Desde la desesperación a la satisfacción. El Espanyol acabó el 2024 con una derrota frente al las Las Palmas, tras una racha horrible de cinco puntos sumados de 27 posibles, que fue interpretada como un tiro en el pie para sus opciones de salvación. Dos meses después, los de Manolo González son un equipo renovado y crecido, que una vez más se ha rebelado con éxito contra sus propias carencias futbolísticas para resurgir sobre sus cenizas. Avalan esa sensación los doce puntos acumulados en las siete jornadas disputadas de este 2025. El siguiente reto que quiere desbloquear este superviviente es sumar en La Cerámica ante el Villarreal, conjunto superior sobre el papel, pero al que ya nadie teme en Cornellà.
Tras seis derrotas en nueve partidos, el Espanyol se comió unos turrones muy amargos. A lo largo de toda la primera vuelta el equipo solo supo sufrir. Muchos goles encajados (pese a disponer del portero revelación de la Liga), graves problemas para anotar (entre los tres delanteros del equipo solo sumaron dos goles) y una incapacidad total fuera de casa: solo sumaron un punto en el campo de Atlético. Esa era la tozuda realidad. Pero llegó el 2025 y el equipo pareció liberarse. Así lo sintió Manolo González en los 19 días que estuvieron sin competir durante el parón navideño, tiempo suficiente para olvidar.
Doce puntos en siete jornadas han devuelto la confianza a un equipo deprimido a finales de 2024
En estos dos meses de 2025 el Espanyol solo ha encajado una derrota, frente a la Real Sociedad, y ha logrado borrar varios mitos construidos alrededor de su mal rendimiento. El primero es su relación con el gol. En los siete partidos disputados ha marcado 8 goles. Aunque no es un gran número sí llama la atención que ha conseguido anotar en todos los encuentros. A ello hay que unir una mejora defensiva evidente, con solo seis goles recibidos.
También ha conseguido ganar a un grande, algo que parecía imposible y que sucedió contra el Real Madrid. El último reto desbloqueado ha sido ganar fuera de casa, fue la semana pasada con una victoria pírrica ante el Alavés, pero clave para dar tranquilidad.
Hoy estará enfrente un rival en muy buena dinámica, que no ha perdido en los seis últimos partidos. Sin embargo, como local solo ha ganado cinco partidos de doce. A esos problemas se agarra el Espanyol, en el que Roberto Fernández llega con problemas físicos tras sufrir una gastroenteritis.
