El insaciable Max Verstappen celebró la consecución de su cuarto título mundial la semana anterior en Las Vegas con un triunfo de superación en Qatar. Una novena victoria este curso con la que se rió de todo y de todos: el neerlandés dejó en nada la penalización absurda que lo dejó sin la pole, fue mejor en la salida que George Russell, y se sobrepuso a los pinchazos y las interrupciones de tres coches de seguridad y los ataques de un Lando Norris agresivo que acabó sancionado y 10.º.
“Ha sido una buena carrera, el coche era mucho mejor en la qualy. Esta pista es muy divertida y tiene mucho agarre. Hacía tiempo que no éramos competitivos en seco y estoy muy orgulloso del equipo por haber remontado”, explicaba el neerlandés.
Carlos Sainz, fastidiado por un pinchazo, finalizó sexto y Fernando Alonso, séptimo, en un buen tramo final de la carrera de Lusail.
Salida fructífera
Verstappen minimiza la sanción en parrilla arrebatando la primera posición a Russell en el arranque, con Norris a su espalda
La prueba arrancaba en Lusail con cambio en la parrilla, al sancionar Dirección de carrera al filo de la medianoche a Max Verstappen con la pérdida de una posición por “conducir innecesariamente lento” y supuestamente obstaculizar a Russell. De modo que el neerlandés perdía la pole, que pasaba a manos del inglés de Mercedes.
Una sanción extraña, sin precedentes, que privaba al tetracampeón de volver a salir de la primera pintura desde finales de junio en Austria. Curiosamente, la anterior vez que había marcado la pole (en Spa), tampoco pudo arrancar el primero por una sanción de 10 posiciones.
Poco le importó al impetuoso campeón. En la salida, el Red Bull, aun arrancando por la parte sucia, se emparejó en los 400 metros de recta con el Mercedes, Max frenó más tarde y conquistó la primera curva antes para arrebatar el liderato a Russell. Norris también se le coló para ponerse segundo y empezar a perseguir a Verstappen. Por detrás, Leclerc subía al cuarto puesto al ganar la partida a Piastri, y Sainz pasaba de 7.º a 6.º. Alonso se quedaba igual, 8.º.
La carrera se neutralizó en la primera vuelta por una salida de pista de Ocon, Hulkenberg y Colapinto. Se relanzó en la quinta con un tirón de Verstappen. Piastri aprovechó el rebufo de Leclerc para adelantarlo y posicionarse cuarto, en plena pelea de constructores McLaren-Ferrari.
Alonso también cedía terreno, de 8.º a 12.º, superado por Hamilton, Tsunoda, Magnussen y Gasly. “La velocidad en la recta es preocupante”, se quejaba el asturiano por radio.
Alonso lamentaba con acritud el problema de velocidad punta de su Aston Martin, que le hizo perder cuatro posiciones de golpe. “Dos años con el mismo puto problema en las rectas”, explotaba por radio el español en un mensaje que dejaba en mal lugar a la escudería verde.
Neumáticos decisivos
En la vuelta 34, el doble pinchazo de Sainz y Hamilton precipitó las paradas de todos y se agitó la clasificación
No era un problema la velocidad del Red Bull para Verstappen, que controlaba a Norris, a 2s de distancia (v. 12/57). El puesto que más peligraba era el tercero de Russell, acechado por el McLaren de Piastri, pese a que sufrió una leve salida de pista. Los de Woking perseguían un doble podio para rematar el título de Constructores ante unos Ferrari que no pasaban del 5.º y 6.º puestos.
Mientras se debatían las batallas por los puestos nobles, Alonso aprovechaba los problemas del RB de Tsunoda para ganar una posición (11.º) con un por fuera espectacular. Se desquitaba así de las deficiencias en velocidad de su coche.
Mientras Verstappen se distanciaba con 2,6s de seguridad sobre Norris, se precipitó un cambio de guion en la carrera. En la vuelta 34 pincharon a la vez en el neumático delantero izquierdo Hamilton y Sainz, supuestamente por pisar los restos de un retrovisor caído en la pista que el Sauber de Bottas había hehco añicos.
Todos los equipos aceleraron sus cambios de neumáticos, de modo que hubo baile de posiciones. Sainz y Hamilton fueron los primeros en parar, pero a continuación salió un coche seguridad y la parada fue gratis para el resto. La clasificación quedaba así: Verstappen, Norris, Leclerc (ganaba 2 puestos), Piastri, Pérez, Gasly, Russell, Sainz 8.º (perdía 2), Zhou y Alonso 10.º (con gomas medias, más rápidas).
Golpe de Estado
Tras la aparición del tercer coche de seguridad, Dirección de carrera decretó un castigo de 'stop and go' y 10 segundos a Norris; le arruinaron el día
La reanudación de la carrera en la vuelta 40 fue espectacular, con todos los coches atacándose. Norris, muy agresivo, puso en aprietos a Verstappen, que salía muy mal de la última curva y tenía que arrinconar al inglés para evitar ser adelantado. También se las tenían tiesas Leclerc y Piastri por la tercera posición que defendió muy bien el monegasco. La relanzada llevó a Pérez y a Hülkenberg, con sendos trompos, fuera de la pista, y de nuevo un coche de seguridad, el tercero (v. 40).
Se relanzó la carrera en la vuelta 43. Verstappen abrió más hueco para evitar el ataque de Norris, y el inglés sufrió el acoso de Leclerc. Los comisarios de carrera dieron un golpe de estado a la carrera: decretaron una sanción de “stop and go” de 10 segundos a Norris (26,5s en total) por no reducir la velocidad con bandera amarilla. El inglés pagaba la sanción en la vuelta 46 y se iba a la 15.ª posición. Menudo palo.
Verstappen se quedaba sin sombra amenazadora. Tenía a su inmediato perseguidor, Leclerc, a 3,5s con 11 vueltas por delante. Piastri subía al tercer cajón del podio, con Russell detrás.
Ya nada cambiaría en el tramo final. Norris pudo escalar mínimamente, hasta el 10.º puesto para arañar un punto para McLaren, y Fernando Alonso mejoró su posición, séptimo, detrás de Carlos Sainz, fastidiado por el pinchazo.
En la pelea por el título de Constructores, McLaren salvaba los muebles con el tercer puesto de Piastri, pero Ferrari se acerca de 30 a 21 puntos. Todo se decidirá en Abu Dabi en el último asalto.