“Las mujeres deben ser tratadas con el mayor respeto. No significa no. Eso es así y debe seguir siendo sagrado”, escribió Mohamed Salah en su cuenta de Twitter. “También creo que muchos que cometen errores pueden cambiar para mejor y no deben ser enviados directamente a la guillotina, que es la salida más fácil”, agregó el futbolista egipcio.
Indicó, sin mencionar en ningún momento el nombre de su compañero, que “necesitamos creer en las segundas oportunidades...necesitamos guiar y educar. Rechazar no es la respuesta”. Salah se refería al escándalo sexual que involucra a su compañero de selección Amr Warda, quien fue ayer apartado del equipo después de que varias mujeres denunciaran al jugador por supuesto acoso en las redes.
Esta decisión tiene lugar después de que la semana pasada la modelo egipcio-británica Merhan Keller hizo públicas unas conversaciones con el futbolista de PAOK de Salónica griego a través de la red social Instagram en las que Warda insistía a la “infuencer” para que le fuera a visitar a Grecia antes de que se concentrara con su selección. Ante la negativa, la modelo aseguró que el futbolista la amenazó, además de llamarle “estúpida” y “ramera”, según las capturas de pantalla de la conversación difundidas por la propia Keller.
También otras mujeres denunciaron públicamente al futbolista a través de la red social Twitter, plataforma en la que aseguraron que Warda les envió vídeos con contenido sexual. Estas acusaciones de presunto acoso sexual llevaron al futbolista a eliminar su cuenta de más de 2 millones de seguidores en Instagram.
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