Llenar la calle de réplicas de Kim Kardashian, la propuesta de Urban Outfiters para este Halloween

Halloween es una de las grandes celebraciones de Estados Unidos y en España se está asentando tímidamente. Mientras que en el otro lado del charco miles de niños se enfundan su disfraz más terrorífico para recoger caramelos por su vecindario, en este se convierte en una mera excusa para disfrazarse. Y no importa, si quiera, que el look haga referencia a un personaje de terror. Añadir un poco de sangre falsa a cualquier disfraz es más que suficiente.

Las tiendas especializadas y firmas más polifacéticas son conscientes de ello y cada año, por estas fechas, presentan sus disfraces estrella. Si el año pasado las calles se llenaron de Puigdemonts - fue el disfraz más repetido y mediático del 31 de octubre- éste amenaza con ser el Halloween de Kim Kardashian.

Urban Outifters ha lanzado esta semana un nuevo traje que ha rotulado como “Disfraz para Halloween de influencer”. Aunque la firma estadounidense ha evitado concretar, el look que presenta es claramente una réplica al que Kim Kardashian lució para la campaña de Yeezy en 2018. En esa misma campaña aparecían imágenes de celebridades como Paris Hilton imitando a la popular influencer y luciendo su mismo outfit.

Ahora Urban Outfiters recupera las zapatillas blancas, los leggins morados, el top deportivo, la sudadera holgada, las gafas extra grandes y la gorra para pasar desapercibida en un combo que se postula como el disfraz estrella para este Halloween.

Porque, ¿qué hay más terrorífico que una invasión de Kims? El disfraz, que también incluye una larga peluca rubia, está disponible tanto en sus tiendas físicas como online por 59 dólares, lo que vendrían a ser unos 50 euros.

Pero las peculiares propuestas de Urban Outfiters para la señalada fecha no acaban aquí. Para los hombres, la firma apuesta por un disfraz que emula a Bob Ross. El pintor estadounidense y estrella televisiva en la década de los 80 gracias a su programa ‘The Joy of Painting’ es permanentemente parodiado por la industria del entretenimiento. Este homenaje, o parodia depende de como se mire, cuesta 30 euros e incluye una peluca afro y rizada junto con una barba, rasgos característicos del artista.