Las sonrisas y los abrazos entre los jugadores del Barça se sucedieron sobre el césped del Al Jawhara. Corrillos para festejar un triunfo con tintes históricos. Gritos de “campeones”. Celebraciones con mensaje, como la de Olmo besando el escudo ante el sector culé. Incluso un caballeroso pasillo a los perdedores en su camino a recoger las medallas. Todo era felicidad en los blaugrana, también de un Laporta eufórico, tras vapulear al Real Madrid y levantar la Supercopa de España, el primer título de Hansi Flick como blaugrana.
“Estoy orgulloso por la afición y el equipo. Este grupo es increíble, vamos todos a una y mejoramos cada partido. Es fantástico. Me encanta cómo hemos defendido con uno menos, como un equipo. Es un gran día para el Barça”, dijo el entrenador alemán, como siempre tranquilo y dejando el protagonismo a sus pupilos pese a ser su primer gran momento como técnico tras su etapa en el Bayern.
Por esto he venido al Barça, a ganar títulos. No me importa si yo juego mal o bien”
Flick destacó la dificultad de ganar a los blancos, “uno de los mejores equipos del mundo”, y puso como deberes a sus jugadores “seguir aprendiendo de este triunfo”. El de Bammental, realista pese a la euforia, advirtiendo que “la situación en Liga no es buena”, es consciente que está en el Barça “para ganar títulos” y por ello su cabeza ya estaba “pensando” en el próximo duelo copero contra el Betis.
“Por esto he venido al Barça, a ganar títulos. No me importa jugar bien o mal, lo importante es ganar. Es una copa que nos da confianza”, explicó por su parte Raphinha, MVP del duelo, que celebró el triunfo con unas ostentosas gas de sol. Koundé, que anuló a Vinícius, incidió en cómo “el equipo supo sufrir” con uno menos. “Estoy orgulloso. En otros partidos tuvimos ventaja de goles y no lo gestionamos bien”, expresó en referencia, por ejemplo, al duelo del pasado año ante el PSG.
La Navidad ha servido para ver lo que hemos hecho mal. Debemos estar preparados”
También se refirió Lewandowski al aprendizaje de un grupo con “muchos jóvenes” que bajó su nivel en diciembre. “La Navidad ha servido para pensar lo que hemos hecho mal. Tenemos que estar siempre preparados, sin pensar contra quién jugamos”, señaló el polaco. “Podía haber levantado la copa cualquiera del equipo”, concluyó el capitán Ter Stegen, encargado de alzar el trofeo, que ya “ve la luz” de su lesión de rodilla.