Simone Porte Jacquemus, el ‘outsider’ que está revolucionando la moda

Desde hace ya tres temporadas está señalado como uno de los talentos con mayor proyección de la industria de la moda. En el 2015 ganó el prestigioso premio LVMH prize y desde entonces su fama ha crecido como la espuma. Ahora tiene en Solange y Rihanna (y en todas las it girls que realmente quieren destacar, incluidas Lolita Jacobs y Emily Ratajkowski), a auténticas fans de su moda distinta.

Pero la entrada de Simon Porte Jacquemus, sin duda la última gran revolución de la costura aunque los no iniciados todavía no lo conozcan, en el estricto círculo de profesionales admirados no fue nada sencilla. Vistiendo a sus amigos (y a su madre: el primer modelo lo construyó para ella de niño con unas cortinas de casa) y mediante happenings callejeros comenzó a hacer ruido. Y a ser escuchado: Al comienzo intentaron desacreditarlo diciendo que copiaba a Maison Margiela y a Comme des Garçons, que es la casa en la que comenzó en el departamento de ventas, o de que sus prendas no estaban bien construidas.

¿De dónde ha salido este chico? Pues este outsider nació en 1990 en la campiña francesa. Vivió, dice él mismo “descalzo, rodeado de soledad, de burros y de caballos y de girasoles y puestas de sol”.

También él declaró a Business of Fashion no hace demasiado que “mucha gente aún cree que Jacquemus es un chiste. Que no es una firma seria porque yo no soy tan serio”. Pero él se lo toma muy en serio y grandes del retail como Selfridges, Nordstrom y Net-a-porter le han dado espacio para sus colecciones. Es decir, que de broma, nada.

En el 2009 creó su propia marca. Tenía 19 años. Y decidió hacerle un homenaje a su madre, a la que perdió demasiado pronto (cuando ella tenía 42 años falleció en un accidente de coche). Optó por tomar su apellido de soltera y comenzar a trazar su estilo francés a base de rayas bretonas pero con un toque surrealista. Y acompañarlo todo con la luz, la música y la historia con que este creador imagina y concibe todas sus colecciones.

Jacquemus siempre ha vivido obsesionado por los mensajes que transmiten sus diseños. Hasta el punto que en el 2016 desveló en una de sus primeras entrevistas que pidió a sus padres hacer la comunión primero (y pensó en ser sacerdote después) sencillamente porque estaba obsesionado con sus sotanas. Por la misma razón, por el uniforme, luego quiso ser militar. Y después abogado...

Cree que la moda es poesía. Pero que también es un negocio. Así que resume que “vendo poesía” y, como hijo de la era digital que es se apoya en sus más de 400.000 seguidores en Instagram. Ahí, en Instagram, fue de los pioneros en elaborar Stories con tres imágenes (con la hora estampada, que son de lo más imitado en la red) y en potenciar los sombreros de paja de talla hiper dimensionada que causan furor entre las influencers, con Emily Ratajkowski a la cabeza. También su equipo más cercano lo ha contactado en el ciberespacio. Como la influencer Jeanne Damas (se conocieron en Tumblr); su director comercial Fabien Joubert y hasta su novio, el cineasta y fotógrafo Gordon von Steiner, con quienes conectó online por primera vez.