Uno por la autopista, el otro entre baches

POR LA ESCUADRA

Los caminos del pelotón son inescrutables, pero el Madrid recorre uno que parece una autopista. Ha hecho los deberes en la primera fase de Champions, donde se ha impuesto sin pestañear a sus rivales, caracterizados por la debilidad. Por distintas razones, Shakhtar, Celtic de Glasgow y RB Leipzig configuraban una bicoca de grupo, el aperitivo perfecto para que el Madrid se evitara tensiones en esta selva de calendario, con el Mundial de Qatar a cuatro pasos. Sin estrés y buenos jugadores pasó con éxito por Getafe, frecuente escenario de partidos ásperos, trabados y feos.

Militão no permitió el partido que había diseñado el Getafe. El brasileño atacó por el primer palo, se levantó con la potencia que le caracteriza y clavó un cabezazo inapelable. Modric le dibujó el centro perfecto. Era el segundo minuto de un partido de carril para el Madrid. El Getafe, que había venido a defenderse y a agotar la paciencia de los jugadores de Ancelotti, se encontró en la tesitura opuesta: tenía que atacar a un equipo sin la menor prisa.

La gestión del Madrid fue impecable. Corrió lo justo, impidió cualquier travesura a su rival y manejó el juego sin despeinarse. No se distrajo, no cometió errores y no deslumbró. Hizo un trabajo muy profesional, sin desgaste y con la ausencia de Courtois y Benzema, los dos jugadores más importantes de la temporada anterior. Por encima de la victoria, destaca el cambio de tesitura de un equipo que el pasado año comenzó el campeonato con una media de edad de 29 años. Bale, Benzema y Hazard fueron titulares en el partido que disputó en Vitoria, primero de la temporada anterior. En Getafe se alinearon Valverde (24 años), Rodrygo (21) y Vinícius (22). Jugadores que llegaron muy jóvenes al Madrid y se han curtido en uno de los más exigentes escenarios del fútbol, criticados en ocasiones, desacreditados en otras, pero decididos a prosperar en el fútbol y rodeados de excelentes maestros. Hoy por hoy, los tres son decisivos en el excelente desempeño del Madrid.

Se hablaba de evolución o revolución en el Madrid, pero ese dilema lo resolvieron de manera magistral los veteranos. Lejos de perder vigencia, Modric, Kroos y Benzema se han erigido en diligentes protectores de esos aprendices que ahora apuntan a maestros. Pocas veces se ha visto una contribución más eficaz y constante. En Getafe, Modric, ya con 37 años, se desplegó por el campo con tanta intensidad como sabiduría. Recorre kilómetros sin pausa, como un keniano, y los recorre mejor que nadie, a golpe de talento y clase. Si el Madrid transita por una ruta plana y despejada, favorecida por sus resultados en Europa y unos rivales de medio pelo, el Barça acaba de comprobar el efecto de sus derrotas en Munich y Milán, que le obligarán a un esfuerzo homérico para mantenerse en la Liga de Campeones y no abocar al club a una catástrofe económica, de consecuencias imprevisibles. También cambia su narrativa en la Liga. Los excesos de tensión son malos en la vida y en el fútbol. El Barça no es capaz de abandonar su melancólico bucle en Europa y sufre las consecuencias en el campeonato nacional, donde no puede perder pie con el Madrid, menos aún antes del próximo partido en el Bernabeu. Llega el Celta al Camp Nou y no es un equipo cualquiera. Cada año se guarda un par o tres de partidazos fuera de Balaídos, no importa el campo y el rival. Con la atención puesta casi exclusivamente en el duelo con el Inter, una finalísima en toda regla, el Barça se enfrenta a un competente rival y a su propia capacidad para salir indemne del bacheado trayecto que se le avecina.

Real Madrid players celebrate their opening goal scored by Real Madrid's Brazilian defender Eder Militao during the Spanish League football match between Getafe CF and Real Madrid CF at the Coliseo Alfonso Perez stadium in Getafe on October 8, 2022. (Photo by OSCAR DEL POZO CANAS / AFP)

El Madrid celebra el gol que le dio el triunfo en Getafe

OSCAR DEL POZO CANAS / AFP
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