La nueva colección de Givenchy redefine el concepto de elegancia y sofisticación
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La firma ha presentado sus propuestas para la próxima primavera y verano de 2019
El nombramiento de Claire Waight Keller como directora creativa de Givenchy no solo supuso el debut de la primera mujer al frente de la firma sino que también significo la aparición de la nueva colección tras la era de Riccardo Tisci. El diseñador italiano fue capaz de construir una estética propia que volvió a aportar la popularidad y liderazgo de la firma, tras años en un segundo plano, además de crear una auténtica masa de fieles seguidores.
Waight Keller lo tuvo claro desde un principio. Lejos de seguir con la estética propia de Tisci, la diseñadora británica se ha mantenido fiel a su propio estilo y ha vuelto a recuperar la esencia de la firma, constituida por la imagen de una mujer elegante y sofisticada. En la semana de la moda de París, la directora creativa ha presentado las nuevas propuestas de la marca para la temporada de primavera/verano de 2019, con una colección que sigue desafiando los límites del diseño y explora el desarrollo de prendas que juegan con los materiales y las técnicas de confección.
La industria de la moda de lujo está inmersa en un contexto de cambios. La aparición del athleisure, el predominio del street wear y la irrupción de una nueva generación de jóvenes han redefinido el estilo propio del lujo, cuestionando la estética sofisticada y conservadora para abrazar nuevos estilos más informales. Este panorama ha originado un debate entre las firmas que apuestan por una estética excéntrica y barroca, como Gucci o Balenciaga, y las que escapan de las tendencias para seguir innovando con las prendas, los materiales y las técnicas de confección bajo un mismo estilo refinado y clásico.
Entre las nuevas propuestas, Givenchy ha aportado una mezcla de estilismos que se mueven entre la reinvención del clásico traje de dos piezas y la incorporación de nuevas tendencias como monos y pantalones cargo acompañados de cinturones con un estilo industrial o el uso del logotipo en los accesorios. Waight Keller ha jugado con las proporciones a través de prendas con escotes de pico, tops con asimetrías y una apuesta por las hombreras y siluetas marcadas, un estilo inspirado en la moda de los años 80.
Con un total de 60 estilismos, la colección ha desplegado su imaginación a través de los vestidos con distintos diseños que jugaban con los materiales y el movimiento. Tras la aparición de una primera gama monocromática con modelos que alternaban cortes, tejidos plisados y asimetrías, los vestidos han evolucionado hacia otras versiones más sofisticados que alternaban distintos estampados psicodélicos con motivos abstractos y repletos de apliques brillantes.
La directora creativa ha vuelto a teñir las nuevas propuestas de una gama cromática oscura, con el predominio del negro y distintas tonalidades de azul. Con la aparición del amarillo ‘aspen gold’ como uno de los colores que apunta a convertirse en tendencia la próxima primavera y la recuperación del azul cobalto, las prendas han evolucionado desde una primera línea monocromática, pasando por el contraste de tonalidades y tejidos metalizados hasta llegar a conjuntos repletos de elaborados estampados.