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“Un tridente es el paraíso”

Familia Alcántara

Mazinho ganó un Mundial, Thiago lleva siete ligas seguidas y Rafinha tiene la Champions y se colgó el oro en Río. Los Alcántara transpiran fútbol

El beso. Thiago –izquierda– y Rafinha –derecha– besan a Mazinho. Los dos futbolistas han creado una fundación junto a sus padres. Su primer proyecto es en el Raval de Barcelona junto a la Associació Esportiva Ciutat

Alcántara Family Foundation

Mazinho es campeón del mundo. Thiago ha encadenado siete ligas seguidas, una con el Barça y seis con el Bayern. Rafinha es el único que tiene la Champions (2015) y se colgó el oro en Río de 2016. Pocas familias transpiran tanto fútbol como ellos. La Vanguardia los reúne en la presentación de la Alcántara Family Foundation.

Se cumplen 25 años del Mundial de Estados Unidos que ganó Brasil, ¿cuántas veces han escuchado esa batallita en casa?

Rafinha: Cada mes, diría (risas). Yo tenía un año y lo sé todo por las historias de mi padre y los vídeos.

¿Le gusta explicarlo, Mazinho?

Mazinho: No es eso. Viví unos momentos maravillosos en mi vida aquel 1994. Ahora haremos un homenaje en Brasil por el aniversario y estaremos todos los campeones. Me gusta comentar porque hubo situaciones buenas, malas, divertidas… de todo. Y son vivencias que yo les puedo transmitir.

R: Pero es que es una Copa del Mundo. Tener un padre campeón del mundo no lo pueden decir todos los futbolistas. Su ejemplo me ha llevado adonde llegué. Pero en casa hablamos poco de fútbol. Comentamos después de los partidos. Pero yo prefiero hablar de cosas personales con mi padre. Thiago es más amante del mundillo.

Thiago: Los éxitos son superficiales. Lo que cuenta de verdad es cumplir sueños. A nivel individual siempre te marcas objetivos, y lograr ganar un Mundial es lo máximo. Pero hay temas más importantes para hablar con un padre o un hermano.

M: Es importante tener presente el fútbol siempre porque se juega como se vive. Pero está bien que en los momentos más relajados con la familia el fútbol pase a ser secundario. Hay que saber vivir experiencias fuera. La vida no es sólo el balón.

Cuando empezaban, usted decía que Rafinha era el que se parecía más a usted. Pero ahora Thiago ha dado un paso atrás y Rafinha se ha lanzado al ataque.

R: Nosotros marcamos más goles.

M: Rafa aún tiene mucho que aprender de mí (Risas). Los dos son completamente diferentes a mí. Yo era un jugador que abarcaba mucho campo para ayudar tácticamente pero me gustaba tener el balón. En el Celta y el Valencia yo organizaba también. Eso se parece a lo que hace Thiago. Pero ellos son jugadores más incisivos, ofensivos y verticales. Buscan siempre la situación de gol o la asistencia. Yo estaba más lejos del área. Lo mío era trabajar y de vez en cuando acertaba con un tiro desde fuera del área.

R: Mi hermano juega más atrás en el Bayern y sí que se parece a la hora de distribuir el juego.

T: Nadie se puede parecer a este monstruo. Era muy bueno. Para mí y mi hermano ha sido un espectáculo poder verle jugar en un campo. Una gozada.

M: Como yo era ambidiestro, uno me salió diestro (Thiago) y otro salió zurdo (Rafinha).

Pero uno eligió Brasil (Rafi-nha) y otro, España (Thiago).

M: Yo animo a los dos. Soy feliz porque tengo dos campeones en casa.

¿Cuándo dejaron de ser los hijos de Mazinho y usted pasó a ser el padre de Thiago y Rafinha?

M: No me fastidió. Yo dejé de ser importante cuando me retiré. Cuando dejé de jugar pasé a ser el padre de mis hijos. Pude estar con ellos y pasar con ellos fines de semana, algo que yo nunca tuve en activo. Ahí me divertía, haciendo kilómetros con el coche detrás del autobús de sus equipos, para mirar sus partidos. Nunca me molestó porque es la realidad: yo soy pasado y ellos son presente y tengo que disfrutar de sus carreras.

Y dentro de 20 años, ¿el abuelo de Gabriel?

M: Ojalá yo esté en condición de ver a mi nieto hacerse profesional. Sería otro sueño realizado del abuelo.

R: Ojo porque es zurdo, como el tío guapo.

T: Mi hijo va a ser lo que él quiera. Será criado con los valores que hemos tenido en casa, en la libertad de elección pero en las consecuencias que tiene lo que se escoge. Seguro que nos vamos a tener que tragar kilómetros mientras sea pequeño. Llegar es un camino muy largo.

Siendo la familia tan importante para ustedes, imagino que entendieron a Luis Enrique.

T: No hay menor duda de que primero va la familia. En todo.

M: Eso está claro. Un padre sabe la dificultad que tiene criar una familia. No hay precio. lo más importante es estar con tus hijos. Hay que estar a su lado. Todo lo que te pueda dar el exterior no compensa cuando tienes un problema familiar.

R: Lo peor que te puede pasar es algo así. Siempre se desea que el mal le pase al padre antes que al hijo, para que no sufran.

Los dos trabajaron con Guardiola. ¿Qué le hace ser el mejor?

T: Es como preguntar qué tiene Messi para ser el mejor. Es único. Es imperceptible porque sólo los genios saben lo que hacen para lograr lo que hacen. Hay mucho trabajo y cuida los detalles pero tiene ese don de genio. Eso lo percibe el jugador.

R: Yo tuve la suerte de debutar con él. Lo que más me sorprendió era que veía los partidos antes de que se jugaran. Te decía cómo ganarlos.

M: Por importancia de títulos nadie puede igualar a Zagallo, que tiene cuatro Copas del Mundo, entre jugador, técnico y asistente. Pero el fútbol que le gusta a Guardiola es espectacular. Pero es que además es ganador y consigue títulos.

Las lesiones también les unen.

R: Estoy 100% recuperado. Cuando pasas mucho tiempo lesionado sólo piensas en jugar hasta cansarte. Quiero tener continuidad.

Los tres son centrocampistas. ¿Qué piensan de tener una delantera con Messi, Suárez y Neymar como antes o con Griezmann?

R: Para mí es el paraíso para cualquier pasador y asistente. Son los mejores delanteros del mundo. Jugar con el tridente fue una suerte muy grande.

T: Nunca sobran los grandes futbolistas en un equipo. Todo buen futbolista que quiere venir debe ser bienvenido si aporta su calidad para el bien del equipo. Nadie viene a lucirse sino a sumar y ganar títulos.

M: En el Mundial de 1994 teníamos a Romário, Bebeto, Ronaldo, Raí, Zinho… Son jugadores que marcan las diferencias y te dan opciones magníficas. Los equipos no se pueden basar en un único jugador.

Thiago decidió irse a Alemania y Rafinha apostó por salir cedido al Celta y al Inter. ¿Se debe confiar más en los jugadores de casa?

R: No sé si debe cambiar pero tengo claro que esa debe ser la filosofía del club. Siempre se ha confiado en los canteranos. Es lo que el Barça inculca. Esta es mi casa desde los 13 años.

T: Desde cerca vemos más a la tremenda las cosas pero desde fuera se ve lo difícil que es sacar canteranos. Hay clubs que no los pueden sacar. En Alemania nadie los saca en esa cantidad. Estamos mal acostumbrados aquí por la generación anterior de la Masia. Pero después se le pide que compita en Europa hasta el final. A mí nadie me forzó o me convenció, yo tomé mi decisión.

M: Thiago cambió su objetivo y lo aceptamos. Fue a buscar su espacio y lo ha encontrado. Eso sucede.
Yo no echo de menos nada en su carrera.

R: Yo tengo contrato con el Barcelona. El año pasado también leía que había fichado por no sé cuántos equipos y seguí. Hablaré con el club. Confío mucho en mí. Si estoy bien, tendré muchas oportunidades.

T: Y todavía puede venir un tiempo mejor en el que podamos jugar juntos. No tiene que quedarse sólo en el pasado. ¿Por qué no jugar juntos otra vez?

R: Nos entenderíamos bien. Por nacimiento estamos obligados.