Julian Alaphilippe (Quick-Step), Simon Yates (Bike Exchange) Pavel Sivakov (Ineos). En un mismo día dijeron adiós a la Vuelta dos top-ten con serias aspiraciones al podio y el escudero más ilustre de Remco Evenepoel, líder incontestable hasta ahora de la carrera. El francés dijo adiós por una caída en la undécima etapa entre El Pozo y Cabo de Gata con una aparente lesión de clavícula. Los dos primeros, sin embargo, fueron víctimas de la covid, el mal endémico de la carrera hasta ahora.
En lo puramente deportivo, el australiano Kaden Groves (23 años) se impuso en un sprint masivo completamente limpio. El de Bike Exchenge hizo bueno el trabajo de su equipo, que dominó los últimos kilómetros para evitar sorpresas tras neutralizar la única escapada del día formada por Jetse Bol (Burgos BH), Vojtech Repa (Kern Pharma) y Joan Bou (Euskaltel).
En la volata Groves tuvo que zigzaguear entre varios rivales para finalmente superar a Van Poppel y Merlier, con Mads Pedersen quinto. El australiano aprovechó la ausencia de Sam Bennet, baja por covid, para imponerse en el que es, todavía, el tercer sprint masivo de la carrera tras once jornadas.
En lo que se refiere al covid, la preocupación crece día a día en el pelotón por un goteo constante de casos que no cesa. El martes cuatro corredores tuvieron que renunciar a competir en la contrarreloj: el británico Ethan Hayter (Ineos), el australiano Harry Sweeny (Lotto-Soudal), el español José Herrada (Cofidis) y el irlandés Sam Bennett (Bora), ganador de dos etapas y en la pelea por el maillot verde.
El día anterior, durante la jornada de descanso, los nombres de Mathias Norsgaard (Movistar) y Jarrad Drizners (Lotto-Soudal) se habían sumado a la creciente lista de abandonos por un test positivo de Covid-19. En total, al menos 20 de las 32 bajas del pelotón desde el inicio de la Vuelta están vinculadas a un test positivo y la expansión del virus se ha acelerado en los últimos días, con 16 casos detectados desde el viernes.
Corredores y equipos critican que sean los test quienes que les obliguen a bajarse de la bicicleta y no los síntomas. La Unión Ciclista Internacional (UCI) implementó para la Vuelta el mismo protocolo sanitario que en el Tour de Francia, con seguimiento diario mediante pruebas antigénicas de todos los miembros del equipo (pilotos y personal). Allí tuvieron que abandonar diecisiete corredores, número que se ha superado en la ronda española en once jornadas.