Por primera vez, una competición mundialista bajo el paraguas de la FIA, el Rallycross, celebrará una prueba completamente eléctrica, con todos sus vehículos libres de humos. Será el CatalunyaRX, séptimo escenario de los ocho del campeonato, que se disputa en el Circuit de Barcelona-Catalunya en doble evento, este sábado y domingo. Laia Sanz, Carlos Checa o Nick Heidfeld –ambos debutantes- son algunos de los pilotos participantes en las carreras.
En Montmeló, los más de 20 coches en pista de las categorías RX1 y RX2e serán solo eléctricos
El deporte del motor avanza inexorablemente hacia un futuro eléctrico. Y en este sentido, el Rallycross –la categoría de carreras cortas con coches formato rally- es la punta de lanza de las competiciones de la FIA. Hasta antes del World RX de Catalunya, las seis paradas previas del campeonato (Hungría, Suecia, Noruega, Letonia, Portugal y Bélgica) habían combinado los coches eléctricos con los de combustión. En Montmeló, todos serán ya eléctricos.
Se trata de unos vehículos de prestaciones impresionantes en su doble categoría, RX1 –los Supercar, con 680 CV y una aceleración 0-100 en 1,9 segundos, menos que un F1- y los RX2e, de 335 CV y 3,3s para el 0-100, desarrollados por la empresa catalana QEV Technologies desde el 2021.
Imagen del RX2e desarrollado por QEV Technologies
En la categoría reina, RX1, el sueco Johan Kristoffersson (Volkswagen RX1e), con 41 puntos de ventaja sobre su paisano Kevin Hansen, podría coronarse campeón este fin de semana por quinta vez, después de los títulos del 2017, 2018, 2020 y 2021. El vigente ganador se ha impuesto en 6 de las 7 pruebas de este año. Detrás de él, cuatro pilotos se disputan el subcampeonato, separados por solo tres puntos: Kevin Hansen (90), Ole Christian Veiby (89), Niclas Grönholm (87) –el hijo del excampeón de rallies Marcus Grönholm- y Timmy Hansen (87).
Dos ilustres
Debutarán en rallycross Carlos Checa y Nick Heidefeld, ambos en RX2e
En RX2e, la prueba de Barcelona es la última del campeonato, con el belga Viktor Vrackx como líder y principal aspirante al título, con 14 y 15 puntos sobre los suecos Isak Sjökvist y Nils Andersson. Ya sin opciones aparece el canario Pablo Suárez, 6.º, a 23 puntos del líder.
Suárez, ingeniero y piloto, es una de las atracciones, junto a Laia Sanz, habitual del campeonato RX2e (8.ª del campeonato con 17 puntos). Las dos novedades en la parrilla, con una quincena de participantes, son Nick Heidfeld y Carlos Checa, que debutarán en la especialidad.
El alemán, expiloto de F1 -183 GP entre el 2000 y el 2011-, vuelve a la competición cuatro años después de su última aparición en la Fórmula E. Para Checa, excampeón de Superbikes, el volante no es nuevo, ya que tomó parte en la última edición del rally Dakar (que volverá a correr en el 2023 con el equipo Astara, junto a Óscar Fuertes y Diego Vallejo).
Un mini cohete
Los RX2e, pura diversión al volante
Los coches de la categoría RX2e, desarrollados por QEV Technologies en su sede de Montmeló, son prototipos de 1.290 kilos y motor eléctrico de 335 CV y una batería de 30 kWh. Según QEV, estos coches tienen como atractivo poner "el énfasis en la destreza al volante, priorizando la habilidad y el ingenio del conductor por encima de todo". Se trata de un coche muy reactivo, que entrega el par motor de manera instantánea, por lo que hay que tener mucho tacto con el pedal del acelerador: un pisotón más fuerte de lo aconsejado, y trompo seguro. No tiene cambio de marchas y dispone de un freno regenerativo (el motor recarga la batería con la frenada). Al ser eléctrico, su sonido es peculiar: parece un mosquito, en comparación al rugido del motor de combustión de potencia similar.
Vista interior del RX2e
El Circuit de Barcelona-Catalunya acoge por octavo año el Mundial de Rallycross. Ha sido una de los plazas estables del campeonato desde el 2015 –solo Höljes en Suecia y Riga en Letonia han alojado más ediciones-. Además, el recinto de Montmeló será escenario de la primera e-Mobility Experience, la pionera feria de movilidad eléctrica más grande del sur de Europa.
Las entradas, a precios asequibles, van de los 28,10 euros el sábado, a los 31,80 euros el domingo, o los 47,90 euros por las dos jornadas.