Los jugadores Dani Olmo y Pau Víctor seguirán sin ser inscritos en LaLiga como jugadores del FC Barcelona. Joan Laporta y su directiva siguen sin resolver la mayor crisis de su mandato. Tampoco este sábado, 4 de enero ya, ha llegado la noticia anunciada por el club blaugrana durante estos días, y largas noches, con más corazón que pruebas. Todo lo contrario. La Comisión de Seguimiento del Convenio de Coordinación LaLiga-RFEF, reunida este sábado, ha decidido como estaba previsto no conceder “la licencia definitiva solicitada por el FC Barcelona para Dani Olmo y Pau Víctor” según han informado a través de un comunicado oficial conjunto.
Ni la causa mayor esgrimida por la directiva azulgrana por falta de tiempo ni una supuesta mala interpretación del artículo que veta la doble inscripción de un futbolista una misma temporada. Ninguno de los argumentos aportados por el club para justificar por qué llegó tarde a la hora de presentar la documentación que pudiera devolver a ambos futbolistas a una situación de normalidad han sido atendidos. El 31 de diciembre era la fecha límite y LaLiga no los ha dado como aprobados y supervisados precisamente hasta hoy. Demasiado tarde para Olmo y Víctor pero no, paradójicamente, para recuperar al fin la norma del 1 a 1 en cuanto al fair play financiero. Ese 'éxito' quedaba confirmado también en el mismo comunicado: “Tras cumplirse el 3 de enero de 2025 por parte del FCB los requisitos en materia de control económico de LaLiga, y una vez completada por parte del club la documentación pertinente, el Órgano de Validación de Presupuestos de LaLiga ha resuelto ampliar el Límite de Coste de Plantilla Deportiva del FC Barcelona desde la referida fecha”.
Otra negativa
Ninguno de los argumentos aportados por el club para justificar el retraso al presentar la documentación que pudiera devolver a ambos futbolistas a una situación de normalidad han sido atendidos
Es decir, la tan buscada vuelta a la normalidad que le da al Barça a partir de ahora la posibilidad de fichar si así lo desea, eclipsada por uno de los episodios más inexplicables y sonrojantes de la historia del club.
Para salvar su reputación y evitar una crisis de repercusiones hoy impredecibles (económicas, institucionales y sociales) al Barcelona solo le quedan ya dos últimas salidas: acudir al Consejo Superior de Deportes para solicitar la cautelarísima entendiendo que se siente agraviado por negársele una licencia, o a la justicia ordinaria. De momento, sus equipos jurídicos presentarán un recurso el martes, próximo día hábil, en el CSD esperando la obtención de una cautelar que permita a sus jugadores participar en la Supercopa de España en Riad la semana próxima. El miércoles el Barça juega la semifinal frente al Athletic.
Joan Laporta, hoy en Barbastro para presenciar el partido de Copa, ha anulado su visita al ayuntamiento de la población y a la comida de directivas que tenía programadas. Su viaje se ha retrasado, entre otras cosas, porque ha querido tranquilizar a Olmo y Pau Víctor personalmente. La situación es límite.