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Los misterios que envuelven ‘Abbey Road’, el último disco de los Beatles

50 aniversario

Este jueves se cumplen 50 años de la icónica fotografía de los cuatro de Liverpool cruzando el paso de cebra que ha pasado a la historia

La famosa portada del disco ‘Abbey Road’ de los Beatles

Iain Macmillan

11:30 de la mañana del 8 de agosto de 1969. Iain Macmillan tenía diez minutos para tomar una fotografía que sabía que sería recordada, aunque fuera por el mero hecho de ilustrar el que parecía que iba a ser el último disco de la banda. Sin embargo, no sabía hasta que punto la instantánea se iba a convertir en icónica. Era difícil de imaginar, y más no tratándose de un escenario paradisíaco. Fue tan sencillo como hacerla en la acera de enfrente de los estudios donde grababan.

Diez minutos hicieron falta para tomar seis fotografías. Cuando Macmillan las repasó y vio la quinta, decidió que era suficiente. Tampoco tenía margen a hacer mucho más, pues la Policía les había hecho el favor de parar el tráfico sólo un instante. Un trabajo aparentemente sencillo pero que logró captar la esencia de los de Liverpool. Cinco décadas después, son cientos de miles los turistas que hacen cola para repetir la escena.

Este jueves se cumplen cincuenta años de ese momento, que todavía hoy sigue envuelto de misterios. La Vanguardia revela algunas de las curiosidades de Abbey Road, el que fue el último trabajo de la banda.

Iba a llamarse Everest

El título original del álbum era Everest. Pero, ¿qué tenía que ver el famoso monte con la beatlemania? Lo cierto es que el nombre hacia referencia a la marca de cigarrillos que fumaba uno de los ingenieros de grabación del disco, Geoff Emerick. Lo que se había convertido en una broma interna parecía tomar consistencia hasta el punto de que todos los integrantes del grupo estaban de acuerdo con tomarse la fotografía de portada en el mismísimo Everest. No obstante, a la hora de la verdad, ninguno de ellos quiso viajar a Nepal. Cuenta la leyenda que fue entonces cuando les preguntaron dónde se harían finalmente la foto, a lo que McCartney respondió: “en la calle de enfrente”.

Diez minutos

Diez minutos fueron los necesarios para hacer la que está considerada como una de las fotografías más emblemáticas de la historia. El 8 de agosto de 1969 a las 11:30 de la mañana, el fotógrafo Ian Macmillan se dispuso a tomar la instantánea enfrente de los estudios de EMI en Abbey Road. La Policía accedió a parar el tráfico para que los artistas fueran retratados. Eso sí, la única condición es que debían de hacerlo en diez minutos o menos. En ese tiempo, McMillan se subió a una escalera plegable y pidió a los cantantes que cruzaran el paso de cebra. Tomó seis fotografías. La quinta fue la elegida.

¿Por qué iba descalzo McCartney?

Es muy probable que se haya fijado que Paul McCartney aparece descalzo en la carátula del disco. A simple vista, uno puede no fijarse. Sin embargo, conforme la mira ve que algo chirría. Efectivamente, no lleva zapato alguno. Pero, ¿a qué se debe esta extravagancia? ¿Tiene razón de ser? El propio protagonista resolvió el enigma años más tarde: “Era un día en que hacía mucho calor y resultó que yo justo estaba usando sandalias, como lo estoy haciendo hoy día. Entonces simplemente me las saqué”. Como bien cuenta, compareció a la sesión con un calzado de lo más fresco y más adecuado a la época del año (recordemos que era verano y que les hicieron posar en manga larga). Como desentonaba, le obligaron a quitárselas. Está claro que prefirieron el toque excéntrico que desentonar.

El escarabajo blanco

Un escarabajo blanco estacionado en esa misma calle apareció en la sesión de fotos. De entrada, no parece que haya nada extraño aquí. Sin embargo, por el momento corrían varias teorías conspiranoicas que aseguraban que Paul había fallecido y que quien lo sustituía era un actor. Por ello, aseguraban, que aparecía descalzo en la foto como símbolo de su muerte. Pero,¿qué tiene que ver el vehículo en todo esto? Algunos seguidores se convencieron de que la matrícula escondía un mensaje. Las tres letras iniciales eran las siglas de Linda McCartney Widow (Linda McCartney viuda). 281F se tenía que entender como 28 if... (28 si...), e indicaba los años que el beatle tendría si (if) no hubiera muerto.

El dueño del coche desmintió todas las teorías. No obstante, no pudo evitar que le robaran la matrícula en numerosas ocasiones. Cansado de formar parte de este embrollo sin habérselo propuesto, acabó malvendiendo el escarabajo por 2.530 libras en una subasta. En 2001 figuraba en un museo alemán.

¿Pero no era zurdo?

No es ningún secreto que Paul McCartney es zurdo. Por ello, siguiendo con la dichosa teoría que tenía convencidos a algunos de sus fans de que el cantante estaba muerto, eran muchos los que se preguntaban por qué el artista aguantaba el cigarrillo con su mano menos hábil en la portada. Una vez más, esta singularidad despertó la polémica, alegando de que en realidad se trataba de un actor. Pero lo cierto es que la cuestión era puramente estética. Y es que, si lo hubiera aguantado con su mano izquierda, no se hubiera visto en la fotografía.

Paul McCartney es zurdo pero sostiene el cigarrillo con la mano derecha

Iain Macmillan

El turista accidental

No tenía que haber aparecido, pero nadie se percató de su presencia hasta que la portada ya estaba en el mercado. Si se fijan, en la acera de la derecha, un hombre mira curioso la escena. Es Paul Cole, un turista estadounidense que esperaba a su mujer dando una vuelta. Cole, que falleció en 2008, explicó se percató de que aparecía en el disco de sus ídolos cuando fue a comprarlo.

Hubo en el momento en el que todo el mundo se preguntaba quién era aquel hombre, y él mismo decidió explicarlo a la prensa: Ya he visto suficientes museos por hoy. Yo me quedo por aquí para ver lo que se cuece por la calle”, le dijo a su mujer. Mientras hablaba con un policía sobre los pormenores de la ciudad, vio “a esos tipos cruzar la calle en fila como unos patos. Pensé que eran una panda de chiflados, porque tenían un aspecto bastante radical. Uno no podía ir así, descalzo por Londres”.

John Lennon, acusado de copiar a Chuck Berry

El tema Come Together acabó llevando a Lennon a los tribunales. El artista fue demandado porque la línea inicial del tema supuestamente era muy parecida a una del tema de Chuck Berry You can not catch me. Así lo alegaba la discográfica Big Seven Music Corp., que era propiedad de Morris Levy. El asunto se resolvió con un acuerdo extrajudicial en el que se pedía a Lennon grabar otras tres canciones a cambio de que fueran propiedad de Levy. Los temas fueron a parar, como covers, en el disco Rock’ n ‘Roll (1975) de Lennon como solista.