El 5 de noviembre del 2021, por la mañana, el Al Sadd hacía oficial que Xavi Hernández dejaba el club qatarí. Horas después el Barça confirmaba el fichaje del de Terrassa como entrenador barcelonista. Un año después el equipo continúa en su viaje de reconstrucción y, sobre todo, vive un proceso de cambio de guardia que se ha ejemplificado por todo lo alto con la marcha de Gerard Piqué.“No preveía esta situación. Llegué con toda la ilusión del mundo. Te toca decidir cosas sobre la marcha que no son agradables. Pero estamos aquí por el bien del club”, razonó Xavi.
Si el entrenador se apoyó mucho en su aterrizaje en los veteranos del equipo, aquellos con los que había coincidido vestido de corto, ahora las tornas son bien distintas y ya ha habido partidos esta temporada sin ninguno de los capitanes en la alineación. ¿Política de club? Sin duda. Pero también decisión de Xavi, que insiste en que son un equipo a la hora de planificar las directrices deportivas de la entidad.
La pasada campaña Piqué jugó hasta con evidentes dolores, como ocurrió por ejemplo en el encuentro de Anoeta. Era del todo imprescindible, incluso mermado físicamente. Esta campaña hasta Marcos Alonso le ha pasado por delante en algún partido para formar como central cuando es lateral izquierdo. De fundamental a residual.
Tras el desplome del Barça en los últimos partidos de la Liga 2021-2022 Xavi realizó una radiografía descarnada de la plantilla, pidió una serie de fichajes que en su mayoría fueron contratados por la directiva y le comunicó a Piqué que su papel sería poco menos que testimonial si se quedaba.
No se puede decir en ese sentido que el entrenador no fuera franco con él y que no haya cumplido en la práctica con el mensaje que le trasladó, aun a costa de que la relación entre ambos quedara lógicamente tocada. Después de muchos años de relación y de ser compañeros entre el 2008 y el 2015 el final entre Piqué y Xavi no ha sido fluido. No ha habido un término medio. De titularísimo pasó a ser el último recurso.
Después de 55 partidos, con 32 victorias, 11 empates y 12 derrotas, el Barça de Xavi continúa un año después buscando la consolidación entre importantes turbulencias, como la eliminación en la Champions.
Se está construyendo otro proyecto y en él los veteranos, por ley de vida y por masa salarial, tienen que ir desapareciendo de escena. Piqué ya ha dado un paso adelante y de Busquets, el único que mantiene la titularidad, se espera que termine su contrato a final de temporada y emprenda rumbo a la aventura americana.
También finaliza su relación contractual en junio Sergi Roberto, que si permanece en el club es por deseo expreso de Xavi porque la directiva ya le habría dado puerta el pasado verano. Como intentó colocar en el último mercado a un Jordi Alba que también ha perdido la titularidad ante la irrupción de Balde y la llegada de Marcos Alonso.“Da pena ver cómo hay compañeros y amigos que se están despidiendo del fútbol. Pero ojalá podamos construir una nueva generación dorada, tenemos muchos jugadores jóvenes”, concluyó ayer el entrenador.
Joan Vilà: "Las urgencias no le han ayudado"
“Las urgencias de títulos no le han ayudado. Pero Xavi es la persona adecuada. Si alguien puede cambiar la situación por su conocimiento del fútbol y el club es él”, explica a este diario Joan Vilà, uno de los padres futbolísticos del entrenador blaugrana, que cree que “no se ha trabajado bien la base”. Para Vilà el equipo está mejorando. “Todo es un proceso, no tiene nada que ver el equipo que se encontró con el que tiene ahora. El juego ha mejorado pero la plantilla evidentemente es mucho más buena. El año pasado con lo que tenía era imposible conseguir nada. Y ahora lo que hace falta es crear un equipo. Hace falta que entiendan que se ha de jugar de una forma determinada”, subraya Vilà, que considera que se han ido perdiendo eslabones por el camino. “Si se hubiera trabajado a tiempo tendrías jugadores de 23-25 años que se habrían consolidado. Como pasó con Xavi e Iniesta. Ahora despedimos a Piqué, Busquets y Alba y nos encontramos que los siguientes son Gavi, Pedri y Eric Garcia, que son buenos pero que son el futuro, no los bastiones de un equipo que ha de ganar la Champions”. / A. Martí