Los Dallas Mavericks firmaron la madrugada de este lunes una de las grandes sorpresas de los playoffs al eliminar a los Phoenix Suns, mejor equipo de la temporada regular (64-18). Liderados por un gran Luka Doncic, autor de 35 puntos y diez rebotes, el conjunto texano fue muy superior en el séptimo partido de las semifinales del Oeste y ahora se medirán con los Golden State Warriors en la final de Conferencia a partir del miércoles.
Doncic llevaba 27 puntos al descanso y alcanzó sus 35 puntos en tan solo treinta minutos en la pista, apoyado por los 30 de Spencer Dinwiddie, en una noche en la que los Mavericks dominaron técnicamente, tácticamente y mentalmente a unos Suns que echaron en falta la mejor versión de Devin Booker y Chris Paul, sus dos principales estrellas.
El papel de protagonistas lo asumieron Doncic y Dinwiddie, que se convirtieron en los dos jugadores de un mismo equipo que anotan más de treinta puntos en un séptimo partido de playoffs desde que lo hicieron y dos leyendas como Kobe Bryant y Shaquille O'Neal en 2002.
Una vez más, en el momento decisivo fue cuando Doncic lució su mejor versión. Acabó con un doce de 19 en tiros y seis triples, sin necesitar disputar los últimos minutos, con el encuentro ya ampliamente sentenciado. Los Mavs conectaron 19 triples en 39 intentos, rozando el 50 %, y volverán a jugar unas finales de Conferencia once años después de la última vez, en 2011, cuando fueron campeones.
Los Suns acabaron su temporada de la forma más amarga, con once puntos de Devin Booker (3 de 14) y diez de Chris Paul (4 de 8), con solo cuatro asistencias. Y es que los Mavericks salieron a morder desde el primer momento y no dieron ninguna opción.
Booker llegó al ecuador del choque con un cero de siete y Paul, con cero de cuatro. Es la primera vez en 154 partidos disputados juntos que tuvieron números ta negativos. Ninguno de los dos acertó en tiros de campo y solo anotaron desde la línea de libres. Su fracaso fue el termómetro del equipo de Monty Williams, completamente superado a nivel técnico y mental por los texanos.
Y si la primera mitad fue demoledora, el tercer período vio a los Mavs seguir pisando el acelerador y hurgando en la herida de unos Suns irreconocibles. El margen tocó un máximo de 46 puntos, antes de que los Suns lo recortaran en el tramo final, ya sin trascendencia. Los últimos minutos fueron un funeral para los Suns, con Paul y Booker sentados en el banquillo reflexionando, y una fiesta para los Mavericks, en los que Doncic pudo seguir a sus compañeros gestionando energías y con los deberes hechos.
Los Celtics apean a los campeones en el Este
Poco antes de la eliminación de los Suns, finalistas el año pasado, los Boston Celtics hicieron lo propio en el séptimo partido con los Milwaukee Bucks, vigentes campeones de la NBA, y se clasificaron para las finales de la Conferencia Este, donde se enfrentarán a los Miami Heat a partir del martes.
Empujados por los siete triples de Grant Williams (27 puntos), los cinco de Jayson Tatum (23) y los cuatro de Payton Pritchard (14), los Celtics tumbaron a unos Bucks que apenas anotaron cuatro tiros de tres puntos y que entregaron el cetro de campeones conquistado el año pasado.
Tatum, el líder del trascendental triunfo logrado en el sexto partido de Milwaukee, anotó 23 puntos, con seis rebotes y ocho asistencias, pero el gran protagonista fue Grant Williams, con la mejor actuación de su carrera. Selló siete triples de 18 y también logró seis rebotes y dos taponazos. El griego Giannis Antetokounmpo no pudo evitar la debacle de sus Bucks, pese a aportar 25 puntos, 20 rebotes y nueve asistencias.