Cuando un rival iguala tu sistema, generar el peligro se resume, en gran parte, en superar a tu marca. Algo que se puede hacer con conducciones, con fintas, con triangulaciones y, sobre todo, con regates. Si el adversario, como el Valladolid, te reduce los espacios a la espalda de la defensa, la zona más favorable para hacerlo son las bandas. Y el Barça no regateó nada por fuera en el encuentro de ayer. Los blaugrana llegaron al final de la primera mitad con tan solo seis intentos de regate (únicamente tres con éxito), pero ninguno de ellos en banda. Y es que no sirve de nada llevar el balón al extremo si no supone una amenaza real. Ante bloques bajos se necesita más desborde de los jugadores de banda.
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