Puede que con un micrófono en la mano Laporta se sienta imbatible y que con su incontinencia verbal hiciera saltar por los aires el guion previsto en la Gala del 125.º aniversario del Barça, que incluía un vídeo de ocho minutos en que se repasaba lo mejor de la prolífica historia del club y que no se pudo emitir por falta de tiempo, a pesar de su alto coste de producción de un millón de euros. Puede que, como dice Evarist Murtra, abrace como nadie sabe hacerlo en Barcelona y que empatice con Pedrerol sobre el tamaño de sus orondas barrigas. Puede que se haya enemistado con tres leyendas del barcelonismo como Messi, Koeman y Xavi o que algunos de los youtubers teledirigidos por Finestres salgan en las redes a poner a parir esta columna, no se sabe a cambio de qué favores. Pero con lo no se puede tragar es con lo de la nueva comisión que se va a llevar el señor Darren Dein por una intermediación entre el FC Barcelona y Nike, que se conocen de la mesa de negociaciones desde 1998, cuando sellaron su primer acuerdo comercial. Nadie en su sano juicio se puede llegar a creer que por todo ello se pueda llevar el 3% de los mil setecientos millones acordados (1.400 fijos, más 300 variables). Por mucho que el pago del importe se reparta igual entre las dos partes. No se lo puede llegar a creer ni Sala i Martín, que en esta ocasión evitó intervenir en la asamblea de compromisarios, como sí había sucedido en la anterior, escondido en las dependencias vecinas de la oficina de atención al socio. Y eso que no será la primera vez que el señor Dein se lleve un buen pellizco. Ya lo hizo por el patrocinio de la camiseta y del nombre del remodelado estadio. Para enojo del vicepresidente de marketing, el promotor musical Juli Guiu, distanciado desde entonces de Joan Laporta.
De un tiempo a esta parte todo en el Barça se decide como un acto de fe, ante la falta de transparencia a que te obligan las dichosas cláusulas de confidencialidad. Se convoca telemáticamente al compromisario para que dé luz verde a un contrato del que no conoce un solo número. Igual que se ficha a jugadores sin saber si van a poder ser inscritos. Mañana se cierra el plazo para dar de alta nuevamente a Dani Olmo, y si la palanca de los palcos VIP del Camp Nou o el aval directivo no lo remedian, pasará a ser agente libre. Para colmo, no se sabe cuándo se iniciará el trasvase de Montjuïc al Spotify Camp Nou. De las optimistas previsiones de la vicepresidenta Elena Fort al no se sabe cuándo. Lo que hace pensar que la cosa está más para la próxima temporada que para la actual. Todo es cuestión de creer en la palabra del presidente, demasiado dado a pronunciar medias verdades, mientras hace equilibrios de funambulismo sobre el alambre.