atrapado por el grupo de favoritos y en el que cedió el protagonismo primero a Julian Alaphilippe y luego al francés de origen ruso Pavel Sivakov.
Sivakov se hizo enorme en la cima de Erlaitz al tiempo que se esfumaban las posibilidades para un Jonas Vingegaard que desaparecía agotado de la primera línea, pagando el esfuerzo del duro trazado de esta prueba. El danés, lejos de su mejor momento, finalizó en penúltima posición.
El corredor suizo del UAE Marc Hirschi en lo alto del podio acompañado de Julian Alaphilippe, segundo clasificado y del Lennert Van Eetvelt, que ha finalizado la carrera en tercer lugar
Sólo quedaba un tercer gran obstáculo para el futuro ganador y estaba situado a menos de diez kilómetros para la meta, se asomaba el alto de Pilotegui, que incluye una rampa del 27% y se las prestaba como el último gran obstaculo para el ganador de la carrera. Fue precisamente Sivakov, quien, después de acreditar sus dotes de rodador, comenzaría a ascender en solitario.
Detrás, con 20 segundos de retraso, llegaba un grupo que quería cazar a toda costa al galo y entre los que estaban el californiano Neilson Powles, que defendía el título conseguido el pasado año, junto a Mikel Landa, Michael Woods o Alaphilippe entre otros ilustres.
Alaphallipe y Hirschi en solitario
Este último atacó en Pilotegi para dejar atrás a Sivakov y al resto de favoritos y se llevó consigo a Marc Hirschi, un peligroso compañero de viaje que ya fue tercero en esta carrera en 2019 y que en los metros finales tiene una punta de velocidad mayor que la del francés.
Así fue y en la línea de meta del Kursaal donostiarra el suizo no dio opción a un Alaphilippe que lo peleó hasta el último metro en su lucha por repetir su triunfo en la capital guipuzcoana de 2018. El podio lo completó el joven belga del Lotto Lennert Van Eetvelt.
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