Gato de siete vidas, Isco condujo al Betis a la victoria sobre el Real Madrid, su principal destino durante una trayectoria que comenzó en el Valencia cuando era el juvenil más cotizado del fútbol español. Luego vinieron cuatro equipos más
–Málaga, Real Madrid, Sevilla y Betis– y una sucesión de dientes de sierra en una carrera que, hace dos años, se consideró finiquitada. Abandonó el Sevilla a mitad de temporada, saturado de fútbol, sin ilusión y con sobrepeso. Le rescató Pellegrini, un entrenador a su medida. Isco le ha devuelto el crédito con creces. Fue decisivo en la remontada del Betis.
Nada hizo presagiar el éxito del equipo sevillano en el arranque del encuentro. El Madrid comenzó con brío y vértigo. Apenas tardó 10 minutos en coronar su autoridad. Un gran gol, por cierto. Jugada larga, pero de toques rápidos y todo el personal de ataque interviniendo. Hasta Mendy participó. Alérgico a pisar el área rival, Mendy es un factor muy limitado en el esquema ofensivo del Madrid. Aunque sobrevalorado, lo suyo es defender el costado izquierdo.
Isco resultó infernal para el Madrid, su antiguo equipo, y se marcó un partidazo de época
Ante la sorpresa general, apareció desmarcado en el área del Betis. Mbappé le detectó con un pase perfecto, aprovechado por Mendy para regalar la pelota a Brahim, que marcó sin oposición. La jugada fue tan elegante como el desempeño del Madrid hasta entonces. Fueron sus últimas noticias. Comenzó un aguacero feroz en el Villamarín y, sin previo aviso, el equipo de Ancelotti se fue a pique.
El Betis es un equipo muy particular. Ha reunido a futbolistas de aquí y de allá, gente como Isco, que llegó con mal pronóstico en una carrera que languidecía, o Lo Celso, estupendo centrocampista cuando ha jugado en España cedido por el Tottenham, donde se sintió incómodo, siempre por debajo de las expectativas que había generado. Antony, el fichaje de 100 millones que tanto ha irritado a la hinchada del Manchester United, es otra típica adquisición del Betis y Pellegrini. Desde enero, juega a préstamo.
No hace tanto, Ayoze aterrizó en la plantilla después de un largo periplo por el fútbol inglés. Le bastó un año para rearmarse como delantero, ingresar en la selección, participar en la victoria de España en la Eurocopa y fichar por el Villarreal. Isco, Lo Celso, Ayoze y Antony tienen en común dos cosas: la clase y el desarraigo en uno o varios momentos de su carrera. A Pellegrini, le encanta reflotar a este tipo de jugadores.
Isco brilló como en sus mejores tiempos en un partido que viró a bético mediado el primer tiempo. Johnny Cardoso, un norteamericano por nacionalidad, pero brasileño por cualidades en el campo, cargó con el equipo de área a área. Se ha convertido en un mediocampista importante en esta Liga. Marcó el empate y abrió la brecha definitiva en el encuentro. Sin previo aviso, el Real Madrid dio una enorme impresión de fatiga, como si la sucesión de partidos de Liga, Copa y Liga de Campeones le hubiera absorbido la energía de golpe.
Desapareció de escena y no regresó. Adrián, el veteranísimo portero del Betis, no fue exigido. En cambio, Isco resultó infernal para su antiguo equipo. Se marcó un partidazo de época. Transformó el indiscutible penalti que Rüdiger cometió sobre el prometedor Jesús Rodríguez y regresó a su época más virtuosa en el segundo tiempo. Isco fue la gran noticia de un partido que declaró una vez más la complejidad de la Liga española, donde el Betis funciona como uno de los equipos más irregulares, pero con mayor arte en las venas.