Qué es el ‘double cleansing’ y porqué está de moda
Rutina facial
La doble limpieza facial es clave para retirar todas las impurezas del rostro
El agua micelar, el gel exfoliante, el tónico, la crema hidratante, el serum... La industria de la belleza parece seguir empeñada en añadir más y más pasos a nuestra ya interminable rutina facial. Pero por larga que sea la lista de productos cosméticos disponibles en el mercado, hay una clasificación que los reduce a dos simples categorías: los multifunción y los específicos.
El ‘double cleansing’ o doble limpieza forma parte del segundo grupo, ya que divide en dos pasos una misma acción: la limpieza del rostro. Esta nueva práctica de belleza facial de la que no paran de hablar tanto marcas como ‘beauty gurúes’ pretende eliminar con dos tipos de productos toda la suciedad que se acumulan sobre la piel, como la grasa, la polución o los restos de maquillaje.
Lejos de ser una nueva tendencia de “producto milagro”, la doble limpieza consiste simplemente en una nueva forma de desmaquillarse y limpiar la piel mediante dos fórmulas diferentes. La clave está en retirar primero el maquillaje con un producto de base oleosa y a continuación utilizar un gel o bálsamo de composición al agua. Debido a la textura e ingredientes de estos productos, la rutina de doble limpieza suele estar más indicada para pieles secas o tirantes, en lugar de las grasas.
Primer paso: bálsamo desmaquillante
La primera fase de la limpieza está pensada para retirar, por un lado, todo el maquillaje y, por otro, el exceso de grasa que haya podido producir la piel. Para ello, y como el aceite solo se disuelve con otro aceite, es necesario aplicar por todo el rostro un bálsamo de tipo oleoso o mantecoso para deshacer todo lo que haya podido depositarse sobre la piel. A continuación, se retira con una toalla o un disco de algodón, consiguiendo además un efecto ‘peeling’.
Algunas de las marcas de cosméticos que ya han creado sus propias fórmulas de bálsamo desmaquillante son Clinique, con su popular ‘Take the day off’; Lush o Biotherm. A diferencia de éstas, Pixi se refiere directamente al término ‘Double cleanse’ con su limpiador facial, que contiene dos bálsamos en uno. Una opción mucho más natural y económica es utilizar el aceite coco como desmaquillante. El procedimiento es el mismo que con cualquier otro bálsamo y el resultado es muy similar.
Segundo paso: gel limpiador
Una vez la piel está libre de maquillaje y residuos de grasa, es el momento de aplicar un producto con base al agua, como la leche limpiadora o un gel jabonoso. Con este, se consiguen eliminar tanto células muertas, como polvo o bacterias que puedan encontrarse todavía en la superficie del rostro. En esta ocasión, la emulsión se utiliza para acabar de limpiar la piel, por lo que es posible retirarla con agua después de masajear la piel con ella.
Para este segundo paso, existen diferentes fórmulas, dependiendo de su composición y de las necesidades de cada piel. Mientras Kiko y The Body Shop optan geles limpiadores, Garnier ofrece un jabón matificante, para las pieles más grasas. También es posible decantarse por una opción más hidratante, como la leche limpiadora de Bella Aurora, que evita la sensación de tirantez. Para las pieles mixtas, Clarins ofrece una espuma limpiadora que aporta una sensación especialmente suave sobre el rostro.