Aunque el mito del jazzman como artista castigado y maldito sigue muy arraigado, lo cierto es que muchas leyendas del género han desarrollado carreras largas y estables. La generación del post-bop, continuadores del legado de los Coltrane, Monk, Davis o Mingus, cuenta con numerosos ejemplos. Uno de los supervivientes de aquella época es el pianista Kenny Barron, que se mantiene en lo más alto del firmamento de las teclas a la altura de otros gigantes vivos como Keith Jarrett o Ahmad Jamal. El de Filadelfia vuelve hoy a Barcelona y, en formato trío, desafiará al constitucional puente en una sala en la que además debuta: El Molino.
A sus 81 años, Barron colecciona colaboraciones con los más grandes desde los años sesenta y, pese a una trayectoria más que longeva, mantiene una actividad constante, demostrando que versatilidad y personalidad no tienen por que estar reñidos. De hecho, en esta última etapa ha mantenido el listón de álbumes ambiciosos y de notable éxito entre aficionados y crítica, como han sido el dueto con el célebre contrabajista Dave Holland, The art of conversation (2014), en el que dialogan con composiciones propias y alguna revisita a los standards; o el Concentric circles (2018), en el que hizo su debut con el sello Blue Note junto a su quinteto.
Kiyoshi Kitagawa y Jonathan Blake acompañarán a Barron en el directo de hoy
De hecho, Barron va a disco por año y tanto se atreve al piano solo, como en The Source (2023), como sigue explorando los confines sonoros del trío, probablemente su formato preferido, junto a sus inseparables Kiyoshi Kitagawa (bajo) y Jonathan Blake (batería). Ellos serán quienes le acompañarán en el directo de hoy y juntos han trabado una gran conexión merced de las numerosas sesiones y giras compartidas. Bajo el sello Impulse!, el Book of intuition (2016) cosechó una nominación a los Grammy y la crítica lo encumbró como uno de los mejores álbumes de trío de los últimos años.
El terceto también firma el reciente Beyond this place (2024), en el que se suman Immanuel Wilkins al saxo y Steve Nelson al vibráfono. En la línea de los últimos trabajos, es un compendio de composiciones propias y algún homenaje que repasa los corrientes del jazz que tan bien maneja Barron. El álbum cumple además una bonita tradición: incluir algún tema de Thelonious Monk en el repertorio, en un diálogo intergeneracional entre genios del piano siempre estimulante. Ni Wilkins (estará en El Molino en enero) ni Nelson acompañarán al trío hoy, pero es probable que la base del directo sea este último disco.
Los amantes del género ya disfrutaron de Barron en el pasado Jazz Barcelona. Y es que es un habitual en Catalunya, como revelan sus diez presencias en el Festival Jazz Terrassa, que le valieron un premio honorífico en 2019. Un viejo conocido de la afición local que no tiene previsto parar.