La magia de los vestuarios de Rosalía en la gala de los MTV VMA’s
Análisis
La cantante catalana se enfundó diseños elegantes y apostó todo a un color
Se preveía una noche pletórica en Nueva Jersey para la cantante Rosalía. Después de que saliera mencionada en la lista anual de éxitos del verano de los Obama, todo hacía indicar que la catalana se llevaría, al menos, uno de los tres MTV Music Awards a los que optaba.
Y así ocurrió. A gritos de “superestrella”, la voz que une a una generación subió al escenario junto al reguetonero J Balvin para recoger el galardón de Mejor Vídeo Latino por su tema ‘Con Altura’. Acababa de convertiste en la primera cantante española en conseguirlo. “Soy de Barcelona y estoy aquí representando a mi cultura. Gracias por dejarme cantar en español”, dijo cuando se subió al escenario.
Una Rosalía más elegante que nunca, con un vestido largo y negro de Burberry, con escote corazón y pequeñas incrustaciones de brillantes que se desprendían del vestido a modo lágrima. La catalana lo combinaba con unos guantes largos de terciopelo y unos pendientes de brillantes de tamaño extragrande. Para el cabello, coleta de caballo alta.
Minutos más tarde volvería a ese mismo escenario para hacer lo que mejor se le da. Las millonarias hermanas Hadid con un grito a coro dieron paso a “Ruosalíaa”. Los focos se apagaron y la voz de la cantante sonó en el Prudential Center con uno de sus temas más flamencos, A ningún hombre. Su puesta en escena quizás no fue la más esperada. No había un vestido pomposo, con volúmenes ni topos, ni tampoco un color neón ni un estampado llamativo.
Rosalía apostó de nuevo al negro, con un corsé de terciopelo con incrustaciones brillantes que esculpían su cuerpo y, debajo, un body semitransparente. Se enfundó unas medias tupidas de cuero como si fueran unas botas infitinitas y se calzó unas sneakers con pedrería. Eso sí, para su primera interpretación se cubrió con una capa negra con su nombre inscrito en la parte trasera, un alo de misterio y algo más de raza.
Por último, posó pletórica con su galardón con un mini vestido de terciopelo negro, del que colgaban cadenas de oro y un gran crucifijo. Rosalía suma y sigue “con altura” y sin vislumbrar ningún techo.