Quizás porque la lectura de este libro de Juan Antonio Giner (Barcelona, 1947), La edad de oro del periodismo (Libros de Vanguardia, 2024), me pilló de viaje en Florencia, no pude evitar vincularlo mentalmente con aquel mítico de Giorgio Vasari, Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos (1550). Él también era artista, pero a su arte le sumaba la conciencia de la importancia de esta faceta de nuestra cultura y, por tanto, de nuestras vidas. No elevaré el periodismo a la categoría de arte, pero ¿quién duda de su trascendencia y peso en nuestras sociedades contemporáneas y en su salud democrática? Aquí, pues, un libro vitamínico de un periodista que reconoce el papel de algunas figuras que, con su buen oficio y liderazgo emprendedor, han reivindicado la profesión.
Puede subir la moral de la tropa periodística, sin duda, en tiempos de dudas existenciales y decaimiento general. Porque reconocer el papel de quienes sobresalen en la profesión, impulsándola, es también una manera de reivindicar la función social de un periodismo especialmente necesario en tiempos de intoxicación, de fake news y de superficialidad en la relación de la ciudadanía con la mayoría de aquello que nos rodea. Un contexto, este, donde han crecido y cuajado los discursos populistas e intransigentes que campan a sus anchas no solo en gobiernos, cámaras legislativas y redes sociales, sino que también en los medios rompen con su rol primigenio.
⁄ Un libro vitamínico que puede subir la moral de la tropa periodística en tiempos de dudas existenciales
Y si no lo consiguen lo suficiente en los medios tradicionales, han construido también lo que en terminología de Pedro Sánchez son pseudomedios que asumen la carcasa del periodismo, pero no su alma. Y es precisamente esa esencia lo que singulariza esta tan importante profesión que, no nos engañemos, la construyen sus manufactureros, a pie de artículo y a pie de dirección. En estos diferentes hábitats destacaron por su profesionalidad los protagonistas de esta obra de Juan Antonio Giner.
En sus páginas te encuentras de Horacio Sáenz Guerrero a Walter Lippmann. De Kay Graham a Hubert Beuve-Méry. De Rupert Murdoch a Bob Woodward. De Abe Rosenthal a Serge July. Directores (en el centro), editores, periodistas, reporteros. A todos ellos reconoce Giner su contribución (con luces y sombras) a uno de los oficios más antiguos del mundo.
Un libro generoso, el suyo, porque uno de los lastres de imagen que manchan la profesión periodística apunta a la teórica competición de egos en que se ha convertido. Por eso Giner, con esta obra, hace un ejercicio de reconocimiento generoso y necesario, porque a través del recuerdo de figuras relevantes del oficio, reivindica su profesión.
La edad de oro del periodismo, pues, es un saludable, atractivo y ameno reconocimiento a momentos y a figuras que han elevado el listón.
Un libro que nos invita a recorrer mundo, de la mano de un hombre viajado. No en vano, ha participado en un centenar de proyectos de consultoría en medios de los cinco continentes. Y a partir de ahí, retrata la evolución de la profesión, sin nostalgia, porque advierte que nunca como hoy tuvimos mejores periodistas, editores, gerentes, medios y plataformas tecnológicas. Pero ¿cómo y gracias a quiénes hemos llegado hasta aquí? Esta compilación de textos nos invita a conocerlo, por tanto, a valorarlo, por tanto, también, se entiende, a mantener viva esa llama. Y es que, como dicen que dijo Diógenes y como lo practicaron los protagonistas de esta historia, el movimiento se demuestra andando.
Juan Antonio Giner
La edad de oro del periodismo
Libros de Vanguardia. 256 páginas. 21 euros