Todo sobre el terciopelo, el tejido estrella de la temporada

Versátil por su elegancia igualada a la comodidad, el terciopelo ha vuelto a colocarse en el podio de las tendencias de la temporada, tanto para el día como para la noche. Pero, lo que solo los expertos saben es que existen varias versiones de este material aunque los profanos solo distingan entre ‘bueno’, ‘malo’ o ‘regular’.

Las fibras del terciopelo pueden estar hechas de seda o rayón y se combinan con una tela base de poliéster o nailon. Actualmente, este tejido está más presente que nunca en las tiendas gracias a su poder de atracción por sus colores, desde el clásico negro hasta el mostaza o el verde oscuro.

La estilista Anna Vallès explica a La Vanguardia.com que este material se puede combinar con casi todo tipo de prendas. “Queda muy bien con los tejidos tejanos y gasa. Si vestimos un terciopelo negro es ideal mezclarlo con otras prendas negras que sean de lana o una gabardina. Este tejido aporta mucho juego de contrastes entre el mate y el brillante y da un toque interesante al look”, apunta.

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En este sentido, la también estilista Ana Pérez afirma: “lo mejor es combinar este tejido más lujoso con prendas de cortes más clásicos. Por ejemplo, una chaqueta americana o un pantalón de sastre e incluso un complemento aterciopelado”.

Pros y contras de apostar por el terciopelo

Las profesionales aseguran que el terciopelo es un tejido que se puede llevar tanto de día como de noche, aunque se tiene que tener cuidado con la elección de las prendas, ya que algunas pueden modificar el cuerpo.

“La gente no suele apostar por un pantalón de terciopelo. Es una pieza bastante reacia porque aporta bastante más volumen y es complicada de lucir. Funcionan mucho más las prendas superiores que las inferiores”, apunta Pérez.

La estilista también afirma que el terciopelo en España no tiene tantos seguidores como por ejemplo en Gran Bretaña. “Los ingleses aman este tejido. En las tiendas y en los mercadillos se venden muchas prendas realizadas con este material y recuerdo que en los inicios de Topshop solo veías terciopelo. Aquí cuesta mucho más llevar piezas aterciopeladas. Creo que funcionan mucho más en los reportajes fotográficos que en la calle”, explica.

En España cuesta llevar piezas aterciopeladas. Creo que funcionan más en reportajes fotográficos que en la calle”

Ana Pérez

Otra pega que tiene este tejido es que es muy delicado y con el tiempo se puede pelar y manchar. “Es muy difícil eliminar las manchas y el brillo se pierde”, dice Vallès, que añade que es un material “bastante difícil” de fotografiar por su textura peluda.

“Me encanta el terciopelo por las sensaciones que ofrece cuando lo vistes y por su estilo, pero a la hora de utilizarlo en una sesión fotográfica hay un inconveniente, y es que chupa la luz y en la imagen no sale el color real. Nunca he hecho todo un editorial con este material, siempre he combinado estas prendas con otros tejidos precisamente para no tener este problema”, afirma.

Para Vallès, un punto a favor de las prendas elaboradas con este material es que son muy cálidas, blandas y muy agradables de llevar. “Mi pantalón favorito para lucir los fines de semana de invierno es un pantalón negro de estilo masculino de Armani, Hace muchos años que lo tengo. Cuando dejó de ser una prenda apta como pantalón urbano se convirtió en la pieza perfecta para lucir con un jersey e ir a caminar. Hace años, los payeses lucían este tipo de tejido para trabajar ya que es muy cómodo”, explica la profesional.

Prince fue el rey del terciopelo

El terciopelo fue uno de los tejidos estrella de los años noventa y Prince fue el mejor embajador de este material. “¡No ha habido artista que haya vestido más prendas de terciopelo que él!”, afirma Ana Pérez, que recuerda los trajes que lucía el cantante fallecido en abril de este año en el videoclip de Purple Rain.

Para las estilistas, este viaje al pasado no es casualidad, ya que según Vallès, “los noventa fueron una época exquisita para la industria. Fueron la antítesis de los años ochenta y surgieron las prendas minimalistas, las texturas lisas y los patrones limpios y geométricos. Estamos viviendo una época en la que se piden tejidos de calidad y cortes precisos”.

Ana Pérez también asegura que en la industria de la moda “está todo inventado” y por eso siempre se versionan aquellas prendas o tejidos que fueron tendencia en el pasado. “Creo que la moda da un paso atrás cuando busca creatividad. Siempre pasa cuando se atraviesa una época de sequía y pienso que viene bien mirar al pasado porque aporta un halo de optimismo a la sociedad y a la industria”, explica la profesional.

Cuidados y trucos para acabar con las manchas

El terciopelo es un tejido con el que se tiene que tener especial cuidado a la hora de mantener. Lo primero que se debe hacer si se quiere lavar es leer la etiqueta para saber si se puede poner en la lavadora. En caso afirmativo, no se puede utilizar agua caliente y se debe elegir un programa suave para no dañar el material. También se puede lavar a mano –siempre agua fría o tibia- con un detergente especial para prendas delicadas y no se puede ni frotar ni escurrir, siempre presionar suavemente para evitar deteriorar el tejido.

Las prendas de terciopelo nunca se pueden poner en la secadora porque se pueden encoger y dañar y tampoco se pueden planchar. Para quitar las arrugas, se puede aplicar vapor pero siempre al revés y a unos 15-20 centímetros de distancia. Para ahorrarse un posible disgusto a la hora de querer limpiar unos pantalones o una chaqueta elaborados con este material, lo mejor es llevar este tipo de prendas a la tintorería. Una opción poco económica pero más segura para mantener el tejido en buen estado.

En el caso de querer limpiar una mancha se puede preparar una mezcla de agua y alcohol de botiquín, mojar una esponja sin empaparla demasiado y pasarla, sin presionar mucho, por la mancha siguiendo la dirección del hilo del tejido.

También se puede mezclar detergente para ropa delicada con agua, mojar un pañuelo o trapo en esta combinación y pasarlo, sin frotar, por la mancha. Otra opción es dejar durante unas horas polvos talco sobre la zona afectada y cuando se sequen, retirarlos con la mezcla de agua y jabón.