Ha llegado el día en que el grupo de los Cavallets de Mar empiecen a nadar sin burbuja. Uno de los niños tiene miedo y no quiere lanzarse al agua, de manera que el monitor lo tranquiliza con un abrazo y un beso. Este es el detonante de la obra El principi d’Arquimedes, de Josep Maria Miró, que se estrenó en el 2011 y ahora llega al Espai Texas.
Entonces se vio en pocas funciones en Catalunya y, a pesar de ello, ha acabado teniendo éxito por todo el mundo. Por ello ahora, con más connotaciones sociales que entonces, se estrena una nueva versión, que ya no dirige el propio Miró, sino Leonardo V. Granados. “A mí ya no me toca dirigirla, y creo que tiene que ser una persona joven quien lo haga –declara el autor–, porque yo habría sido conservador conmigo mismo y él ha cogido la obra desde otro lado. Leo no ha hecho una opción conservadora”.
“Cómo podemos crear modelos sociales más libres, pero más seguros”, se pregunta el autor
A raíz de las críticas que en el 2011 recibió por su obra anterior, Gang bang, Miró recuerda: “De algo que no se había estrenado, se decía que tenía que prohibirse, y la función acabó siendo atacada. Por ello tenía ganas de escribir algo hablando de lo que estaba pasando con los espacios de libertad”. El dramaturgo avisa de que no va sobre la pederastia: “El supuesto abuso es un motor para hablar sobre otros temas”.
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Eric Balbàs,Sandra Monclús,JordiCollyMarc Tarridaen El principi d’Arquimedes
El objetivo es la reflexión sobre qué sociedad queremos: “Me gustaría transmitir al espectador la pregunta sobre cómo podemos crear modelos sociales más libres y, al mismo tiempo, más seguros. O sea, cómo encontrar el equilibrio para seguir generando espacios de comodidad y seguridad, pero al mismo tiempo donde aún se puedan producir gestos de afectividad, espontaneidad y libertad”. Y añade: “La obra no es la reconstrucción de un crimen, ni es un thriller, sino una excusa argumental para hablar de cosas más profundas y complejas”.
La obra sigue abriéndose camino, ahora con nuevos montajes en Colombia y Argentina, que en este caso ya incorporará la modificación que se ha hecho en la última escena, a raíz de una sugerencia del director.
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Sandra Monclús junto a Tarrida en una escena de la obra
“Leo me propuso reescribir una escena. Es la misma obra, pero proviene de un proceso de reflexión del director y los actores, que me han ayudado a revisitar el texto. La escena es la misma, pero ajustada a la actualidad, de manera que aparece la palabra protocolo. El indicio es menos y, en cambio, hoy es más peligroso porque el mundo ha cambiado. El teatro siempre tiene que dialogar con su tiempo”.
“Se trata de un texto profético sobre lo que ha acabado pasando con la cultura de la cancelación”
Leonardo V. Granados considera: “Se trata de un texto profético sobre lo que ha acabado pasando con la cultura de la cancelación. Miró supo captar el miedo, en esta estructura desordenada y fragmentada, que es como recibimos la información en el mundo actual. Lo que ha cambiado desde el 2011 son los protocolos y la cancelación. También las redes sociales han evolucionado, las lapidaciones públicas se hacen en internet, que es un espacio de derechas. A Miró le gusta especular con el lenguaje. Quien tiene información y lenguaje tiene poder, decía Harold Pinter. Las palabras que más se repiten son: miedo, beso, asustar, hijos y padres”.
El principi d’Arquimedes es la primera producción del Espai Texas, donde se representa hasta el 27 de abril, con Marc Tarrida Aribau, Sandra Monclús Manchón, Eric Balbàs y Jordi Coll Serra.