La luminosa estrella de Karen Blixen

CULTURA/S: UNA DECORACIÓN

Una marca danesa lanza una línea de objetos navideños con el nombre de la escritora

Especial Cultura|s de Navidad

Uno de los colgantes navideños de la colección que lleva el nombre de Karen Blixen

Uno de los colgantes navideños de la colección que lleva el nombre de Karen Blixen

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La relación de la literatura con la Navidad acostumbra a ser problemática, seguramente por el talente solitario del oficio, que convierte a los escritores en seres que a menudo se relacionan mejor con sus personajes imaginados que con la gente de carne y hueso que los rodea. El gran referente literario, el Mr. Scrooge del Cuento de Navidad de Dickens, es un tipo egoísta y mezquino, pero sobre todo es alguien que está muy solo.

La autora de Memorias de África o El festín de Babette , Karen Blixen, también fue una persona solitaria a su manera. Cuando lees su correspondencia tienes la impresión de que, incluso cuando estaba rodeada de gente desplegando su magnetismo de cuentacuentos, estaba sola.

De joven dejó una vida acomodada en Dinamarca para perseguir lo imposible: levantar una granja de café en África, junto a las montañas de Ngong. Allí conoció la decepción de su matrimonio y su marido le contagió la sífilis; también el amor de un refinado guía de safaris al que sedujo contándole historias en las largas noches del invierno y la fascinación por esa África donde sus empleados kikuyus cuando la escuchaban recitar poesía en danés, aunque no la entendían, le pedían que siguiese hablando como lluvia. También vivió allí el desmoronamiento de todos sus sueños, el cabizbajo retorno diecisiete años después

a una Dinamarca gélida y su repliegue en la casa familiar de Rungstedlund, al norte de Copenhague. 

Empezó a escribir unos relatos góticos maravillosos con el pseudónimo de Isak Dinesen y cuando le dieron el premio Nobel a Ernest Hemingway en 1953 declaró que quien en verdad lo merecía era Karen Blixen. Ella nunca regresó a África, decía que nunca podemos volver a donde fuimos felices. Se convirtió en una escritora admirada por los jóvenes autores, con cierto gusto por la extravagancia: llevaba una dieta a base de uvas, ostras y champán, y llegó a quedarse en 36 kilos. El esnobismo era parte de su rebeldía.

Me pregunto qué habría pensado de la iniciativa de la marca danesa de objetos decorativos Rosendahl de adjudicar a una línea navideña el nombre de Karen Blixen’s Christmas Collection (Colección de Navidad de Karen Blixen). Un conjunto de colgantes para los árboles o adornos para las mesas creados por la diseñadora Ole Kortzau. Al parecer, le gustaba tener un abeto en el centro del salón durante la Navidad y, según un sobrino de buenísima memoria, bolas de plata y estrellas de papel blanco eran los adornos preferidos de Blixen. En la página de Rosendahl donde venden estas piezas decorativas explican sobre Kortzau que “Karen Blixen era una maestra en el arte de la narrativa y era capaz de evocar diferentes escenas como nadie más. Y ella también cuenta una historia y crea una escena con sus adornos navideños, pero sin palabras”.

Cada año varían los diseños y participan en el equipo de Kortzau creadores invitados, como Zarah Voigt, que explicaba a la revista de decoración Houzz que “es un gran honor diseñar algo que esté asociado con Karen Blixen. ¡Soy una fan! Amo sus libros, llamé a mi hijo Isak por su seudónimo: Isak Dinesen”. Hay una curiosa conexión entre ellas: su padre, el modisto Jean Voigt, diseñó ropa para Blixen, como el vestido negro que llevaba cuando conoció a Marilyn Monroe en Nueva York.

Cuando visitas su agradable casa museo de Rungstedlund, te asomas al porche donde ella se sentaba para ver atardecer

en dirección a África. Está enterrada en el parque privado detrás de la casa, en el suelo, con una lápida sin adornos donde solo está su nombre: Karen Blixen. Sin fechas, epitafios ni alabanzas. La única decoración en otoño son las hojas amarillas que caen de una vieja haya. No tengo tan claro que a esta escritora rebelde le hubiera gustado convertirse en una marca de estrellitas navideñas.

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