Javier Marías rechaza el Premio Nacional de Narrativa porque aceptarlo "habría sido una sinvergonzonería"
El escritor, que ya había expresado en otras ocasiones que no aceptaría premios del Estado, busca desvincularse de cualquier partido político o poder
Javier Marías ha afirmado que ha rechazado el Premio Nacional de Narrativa porque aceptarlo "habría sido una sinvergonzonería". El escritor ha explicado que su decisión es una cuestión de fidelidad a la postura que ha mantenido durante tantos años sobre los galardones estatales.
"Creo que el Estado no debe darme nada por efectuar mi tarea de escritor", ha señalado Marías, quien ya había expresado en numerosas ocasiones que no aceptaría ningún premio del Estado e instituciones. Además el novelista ha explicado que "no quería asimilarse a autores que siempre se han mostrado alejados del poder y, cuando se les ha dado un premio nacional, lo han aceptado."
"La gente puede cambiar de opinión, pero me parecería inconsecuente y una cierta sinvergonzonería", ha añadido.
Además, el madrileño ha explicado que incluso la persona del Ministerio que le llamó para comunicárselo le comentó que "algunos de los miembros del jurado habían mencionado la posibilidad de que no aceptara el galardón", porque conocían su postura.
Marías, quien ha admitido que la cultura sufre mucho en estos momentos con el PP en el Gobierno, ha querido desvincular su rechazo del color político de quién gobierna. El escritor ha insistido en que su decisión ha sido meditada durante largo tiempo y que con ella pretende que no se le pueda tildar de favorecido.
Durante su comparecencia en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, ha criticado muy duramente al Gobierno de Mariano Rajoy respecto a la cultura. Ha llegado a comparar los recortes actuales en esta materia con el franquismo.
El escritor ya declaró en una entrevista a Jot Down que "los que vivimos parte de la dictadura teníamos la esperanza de que cuando acabara sería distinto. Y parecía que lo iba a ser, pero ahora uno tiene la sensación de que no". "Durante el franquismo un alcalde, un ministro o la policía podían cometer una arbitrariedad y no había nada que hacer, había que aguantarse. Ahora es un poco lo mismo", insistía el escritor.
El autor también ha manifestado que, en parte, esta decisión viene motivada porque su padre, Julián Marías, nunca fue galardonado con un Premio Nacional: "Si mi padre no había merecido un Premio Nacional, yo tampoco", ha indicado.
A pesar de rechazar el galardón, Marías ha agradecido la gentileza de los miembros del jurado y confía en que su postura "no se tome ni como un feo o un agravio o como un desagradecimiento".
El año pasado los integrantes de la Real Academia Española quisieron votarlo para que fuese uno de los aspirantes al Premio Cervantes, pero Marías pidió que lo omitieran de las votaciones.
En Los enamoramientos , Marías se cuela en la piel de María Dolz para reflexionar sobre la dificultad de castigar a la persona a la que amas y tratar el enamoramiento, un estado considerado por todo el mundo "positivo y deseable", por el que se pueden llegar a hacer "cosas terroríficas".
El Premio Nacional de Narrativa, dotado con 20.000 euros, lo otorga el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a la mejor obra de narrativa -en lengua castellana o en cualquiera de las otras lenguas cooficiales- publicada en España en 2011.
El jurado que había seleccionado la obra de Javier Marías estaba formado, entre otros, por Clara Sánchez, Soledad Gallego-Díaz Fajardo, Fernando Rodríguez Lafuente, Javier Cercas y Marcos Giralt Torrente, ganador de la pasada edición del galardón por su libro Tiempo de vida.