Chicho Ibáñez Serrador, el cineasta que sabía asustar al público
El Hitchcock español
Como director mostró su maestría en el control del ritmo y la administración del sobresalto en historias de terror
El conocido realizador muere a los 83 años
Chicho Ibáñez Serrador no obtuvo en su tiempo el debido reconocimiento público a su trabajo como cineasta, en el que mostró su maestría en el control del ritmo y la administración del sobresalto en historias de terror más o menos clásicas. Sus geniales trabajos en televisión taparon, y hasta cierto punto es comprensible, su faceta cinematográfica. Dos premios de Honor, el Feroz en el 2017 y el Goya en la pasada edición de este mismo año, compensaron tarde pero a tiempo –en vida- esa deuda con un creador por lo demás siempre amado y admirado por sus colegas en todos los frentes creativos.
El realizador uruguayo, español de adopción desde su llegada al país con 12 años de edad, demostró en tres películas su capacidad para asustar al público en la oscuridad de una sala de cine: primero, como guionista de Obras maestras del terror (1960), y después como director de La residencia (1969) y ¿Quién puede matar a un niño? (1976). Además, Chicho ejerció como actor en Todo el año es Navidad, de su compatriota Román Viñoly Barreto.
Cineastas españoles mucho más jóvenes como Álex de la Iglesia, Alejandro Amenábar, Juan Antonio Bayona o Jaume Balagueró se declararon deudores y seguidores de Ibáñez Serrador en su vertiente de maestro del cine de terror: palabras mayores, en forma de nombres y apellidos, que lo dicen todo sobre ese respeto algo tardío al gran director que fue.
La residencia trata sobre la desaparición de una de las huéspedes de una casa de acogida de señoritas. La directora del internado, señora Fourneur (Lili Palmer), cuenta con la asistencia de la cruel Irene (Mary Maude), su protegida, para controlar a las muchachas. Cuando Teresa (Cristina Galbó) llega a la residencia y al poco tiempo entabla una relación sentimental con el hijo de la regenta, Luis ((John Moulder-Brown), Irene la delata. Y ella escapa. Es la cuarta vez que una de las chicas se va sin dejar rastro. Y sus compañeras temen lo peor.
En ¿Quién puede matar a un niño?, basada en la novela El juego de los niños, de Juan José Plans, los protagonistas son Tom y Evelyn, una pareja de turistas ingleses que han venido a la costa española a pasar la luna de miel. Como el lugar donde llegan les parece demasiado bullicioso, deciden alquilar una barca para ir a la isla Almanzora, donde Tom había estado de pequeño. Al llegar se encuentran con que allí no vive ningún adulto; sólo hay niños. Los críos están abandonados, pero hace años que perdieron la inocencia. Son pequeños monstruos que se rebelan contra los mayores... Miedo dan. Y Chicho sabe transmitirlo.
Adiós maestro, dicen hoy sus discípulos.