¿Por qué incluso en Halloween las mujeres tienen que vestir sexys?
Sexismo
Los disfraces pensados para hombre y los de mujer esconden grandes diferencias
La imagen estereotipada de la mujer está presente en todos los ámbitos audiovisuales: en la publicidad, en las películas y series, televisión, revistas... Lo más común es encontrar un referente femenino que reúna características físicas como la belleza, la juventud, tono de piel claro y un físico que encaje con las famosas y reclamadas medidas de 90-60-90.
La imagen de lo femenino está asociada a estos patrones y la sociedad espera, en cierta manera, que las mujeres se asemejen a éstos. Por su parte, la población femenina sufre desde la niñez una fuerte presión estética. Princesas Disney a las que admirar, maquillaje como regalo de cumpleaños, ropa que no busca su comodidad sino una bonita apariencia, son algunos de los ingredientes estrella para crear desde temprana edad esa necesidad de ser y estar guapa. Mientras tanto, los niños juegan con monstruos de varias cabezas y de diferentes colores y sus ídolos son superhéroes que se dedican a combatir el mal y salvar a la humanidad.
Así, al ver que las mujeres consideradas “de éxito” - aquellas que aparecen en la gran pantalla y los medios - coinciden en ser bonitas, es fácil suponer que para ellas la belleza es un requisito, mientras que para los hombres no. Esto, sumado a la gran cantidad y variedad de productos de belleza femeninos que se pueden encontrar en el mercado, crea la falsa convicción de que hay que estar guapa los 365 días del año y las 24 horas del día.
Halloween no es una excepción en el calendario. Esta fecha tan esperada es la oportunidad perfecta para aparentar otra cosa, ser por una vez la que asusta y no a la que aterrorizan. Por la calle se pueden ver desfilar a los reyes del terror pero a casi ninguna reina: Chucky, Freddy Krueger, Jason de Viernes 13, entre otros.
Y es que si nos paramos a pensar, es difícil encontrar películas de horror con protagonistas femeninas, más allá de El Exorcista o Carrie. La falta de mujeres terroríficas y la esclavitud de la belleza lleva a una pregunta de difícil respuesta ¿es posible encontrar un disfraz femenino que provoque terror y burlar así las imposiciones estéticas estipuladas incluso en Halloween? La realidad es que no resulta nada fácil.
Comparativa entre disfraces femeninos y masculinos
Si se comparan los trajes femeninos y masculinos que actualmente están a la venta, es posible encontrar diferencias abismales entre ellos. Ya sean diablesas, momias o payasos, ellas suelen ir con mucha menos ropa - los escotes y las minifaldas son elementos muy presentes - y siempre lucen tacones. Además, por lo general, los disfraces van acompañados de un maquillaje impoluto y excesivo, así como de un peinado perfecto.
En la versión masculina de esos mismos disfraces, ellos lucen una vestimenta mucho más cómoda y que cubre todo su cuerpo, además de acompañarlo de accesorios como caretas o maquillajes que cumplen su función: asustar.
Como una imagen vale más que mil palabras, esta recopilación muestra ocho ejemplos que respaldan que, todavía hoy, la percepción en materia de género es muy dispar.