De ‘El Internado’ a chica Bond: así ha sido la evolución estilística de Ana de Armas

En apenas tres años, una vieja conocida de nuestro país gracias a la mítica serie El internado, pasó de protagonizar la comedia romántica Por un puñado de besos, junto a Martiño Rivas, a dar vida a Joi, compartiendo reparto con Ryan Gosling y Harrison Ford en Blade Runner 2049.

Ana de Armas se ha hecho un hueco en una industria que no permite el paso a cualquiera y que le ha proporcionado la oportunidad de evolucionar hasta llegar al momento cumbre: la confirmación de su papel como chica Bond. Más allá del plano profesional, la metamorfosis de la intérprete también se ha visto reflejada a niveles estilísticos.

En sus inicios, durante la época de El internado, las minifaldas, los vestidos con volantes y los vaqueros rectos eran algunos de sus básicos de fondo de armario. Armas se caracterizaba además por su flequillo recto que, poco a poco, fue aparcando.

Con los años refinó su gusto, algo que se hizo evidente en sus apariciones públicas tanto en las premières como en los eventos de moda a los que estaba invitada. Los minivestidos se habían alargado hasta convertirse en maxis, de falda plisada, y substituyó los brillos por estampados psicodélicos.

Durante el año 2014 fue cuando se vio una clara metamorfosis en Ana de Armas. Se cortó la melena al estilo bob y se paseó por las alfombras rojas promocionando Por un puñado de besos derrochando estilo y glamour.

Desde entonces, la actriz cubana se ha atrevido con conjuntos más arriesgados, como el minivestido con maxi hombreras que llevó en la gala de los Grammy latino en 2017 o, recientemente, con el vestido rojo de tirantes con incrustaciones brillantes en el escote y apertura lateral que lució en un evento de Campari en Milán.