La Covid empobrece al fútbol
El reportaje
Los clubs profesionales han de apretarse el cinturón con economías a la baja en un futuro muy incierto
El fútbol profesional se prepara para tiempos duros. La crisis provocada por la irrupción de la
Covid-19 afectará mucho más a los clubs poderosos que a los modestos, cuyas economías se basan en los derechos de televisión, que no peligran mientras se siga jugando. Andrea Agnelli, presidente del Juventus y de la Asociación Europea de Clubs (ECA), cifró la bajada de los ingresos entre la temporada y pasada y la actual en unos 4.000 millones de euros, lo que supone una caída del negocio en torno al 11%.
En unas declaraciones efectuadas en la 24 Asamblea General de la ECA, celebrada la semana pasada en Turín, el magnate italiano llamó a la unidad para hacer frente a la pandemia: “Creo que el último año ha sido el más complicado en la historia de nuestra organización. Estamos experimentando un momento de máxima tensión, pero también estamos aprendiendo a compartir las opiniones que tenemos sobre el futuro. Normalizar el fútbol será difícil dentro y fuera del campo”, añadió.
El campeonato español es uno de los que más ha sufrido en esta crisis. La Liga se empeñó en terminar la temporada pasada y lo logró cuando pocos lo esperaban. Mucho de ese logro tiene que ver con el empeño de su presidente, el controvertido Javier Tebas, uno de los partícipes de los Pactos de Viana, un acuerdo entre LaLiga, la Federación Española y el Consejo Superior de Deportes (CSD).
LaLiga tiene una estimación del coste en la merma de ingresos de la temporada pasada y la actual. Tebas habla de una pérdida de entre 500 y 600 millones de euros (mil millones en el peor de los casos), dependiendo de muchos factores. Uno de ellos, y no precisamente el menor, es que pueda existir la vacuna a fines de este año o comienzos del siguiente, algo que está muy vinculado a la vuelta del público a los estadios, una posibilidad a la que el Gobierno se muestra muy renuente y que Tebas cree posible a partir de enero o febrero.
La patronal entiende que el fútbol español está en una mejor posición económica y con mejores instrumentos que cuando estalló la crisis del 2008. Los clubs se refieren a la venta centralizada de los derechos de televisión, que garantiza a los modestos un mínimo de 40 millones por temporada.
Con todo, Tebas no se anda con chiquitas. Su previsión es que los clubs esta temporada tengan que recortar 400 millones de masa salarial ante una caída del negocio estimada del 13%. Esto ya se está viendo en el mercado de fichajes, cuya ventana de mercado se cierra el 5 de octubre y que se espera que sea un 50% menor que en la temporada pasada. En la última los clubs españoles ficharon por unos 1.300 millones de euros; en esta van por los 300 a falta de tres semanas para el cierre.
Entramos en vacas flacas después de once años de crecimiento ininterrumpido. “Ya no se habla de quién gana más dinero sino de quién pierde menos. Se trata de preservar el modelo de negocio”, dicen en la Liga.
Aquí no se escapa nadie. Los clubs modestos han tenido que acudir a los ERTE y los poderosos han pedido a sus plantillas que acepten de mejor o peor grado una rebaja de sueldos obligada ante la reducción del ticketing, los activos que da el merchandising de sus tiendas y museos o la ausencia de las giras de verano.
Caída de ingresos
El Barcelona y el Madrid perdieron cada uno 200 millones de euros durante la temporada pasada
Una mirada a los dos grandes del fútbol español evidencia la gravedad de la situación. El FC Barcelona se ve abocado a una economía de mínimos entre los próximos dos y cuatro años. Si las estimaciones antes de la pandemia cifraban los ingresos del ejercicio actual en unos 1.100 millones de euros (el mayor presupuesto de la historia del club) el objetivo actual rebaja claramente esa cifra en 300 millones y la deja en unos 800 millones. El club azulgrana calcula que entre el 14 de marzo, inicio del confinamiento, y el 30 de junio, tuvo un descenso en los ingresos estimado en unos 200 millones de euros.
El Real Madrid tampoco es ajeno ni mucho menos a esta situación. Al club blanco la pandemia le ha pillado enfrascado desde el verano del 2019 en la remodelación del Santiago Bernabeu, obras que se han acelerado a pesar de la irrupción de la pandemia, lo que le ha acarreado numerosas críticas. El Madrid tuvo durante la temporada 2019-20 una previsión de ingresos de 822,1 millones (757,3 millones el anterior ejercicio). Los del actual ejercicio rondarán una cifra de ingresos estimada en unos 650 millones y ya se prevé que la reducción de los ingresos estará en torno a los 175.
Para cerrar el balance de la pasada temporada el Madrid tuvo que acordar con sus plantillas de fútbol y baloncesto una rebaja salarial del 10 % (hubiera sido del 20% de no haberse podido terminar la Liga). El Madrid cifra la merma de dichos ingresos en unos 200 millones (igual que el Barcelona), pero con la rebaja de sueldos de la plantilla pudo ahorrarse unos 40 millones.
El único club europeo que por ahora ha escapado a la atonía general ha sido el Chelsea del magnate ruso Roman Abramovich, que se ha gastado 170 millones en tres jugadores: Timo Werner, Havertz y Ziyech. Paradigma de esta atonía es el Real Madrid, habitual animador del mercado con sus contrataciones galácticas y que está cerca de culminar el único verano de la era de Florentino Pérez sin ningún fichaje, salvo la recuperación a coste cero de los cedidos Odegaard y Lunin.
El Barcelona, que ha conseguido retener a Messi, tampoco se ha movido gran cosa este verano. Ha salido ganando económicamente con el cambio de Arthur Melo por Pjanic con el Juventus. Vendió al brasileño por 72 millones y adquirió al bosnio por 60. Aparte de este intercambio solo ha fichado a Trincao (31) y Matheus Fernandes (7), refuerzos ambos antes de que se declararse la pandemia.
Bazar paralizado
Solo el Chelsea, con 170 millones gastados, ha escapado a la actual atonía del mercado de fichajes
El tiempo de vacas flacas ha llegado para todos. El Juventus anunció la semana pasada unos números rojos de 71,4 millones; el Borussia Dortmund cerró su balance con un desfase de 44. En la Premier, la pérdidas para esta temporada se estiman también en unos 600 millones.
¿Junto con los traspasos millonarios se podrá meter mano a los sueldos de las estrellas de balón? No es una pregunta que ahora mismo se pueda responder. En el último informe financiero de la ECA se aborda este problema: Con la caída de ingresos, el peso de los salarios sobre los ingresos ordinarios pasará a representar el 65,7 % en la temporada 2019-20 y el 70,1% en la 2020-21, cuando el objetivo para estos dos años era que no rebasara el 63%.
Javier Tebas ofrece una receta de por dónde debe ir el futuro de los clubs en una entrevista al portal 2Playbook : “Diversificar en lo posible los ingresos, cuidar mucho a los patrocinadores, buscar nuevos partners y nuevas alternativas de comunicación con los aficionados y mejorar continuamente el producto que ofrecemos a través de la innovación y la tecnología”. “Y en Europa hay un hito muy importante a retomar –añade el presidente de LaLiga- como es la de la distribución económica de las competiciones de clubs de la UEFA. Debemos retomar las conversaciones sobre el modelo de gobierno europeo, donde, no lo olvidemos, las ligas domésticas somos el verdadero motor de la industria del fútbol”. De nuevo aquí la guerra nunca olvidada de Tebas contra el proyecto de super liga europea que lidera la ECA.
Tiempos muy difíciles. Con bastantes más incógnitas que soluciones. En LaLiga lo tienen claro: “Hay que reinventarse”.