Hermano Árbol y otras tendencias de navidad

“Hemos exprimido como un limón una riqueza de vida única en el universo, una vida terrestre maravillosa que los árboles en buena medida han protagonizado”. Son las palabras de Peter Wohlleben, el forestal más célebre del mundo, autor de La vida secreta de los árboles (Obelisco), un fenómeno internacional con más de siete millones de lectores en todo el mundo que ahora puede seducir también a los más jóvenes con la adaptación a novela gráfica que Lunwerg y Cossetània acaban de sacar en sendas ediciones en castellano y catalán. Fred Bernard y Benjamin Flao condensan en estas magníficas páginas a todo color un sorprendente viaje al corazón de los bosques para conocerlos desde una perspectiva diferente, con una narrativa que roza lo humanizadora.

Un libro que vuelve a poner sobre la mesa la gran diversidad de propuestas de corte ecologista y naturalista –que por otra parte nunca han cesado– pero que invitan a ser más conscientes que nunca de lo que nos jugamos, y más después de las catástrofes climáticas vividas.

⁄ Los árboles, al igual que los humanos, hablan entre sí, se cuidan, comparten alimentos y crean un hogar junto. Incluso tienen su temperamento

En la misma línea de Wohlleben se pronuncia el libro desplegable Un bosque es una familia ( Phaidon ), de Peggy Thomas y la ilustradora Cookie Moon; una propuesta pensada para proporcionar a los niños (5-6 años) algunas nociones de cómo los árboles, al igual que los humanos, hablan entre sí, se cuidan, comparten alimentos y crean un hogar juntos. El libro se despliega como un acordeón y reserva uno de sus lados a enumerar algunos bosques singulares del mundo.

Para un poco más mayores (10-11) y en la misma línea van Los secretos de los árboles ( Picarona ) de Massimo Doménico e ilustrado por Ester Castelnuovo y Valentina Figus. Árboles y su magia ( Vegueta Ediciones ) de Emmanuelle Kecir-Lepetit y Léa Maupetit (ilustraciones) añade un punto más al clasificarlos por algo tan humano como el temperamento: “Los hay solitarios y otros que son gregarios, los hay que son prudentes y otros más intrépidos”, nos cuentan, fijándose en todo tipo de árboles, desde los que encontramos en prados y bosques hasta los de las ciudades.

Nuestra vida en los árboles (Pastel de Luna ) de Javier Bermúdez y Mercè López nos da la particular visión del bosque a través de una familia de gibones y sus historias, que evocan a los cuentos de la tradición oral, y que nos llevan directos a árboles míticos como Matusalen o Hyperion.

Quien también lo anota todo sobre los árboles es Karina, la protagonista de Diario del bosque ( Gato Sueco ) de Johanna Venho y Sanna Pelliccioni. Karina tiene una libreta verde donde dibuja y escribe “cosas que se me ocurren en el bosque” que se encuentra en el lindar de su casa. Pero un día su familia recibe la notificación de algo llamado “recalificación” y Karina decide iniciar una protesta ante la tala de árboles recordando con escritos lo importantes que son. Y escribe cosas tan hermosas como esta. “De pequeña me senté en un árbol y crecí, porque desde lo alto se veía mucho más lejos”.

Otra forma de mostrar la riqueza y diversidad de los árboles es la que nos brinda el escritor y poeta asturiano Javier Sobrino en Plantar el mundo ( Akiara Books ). Ilustrado con las evocadoras acuarelas de Concha Pasamar, este poemario es una invitación a revertir la deforestación actual.

Otro best seller que se publica en formato novela gráfica es el que encumbró a la novelista norteamericana Jean Hegland, En el corazón del bosque, y que Errata Naturae tradujo para el público español hace unos años. Ahora, la misma editorial y de la mano de Lomig, nos brinda esta nueva versión, en gran formato y tapa dura, de Nell y Eva, dos jóvenes de 17 y 19 años en su paso a la edad adulta justo en el momento en el que la sociedad tecnológicamente dependiente, colapsa hasta el punto de desintegrarse. Las hermanas, que viven en la casa familiar enclavada en el bosque, al norte de California, vuelven la mirada al bosque de secuoyas en el que han crecido, pero al que nunca habían prestado la suficiente atención para entender que puede ser su camino hacia la supervivencia.

En clave de novela, y para lectores de 10-11 años, llega la historia real de un zorro ártico que viajó de Noruega a Canadá, recorriendo unos 3.000 kilómetros en 76 días, después de que el cambio climático destruyera su hogar. Lo cuenta la escritora inglesa Kiran Millwood, de quien ya leímos Julia y el tiburón , otra bella historia entorno a una especie en peligro de extinción. Ahora, con Leila y la zorra azul  (Bambú), la autora aborda la migración, tanto natural como humana, a través de Leila, una joven de origen sirio en pleno reencuentro con su madre científica.

También El canto de la orca ( Errata Naturae ) de Rosanne Parry, es un sentido alegato a la vida marina, concretamente la que discurre en el Mar de Salish, en el noroeste del Pacífico, donde una familia de orcas sobrevive con un hambre feroz por la falta de salmones. Escrita en primera persona, alternando las voces de Vega, una joven orca llamada a convertirse en la guía del clan, y Deneb, su hermano pequeño, nos adentra de forma muy creíble en el mundo de las orcas. La tragedia cruza buena parte de la novela –un terremoto y posterior tsunami asola parte de la costa–, y nos recuerda, de una forma muy conmovedora, que todo estamos conectados.

De grandes ballenas, o mejor dicho, de la ballena más famosa de la literatura, también habla con una voz muy singular el ilustrador madrileño Manuel Marsol, quien reinterpreta el clásico de Moby Dick , de Herman Melville, con Ahab y la Ballena Blanca ( Fulgencio Pimentel ). Una obra llena de guiños y de juegos, como gusta a su creador, que se reedita y revisa con motivo del décimo aniversario de su publicación. Precisamente el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid tiene hasta el 26 de enero una exposición del proceso creativo de este magnífico álbum.

Volvemos al bosque, y en esta ocasión lo hacemos de la mano de un superventas italiano, Mauro Corona, un peculiar escritor que vive en las montañas, en una cabaña en los Dolomitas, del que muchos consideran que responde bien al clásico perfil de buen salvaje reconvertido en intelectual. De él nos llega uno de sus primeros libros de cuentos para niños, Historia del bosque antiguo ( Duomo ), un compendio de historias cortas protagonizadas por animales del bosque, que al amparo de un Dios paciente, ven cómo va corrigiendo pequeños errores de su creación y alguna que otra injusticia. Por ejemplo, cómo la lagartija consiguió su cola frágil y quebradiza o los burros sus largas orejas. Y ninguna tiene desperdicio.

En el bosque también se desarrolla está inquietante historia que ilustra la barcelonesa Júlia Sardà. Leina y el Señor del Bosque ( Pípala ), de Myriam Dahman y Nicolas Digard, cuenta la historia de una joven barquera, Leina, encargada de llevar y traer al bosque a los habitantes de un pueblo a través del río. Pero hay algunos que jamás vuelven y Oren es uno de ellos. Preocupada por alguien que podría ser importante para ella, Leina se embarca en su búsqueda y descubre que el si el bosque está encantado, es porque los hombres se lo han buscado.

De corte más biográfico es el Explorador de lo inalcanzable ( Zahorí Book ), un libro que juega con el formato y en el que Rocío Martínez recoge las gestas del geógrafo, naturalista y explorador alemán Alexander von Humboldt, quien dedicó toda su vida a la observación y el estudio de la naturaleza y a divulgar su grandeza y fragilidad. Detallados mapas que se despliegan y un ficticio diario que da voz al explorador a lo largo de su vida, son algunos de los interesantes detalles de esta propuesta que nos descubre a uno de los grandes geógrafos el mundo y uno de los primeros en alertar sobre el impacto del hombre en la naturaleza y el desarrollo en el cambio climático.

Otro que juega con el formato es Yuval Zommer, de quien ya conocemos sus grandes libros sobre temáticas como el mar, las aves o las flores. Ahora se embarca junto a Charlotte Guillain en una especie de viaje al centro de la Tierra con La tierra bajo mis pies / La terra sota els meus peus ( Juventud ) un libro acordeón de doble cara de 2,5 metros con el que ya nunca más veremos de la misma manera el suelo que pisamos. Los detalles son impresionantes (7-9 años).

Para acabar, un libro que nos ha emocionado profundamente por la belleza y lo humano de la historia, aunque toda ella está protagonizada por animales. Se trata de Memorias del bosque / Memòries del bosc (Flamboyant), de Mickaël Brun-Arnaud (10-12). Si el romance vuelve a estar de moda, esta es sin duda la historia de amor más bonita que hemos leído en meses, envuelta entre paisajes y olores que sólo puede dejarnos el bosque.