¡Atención! Ya ha llegado la nueva temporada de la sitcom en que ha convertido la Liga. Después de reír hasta las lágrimas con Friends , Plats Bruts o Modern Family , por fin ha aparecido una comedia de su altura. Y, encima, ya está aquí la segunda temporada. Carcajadas aseguradas.
Para los despistados: la primera temporada giró en torno a las peripecias de una familia aristocrática, con sus privilegios y señorío , que un día pierde el norte y la elegancia y empieza a hacer cosas cómicas. Los aires de superioridad se convierten en lloriqueo y rabieta. El clímax es la escena en la que el patriarca de esta casa blanca redacta una carta, que hace firmar a otro, donde denuncia las injusticias arbitrales que les han hecho perder tantos títulos. Y todo, mientras escribe rodeado de trofeos y copas conseguidos en los últimos años. ¡Qué sketch! ¡ Cómico, cómico! A partir de aquí, un entrenador que nunca hablaba de los árbitros empieza a padecer incontinencia verbal, futbolistas se disculpan después de una rueda de prensa por no haber criticado lo bastante a los árbitros y un “ fuck off” que resulta que quería decir “qué guapo eres”.
Los capítulos se trasladan de un club a la sede de los árbitros, donde también hay pérdida de papeles
Y, ahora, llega la segunda temporada. Tiene un arranque muy prometedor. En vez de centrar la acción en el hogar de este patriarca ya mayor a quien nadie osa toser por miedo a represalias, ahora los gags cambian de escenario. Los capítulos se trasladan a la sede de los árbitros, donde también ha habido una especie de pérdida de papeles y criterio delirante. Los señores, que nunca hablaban, ahora reclaman el poder de la autoridad y un innegociable respeto y lo hacen en una secuencia donde todos vestidos con ropa deporte -se ve que no tienen ropa de calle, este gremio- y se reúnen con rostros de circunstancias, serios, para hacer estiramientos y carreras de calentamiento.

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Si no fueran con calzón corto, mallas de licra o camiseta técnica quizá la protesta parecería incluso seria. Pero he ahí la comicidad del gag: Hola, somos los árbitros, nos reconocerás porque siempre vamos con ropa deportiva pero muy bien peinados. Hemos quedado para estirar un poco las piernas y hacernos algunas fotos de grupo para que veáis que estamos muy enfadados y queremos que paréis de criticarnos por nuestras decisiones. Que nos pagan una pasta casi indecente por arbitrar partidos, no para soportar el señalamiento público. Cómo nos enfadamos de verdad, ya veréis, eh... ¿Qué haréis? ¿Eh? ¿Qué haréis? ¿Buscar árbitros nuevos, de los cuales no sabréis nada y no podréis hacer el juego de los precedentes antes de cada partido? Buenísimo.
De verdad que los guionistas de esta segunda temporada de LaLiga se han pasado el juego. Han empezado muy fuertes. Me muero por saber cómo será la tercera temporada. Dura competencia le ha salido al Polònia de TV3.