Loading...

El romanticismo pop de los Bridgerton

Cultura/s

Durante la regencia (1811-1820) floreció una novela popular de la que se nutre la serie de Netflix 

Los Bridgerton reúnen todo lo que hay que tener, romance, diversidad y mucho sexo 

Netflix 

Londres fue una fiesta... para la familia Bridgerton. El periodo de la historia del Reino Unido conocido como la regencia apenas duró una década, pero sigue muy vivo en series, libros y una moda imitada hasta decir basta. La demencia del rey Jorge III provocó que desde 1811 hasta 1820 su hijo Jorge, más tarde Jorge IV, gobernara por poderes un país que vivió una especie de felices veinte, fiestas, bailes, cotilleos, amores, muchos amores y desenfrenos... entre las clases altas, y el resto como testigos.

Ese resto participó también de la fiesta por delegación, algo a lo que no fue ajena la novela romántica, en su doble sentido. En la década prodigiosa de la regencia publicaron Lord Byron Las peregrinaciones de Childe Harold y sir Walter Scott Ivanhoe, mientras Mary Shelley daba vida a Frankestein, pero lejos de los camposantos y las noches tormentosas Jane Austen, una escritora poco romántica en realidad, pintaba unos cielos en los que las nubes siempre dejaban paso a un cielo despejado y las protagonistas se casaban con sus (ex)altivos enamorados; sí, Jane Austen se burlaba de las novelas sentimentales de la época, pero las suyas acababan también en el altar.

La década prodigiosa

Durante la regencia la sociedad de 'bon ton' vivió una fiesta continua: bailes, presentaciones, visitas, cenas... y amoríos

Jane Austen ha sido el espejo en el que se han mirado numerosas autoras (y autores) de novela romántica, pero también en la regencia, una fuente de inspiración tan importante que incluso ha devenido en un subgrupo dentro de esta narrativa, con los Bridgerton a la cabeza. La serie, que en pocas semanas vieron más de 63 millones de personas convirtiéndose en el mayor éxito de la historia de Netflix, se basa en los ocho libros de la norteamericana Julia Quinn, en los que asistimos a los entresijos sentimentales de una familia aristocrática de la regencia, pero en realidad solo son descendientes aventajados de este tipo de novelas que ya triunfó durante el siglo XIX.

Esta caricatura de James Gillary (1805) se burla del amor romántico que empezaba a ponerse de moda  

British Museum

Las denominadas silver fork novels o fashionable novels fueron los auténticos best sellers entre las décadas de 1820-1850 en Gran Bretaña. Los argumentos estaban cortados por un mismo patrón: una heroína de carácter independiente para la época que debe enfrentarse a unas estrictas normas sociales, una season de bailes, visitas para tomar té, cenas y paseos, confidencias y habladurías que complican la vida de la protagonista y un aristócrata libertino, pero que finalmente sucumbe ante nuestra heroína. Muy importante era el capítulo chismorreo, ya que en numerosas ocasiones los personajes de ficción reproducían las andanzas de personas reales, y las novelas incluían claves para poder reconocerlos. No, los cotilleos de los Bridgerton o Gossip Girl no han inventado nada.

Las 'Silver fork novels'

Fueron los best sellers entre 1820-1850, porque "estaban escritas por exclusivos y trataban sobre exclusivos, pero iban dirigidas a un público no exclusivo que deseaba parecerse a ellos"

Todos felices en unas novelas que respetan el orden social imperante, pero que también triunfaron por sus “diálogos chispeante, frases inteligentes y bien construidas, un trasfondo social brillante, aunque muy restrictivo, y una preocupación por las consecuencias de los propios actos, especialmente en sociedad”, tal como las describen las estudiosas Neal Wyatt, Kristin Ramsdell, Joyce Saricks, Lynne Welch y Georgine Olson en su ensayo Core collections in genre studies: Romance fiction.

A su popularidad contribuyó un último factor: ofrecían una ventana por la que la creciente clase media podía vislumbrar la vida glamurosa de los miembros de la aristocracia. De hecho, en la década de 1820 se promocionaba abiertamente la silver fork novel como una “fuente de información privilegiada” sobre la sociedad de bon ton y los dandis, un auténtico fenómeno social que iniciado durante el romanticismo tendría en obras como Las aventuras de un caballero o Un hombre de refinamiento una deriva para las clases menos favorecidas que deseaban mirarse en ellos. La fórmula de su éxito fue, en palabras de Henry Colburn, editor de prácticamente todas ellas, que se trata de “novelas sobre los exclusivos escritas por exclusivos o personas que los conocían bien dirigidas a un público no exclusivo pero que deseaba desesperadamente parecerse a ellos”.

Otra caricatura, de Isaac Robert Cruikshank, 1818, sobre los nuevos usos amorosos

 British Museum

La década de la regencia era vista ya como una época en que todo era mucho más hermoso y divertido, una especie de paraíso perdido en un momento de cambio que llevaría a la sobriedad victoriana; en un momento de Cecil (1841), la emblemática novela silver fork de Catherine Gore, el protagonista afirma que en los círculos de la regencia “la gente en general era más agradable, el conocimiento no pretendía ser útil. La sociedad, ahora tan azul, era couleur de rose”. Tal vez la añoranza de unos tiempos couleur de rose en plena crisis de ansiedad pandémica pueda explicar en parte el éxito de los Bridgerton.

Los cotilleos

En ocasiones los personajes de ficción reproducían las andanzas de personas reales, y las novelas incluían claves para reconocerlas, 'Gossip girl' no ha inventado nada

La regencia como escenario romántico reapareció, por así decirlo, con las narraciones de Georgette Heyer, quien a partir de 1935 escribió varias docenas de títulos ambientados en los días de Jane Austen, bien documentados y que abrían la novela histórica a un público eminentemente femenino, escribe la socióloga Diana Wallace en Women writers and historical novels in the thirties. Su éxito dio lugar al subgénero de novela tradicional de la regencia, clara y confesamente rosa, corta, con insinuaciones de tipo sexual y una época de gloria entre 1970 y 1980. En las últimas décadas esta literatura se ha vuelto a bifurcar, ahora en la novela ambientada en la regencia, como son los Bridgerton; a los elementos tradicionales se les han añadido unos toques de sexo (bastantes), de crítica social (bastantes menos) y de aventura.

'Sanditon', la serie basada en la inacabada novela de Jane Austen,contiene más sorpresas de las esperadas 

Filmin

La última vuelta de tuerca, justo cuando también este tipo de novelas andaba de capa caída, han sido las adaptaciones televisivas, con los Bridgerton a la cabeza: mucho sexo, pero sobre todo, mucha diversidad, con un duque, una reina y personajes eminentes todos de color y un discurso integrador para adaptarlo a las exigencias actuales. ¿Cuál será la nueva mutación de estas novelas?

Pero si quieren sorprenderse de verdad, vean otra serie, Sanditon (Filmin), basada en la novela inconclusa de Jane Austen. El argumento es el de siempre, los desvelos sentimentales de unas jóvenes de clase media alta, poseedoras de una personalidad marcada en una sociedad cerrada; pero aquí una de las protagonistas, poseedora de una fortuna de 100.000 libras (de entonces), es una joven mulata. Y es así realmente en la novela de Austen. Qué hubiera escrito de ella si no hubiera fallecido cuando la novela solo estaba esbozada quizás también nos hubiera sorprendido.