Los italianos celebran el pase a la final como una liberación nacional

Eurocopa 2021

Vistas las celebraciones de este martes por el pase a la final, de ganar en Wembley el domingo Roma podría sufrir un terremoto

Horizontal

Los italianos celebran el pase a la final de la Eurocopa en la plaza Venezia de Roma

ANGELO CARCONI / EFE

Vistas las celebraciones de este martes por el pase a la final, de ganar en Wembley el domingo Roma podría sufrir un terremoto.

Los italianos se sabían favoritos: se lo decían a cada español que se encontraban. No había otro tema de conversación que el duelo en la Eurocopa. “Vosotros sois fuertes pero nosotros este año somos un equipo de verdad”, repetía el domingo el propietario de un restaurante perdido al norte del lago de Bolsena.

Las calles de la capital se llenaron al unísono de conductores agitando banderas y de ruido de cláxones

Cuando llegaron a la prórroga ya no estaban tan seguros. En el horno de la canícula romana el mejor lugar para ver el fútbol es en las terrazas de los restaurantes o en los terrados de los edificios. En un bloque del barrio de Testaccio, donde apareció hace unas semanas un retrato de Mourinho subido en una Vespa, conectaron en el terrado un televisor con un alargador al piso de abajo e invitaron a todos los vecinos. Con el golazo de Chiesa los niños se regocijaban agitando con energía sus banderas tricolores ante el grupo de españoles presentes. Al empatar Morata, muy conocido en este país, se callaron de golpe. Gianluigi (Gigio) Donnarumma en los penalties se convirtió en héroe nacional. “¡Santo subito ”, exclamaban, celebrando al jovencísimo guardameta de solo 22 años, digno sucesor de Gigi Buffon. Echaban de menos a Spinazzola, el lateral romanista que se rompió el tendón de Aquiles. Jorginho marcó el último con tranquilidad y el Testaccio estalló de júbilo.

Lee también

España cae con la cabeza alta contra Italia en los penaltis

Redacción
España juega de inicio ante los transalpinos con Unai Simón, Azpilicueta, Laporte, Èric García, Jordi Alba, Sergio Busquets, Koke, Pedri, Dani Olmo, Ferran Torres y Oyarzabal.





SUSCRÍBETE al canal de la Selección Española de Fútbol

El ritual de celebración italiana sigue sus pautas. Primero se asomaron todos a cantar desde las ventanas el himno de Mameli. Tras elfinal estaba claro lo que había que hacer: subirse a los coches y a las motocicletas con banderas y bocinas. El Lungotevere, la gran avenida que recorre la orillas del Tiber, se llenó de hinchas. “ Ti voglio bene! ”, gritaban a los otros conductores. Cientos de personas se aglomeraron en las calles del Trastevere. En la plaza de Campo dei Fiori encendieron bengalas. Pasada la una de la madrugada todavía se escuchaban los cláxones desde las casas.

Horizontal

Algunos aficionados se subieron al techo de un autobús, en Roma

ANGELO CARCONI / EFE

En Nápoles hubo fuegos artificiales, en Turín algunos hinchas se subieron a autobuses públicos para bailar la victoria. Parecía una especie de liberación nacional después de la pesadilla que sufrieron en el 2018, cuando Italia no logró clasificarse para el Mundial de Rusia.

La prensa también lo está disfrutando a lo grande. La Stampa abría ayer en portada con un “Carramba, qué Italia”, homenajeando a su manera a la futbolera Raffaella Carrà, hincha del Juventus, fallecida inesperadamente este lunes a los 78 años, y uno de los tantos puentes que unen Italia y España. La decisión de poner A far l’amore comincia tu durante los calentamientos en Londres fue aplaudida en las redes. Un reportero de televisión la cantaba en directo entre los tifosi que habían acudido al estadio a animar a los suyos. “¡Fiesta!”, titulaba el milanés Gazzetta dello Sport , en otro guiño a la venerada reina de la televisión italiana. El Corriere dello Sport se decantó por una fórmula más clásica: “Dios es italiano”.

Eso sí, si los italianos celebraron la caída de Francia como un triunfo, ayer todas las televisiones destacaban el buen juego de España y su saber perder. El más querido aquí es Luis Enrique, a quien conocen bien tras su paso por el banquillo del Roma. Los comentaristas ensalzaban durante su retransmisión el trabajo del seleccionador y también recordaban su valor por regresar al volante tras la terrible pérdida de su hija Xana. La imagen de Luis Enrique bromeando con Federico Chiesa fue definida como el espejo del buen ambiente entre ambos equipos. En definitiva, decían, más que una batalla por la final, el martes se jugó un partido de fútbol.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...