Un entrenador sin apoyo ni refuerzos
La prensa sabía hace tiempo que el club ya no contaba con Julen Lopetegui. No hubo ningún comunicado oficial de apoyo en los momentos en los que de forma unánime los medios de comunicación dieron por sentenciado al exseleccionador. Ni existió una declaración que abriera la puerta al adiós ni otra que la cerrara. El entrenador blanco se ha quedado solo en una crisis en la que los aficionados no le culpan de los malos resultados de un club que no planificó bien la plantilla.
Los cuatro centrales del Madrid son diestros. Se marcharon Cristiano y Kovacic y no fueron sustituidos por jugadores de su nivel. Lopetegui pidió a Lucas Hernández (Atlético) y a Rodrigo, ariete del Valencia o a Iago Aspas (Celta), pero no le hicieron caso. El Madrid fichó a un portero (Courtois) que poca gente creía que necesitaba; a un lateral (Odriozola) suplente; a un ariete (Mariano) con proyección y a un joven brasileño (Vinicius) sobrevalorado. El Barça, en el clásico, lo goleó también en jugadores de la cantera en el once inicial. Cinco blaugrana (Sergi Roberto, Piqué, Alba, Busquets y Rafinha) frente a uno solo blanco, Nacho.
El banquillo del Madrid, que había sido una de las claves para ganar la Liga que conquistaron con Zidane, ha pasado a ser poco resolutivo. Morata, James, Isco, Asensio o Varane eran suplentes de lujo en una plantilla que no se ha renovado a un buen nivel. Es cierto que al ganar las últimas Champions la decisión de cambiar cromos resultaba más difícil y que al final no es tan fácil fichar a jugadores top con capacidad para ser titulares en el Madrid o en el FC Barcelona. Los blancos, sin embargo, carecen de secretario técnico o de director deportivo que marque una línea.
La sensación es que la cúpula del Madrid no se ha creído a Lopetegui, que desterró a un preparador físico de Zidane que había logrado un buen tono físico de la plantilla. Cuando en todos los medios ya se comentaba la sentencia a Lopetegui no se produjo ningún apoyo oficial. La sensación es que el propio club filtró que prescindiría del entrenador después de perder en Moscú ante el CSKA.
El equipo blanco no ha jugado tan mal como los resultados han reflejado, pero el club ha vivido mucho tiempo del paraguas de Cristiano y la Champions, competición que no mide ni la regularidad ni el tono general del equipo. Cristiano y Ramos han sido básicos en aumentar el palmarés europeo de un equipo que ha destacado por explotar las mejores individualidades sin un plan especifico. Las encuestas de ayer no culpaban a Lopetegui de los problemas de un Madrid en crisis con poca paciencia. Pero Zidane se fue por algo y Cristiano, también. Los blancos hoy están llorando su ausencia.