Le cuesta demasiado al Barça sumar victorias, tampoco lo hizo en la pista del Real Madrid en su regreso a la competición tras su dolorosa derrota en la Copa del Rey. Tenías muchas bajas, es cierto, pero también lo es que estuvo en el partido hasta el final. De hecho, alcanzó el último tramo igualado en el marcador (86-86) pero no supo sacar provecho de ese extraordinario trabajo, y se fue derrotado de un clásico por séptima ocasión consecutiva. Sin duda, de todas ellas, esta debe ser la más útil para volver a creer en sus posibilidades.
No concuerdan los resultados de este Barça con sus ansias por competir, eso es indudable. Incluso en los peores escenarios, como era sin duda el que se dibujaba ayer en el Movistar Arena, Peñarroya y los suyos han sido capaces de dar la cara. Ahí dentro el alma competitiva sigue intacta, seguramente los problemas acechan desde otros ámbitos.
El Barça se presentó con apenas diez jugadores seniors en Madrid, teniendo que tirar de dos juniors como Villar y Keita, que juegan en la Tercera FEB, para completar la convocatoria. Una circunstancia intolerable pero que, valga la redundancia, toleran sin demasiada preocupación desde los altos despachos del club.
Es el séptimo clásico consecutivo que pierden los azulgrana, pero el que más puede ayudarles a crecer
Perdida ya esa guerra, con el mercado de la Euroliga cerrado, no le quedaba otra al equipo azulgrana que competir con sus armas, que no son tan pocas como parece. Con Satoransky más incisivo que nunca, consciente que le toca subir su cuota de minutos en un equipo que no tiene más bases, el Barça tomó el mando del partido desde su primera canasta, un triple de Justin Anderson, cuya polivalencia parece un regalo en estas circunstancias.
Brizuela, elegido como primer relevo de Satoransky, seguía los pasos del checo y percutía el aro de un Madrid que no estaba del todo enchufado al clásico, quizás un tanto confiado. Otro triple, esta vez de Parker, estiró hasta el 11-18, confirmando que el Barça iba a vender cara su piel. Ya en ese primer cuarto, optó Peñarroya por dar la alternativa a Raúl Villar, de 17 años, al que los rivales intentaron amedrentar pero que aguantó bien en el envite, llevándose incluso un codazo de Henzonja que los árbitros acertaron a convertirlo en una antideportiva. Aunque el croata, como casi siempre, también desatascó el ataque de los suyos para recortar e igualar las cosas.
No se puso nada nervioso el Barça, incluso cuando le empezó a fallar el ataque, y continuó trabajando duro. El Madrid iba mucho a la línea del tiro libre, señal de que la defensa azulgrana no bajaba los brazos. Aunque Ibaka aprovechó los minutos de Metu como cinco, no pudo el Madrid agarrar al Barça con las dos manos. El físico de Parra fue clave para que el marcador se fuera al descanso teñido de azulgrana. El físico y una gran canasta casi sobre la bocina.
Parra, Metu y Parker sostuvieron en ataque a un Barça con todo en contra que porfió hasta la última jugada
La segunda mitad comenzó con otro tono, con un Madrid más ambicioso que además encontró más acierto desde el arco. Un enorme Abalde lideró ese apartado y empezó a hacer hueco en el marcador. Los triples caían como losas en el bando azulgrana y Hezonja, en un abrir y cerrar de ojos, estiraba hasta el 69-58 (m29). Pero el Barça había trabajado demasiado como para bajar los brazos y supo volver al partido, jugada a jugada, acción a acción. Metu y Parra iban recortando, especialmente brillante el ex de la Penya, y el clásico se acercó al último minuto con 86-86 y todo por decidir. Entonces, un par de decisiones discutibles del trío arbitral abrieron la puerta por la que el Madrid no dudó en meterse. Con todo perdido, tampoco dudó el Barça en creer en el milagro pero era ya misión imposible. El clásico se quedaba en la calle Goya.
Ficha técnica
96 - Real Madrid (23+17+30+26): Campazzo (18), Rathan-Mayes (0), Musa (16), Garuba (4), Tavares (5), -cinco inicial-, Llull (7), Hezonja (19), Bruno Fernando (6), Abalde (16), Hugo González (-), Ibaka (5), Feliz (0).
91 - Barça (25+18+24+24): Satoransky (7), Anderson (15), Abrines (2), Parker (18), Fall (0) -cinco inicial-, Brizuela (10), Villar (0), Willy Hernangómez (2), Parra (20), Metu (17), Sarr (0).
Árbitros: Ilija Belosevic (Serbia), Borys Ryzhyk (Ucrania) y Milos Koljensic (Montenegro). Excluyeron por cinco faltas a Fall (m.38) y Parker (m.39)
Incidencias: partido de la jornada 27 de la Euroliga disputado en el Movistar Arena ante 12.130 espectadores. En la previa se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Javier Dorado, ex jugador del Real Madrid de fútbol.