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Anton Krupicka: “Las carreras son destructivas... pero son mi pasión”

“Si vamos demasiado lejos la montaña nos recuerda lo pequeños que somos”, dice el corredor de montaña

“Para disfrutar de verdad tiene que haber un componente de trabajo duro”

El estadounidense Anton Krupicka (Niobrara, 1983), uno de los mejores corredores de montaña del mundo, en la rambla Catalunya

Propias

Su aspecto engaña. Los vaqueros cortados a ras de rodilla, la camiseta de colorines sin mangas, chancletas, gafas de sol de espejo..., sugieren que ese treintañero bronceado que se pasea por Barcelona luciendo unas generosas melena y barba es un hippy, quizás un surfero con acento de Nebraska. Pero las maltrechas uñas de los pies le delatan. Es un hombre de montaña. Anton Krupicka ha cobrado notoriedad en el mundo de los ultramaratones por sus resultados (vencedor dos veces de la Leadvilley segundo en la Western States, ambas de 161 km, segundo en la Cavalls del Vent del año pasado…) pero también por su estilo; como Kilian Jornet predica el minimalismo, que en su caso se traduce en correr con lo mínimo, sin camiseta y con un calzado superligero. Licenciado en Filosofía, Física y Geología por la Universidad de Colorado, Krupicka recaló en Barcelona a principios de mes después de participar en el Ultratrail del Montblanc (UTMB), que tuvo que abandonar en el kilómetro 139 por la lesión en una pierna.

Se define como un corredor minimalista...

Sí, pero no es una cuestión de etiquetas, ni una declaración de principios, disfruto corriendo por la montaña con muy poco material. En la vida cotidiana tampoco necesito mucho, en verano vivo en mi camioneta y allí no caben demasiadas cosas.

¿Y durante una carrera, como el UTMB (168 km y 9.600 metros de desnivel), qué come?

En el UTMB tomé unos 15 o 20 geles, en los entrenos poca cosa.

¿Dieta a base de geles energéticos? Muy sano no debe ser...

En una carrera tu cuerpo necesita azúcar y los geles son cómodos, en un ultramaratón es cuanto necesitas. Y, bueno..., las carreras no son saludables

Sí, correr más de 100 km seguidos no lo debe ser mucho.

Las carreras son destructivas. Te lesionas mucho, estás cansado todo el tiempo. Es demasiado, pero es mi pasión, es lo que me gusta y es como disfruto en la montaña. Si quieres correr de manera saludable hazlo 30 minutos al día en lugar de tres o cuatro horas.

¿Qué busca en estas carreras?La gente se pregunta si realmente lo pasa bien corriendo 150 km de un tirón

Es una mezcla de placer y dolor. En el UTMB, durante los primeros 100 kilómetros disfruté, corrí cómodamente, hablaba con la gente, la noche era preciosa, el ánimo del público... Pero después es muy duro, tienes que tener la determinación de acabar y centrarte en ello. Y esto es lo gratificante, no todo tiene que ser divertido, para disfrutar de verdad  en las carreras y en la vida tiene que haber un componente de trabajo duro. Correr en la montaña tiene algo de primitivo, instintivo, es diferente a hacer footing.

Los ultracorredores deben tener un gran ego para soportar estas penalidades.

Hay que ser un poco arrogante para pensar que puedes superar cualquier obstáculo durante una carrera; a veces la montaña dicta otra cosa, te recuerda quien domina la situación y que hay que respetarla. Somos ambiciosos, pero cuando vamos demasiado lejos la montaña nos recuerda lo pequeños e insignificantes que somos. Por supuesto que hay un componente de ego, es bonito ganar y ser más rápido que los otros.

Correr descalzo, como hace de vez en cuando en los entrenos, o con un calzado superligero crea controversia.

Empecé a explorar esta técnica en el 2004 y mi filosofía ha cambiado bastante en los últimos tres o cuatro años, durante los cuales he pasado más tiempo en la montaña y he entrenado mucho menos descalzo. Si estoy en una ciudad como Barcelona, con parques, césped, playa, puedo correr descalzo pero es algo que no está en mi rutina porque estoy siempre en la montaña, donde esta técnica no es práctica si quiero ser rápido y eficiente, y para serlo necesito calzado con protección. Uso zapatillas con suela fina porque pienso que es fantástico para reforzar las funciones del pie y de los tobillos, pero no soy un fanático de ir descalzo.

¿Qué ha descubierto de si mismo corriendo en condiciones extremas?

Mi resistencia y poder para mejorar mi rendimiento; el control que tengo de la situación... Que en la montaña todo depende de ti y no debes confiar en los otros, darte cuenta que eres autosuficiente te da una gran fortaleza.

¿Ha influido la Filosofía en su estilo de correr?

Ha influido en mis motivaciones para correr, no en la manera de hacerlo. Mi deseo es ser tan libre como sea posible y la estética es importante, contemplar una montaña, decidir por dónde puedo subirla; me gusta el paisaje y acercarme a sus límites antes que seguir un sendero.

¿Qué opina del Summits of my Life de Kilian Jornet?

Quiere subir las montañas más altas, pienso que por motivos mediáticos. Kilian es el mejor corriendo pero tiene otras motivaciones en la montaña y las persigue, eso es lo que tiene que hacer y es envidiable.

¿Cuáles son sus primeros recuerdos de una carrera?

El primer ultramaratón, en 2006: acabé y me di cuenta que podía romper límites. Tuve esa misma sensación en mi primer maratón, a los 12 años, eso me inspiró y me permitió decir “yo puedo”.

¿Ha encontrado su límite?

En los ultratrails los límites no suelen ser físicos, sino de resistencia mental, pero siempre están cambiando, en el UTMB mi límite llegó a los 139 kilómetros.

¿Y Nolan’s 14 (161 km y 14 cimas de más de 4.200 metros, en Colorado, en un máximo de 60 horas), fue una de sus experiencias más duras?

Ese día (el pasado 24 de junio, abandonó cuando llevaba 13 horas y media corriendo, su objetivo era romper récords y cubrir la ruta en 30 horas) llegué al límite, pero el rendimiento que tuve no es mi límite. Los límites cambian cada día, una mañana las cosas van mal y a la siguiente pueden ir mejor; es la condición humana. Para crecer como persona tienes que ponerte retos constantemente, probar cosas nuevas. Si lo único que pretendes es ganar, ganar y ganar, hacer siempre lo mismo ¿qué consigues con ello? Nada. Tienes que buscar desafíos constantemente.

Hablando de desafíos, ¿ha pensado en profundizar en el alpinismo?

El alpinismo me interesa, pero no al mismo nivel que correr. De octubre a abril escalo en roca.

¿Hace algo relacionado con sus tres licenciaturas (Filosofía, Física y Geología) o se dedica a las carreras a tiempo completo?

Soy muy afortunado de ser un corredor full time, es mi pasión número uno, así que seguiré corriendo mientras tenga el apoyo de mis patrocinadores. Dicho esto, intento mantener un equilibrio en mi vida y leo, tengo curiosidad por otras cosas porque no puedes estar todo el tiempo pensando en correr, sería muy aburrido.

¿Qué lee?

Ficción contemporánea; obviamente, por mi formación, también he he leído mucho a los filósofos clásicos. Ahora lo que más me interesa es la ficción porque los escritores profundizan sobre la condición humana, que es lo que me preocupa.

¿Cuáles son sus primeros recuerdos de una carrera?

El primer ultramaratón (161 km), en 2006: acabé y me di cuenta que podía romper límites. Tuve esa misma sensación en mi primer maratón, a los 12 años, eso me inspiró y me permitió decir “yo puedo”.

¿Cuántos ultramaratones recomienda correr al año?

Dos es el máximo, mire que le pasó a a Seb Chaigneau en el UTMB, tuvo que abandonar. Este año ha corridola Hardrock,la Transgrancanaria… Creo que dos es lo máximo que puedes hacer bien. Timothy Olsson quedó cuarto en el UTMB pero habría podido ganar si hubiera tenido un buen día, probablemente estaba cansado (ganó este verano la Western States, de 100 millas, 161 km. Correr una carrera de 100 millas es lo más destructivo que puedes hacer.

¿Qué montañas le inspiran?

Vivo en Boulder (Colorado) y a 45 minutos de casa tengo montañas de más de 4.300 metros, son las más importantes para mi, las que mejor conozco. ¿Sabe cuántas cimas de más de 4.000 metros tenemos en Colorado?

Pues no

¡Seiscientas!

El patio de su casa de Boulder son los cuatromiles de Colorado, muy bien retratados en el documental que protagoniza, “In the High Country”, estrenado este verano en Estados Unidos. Pero cuando viaja a Catalunya para competir o para atender los compromisos con uno de sus patrocinadores, la firma Buff de Igualada, aprovecha para adentrarse en el Montseny, Montserrat o Collserola, además de rastrear el Barri Gòtic o el legado de Gaudí en Barcelona. Correr es lo primero, pero no lo único.