Mario Casas: “Trabajé en una fábrica de latiguillos, los cables que conectan los inodoros”

Entrevista

El actor estrena el drama romántico 'El secreto del orfebre' basado en una novela del mismo título de Elia Barceló

Mario Casas tras la entrevista con 'La Vanguardia'

Mario Casas tras la entrevista con 'La Vanguardia'

Ana Jiménez

Se ha dejado bigote para interpretar a un militar en una comedia sobre la postguerra que se rueda en el hotel Palace de Madrid. Esta primavera estrenará un drama intimista dirigido por su amigo Gerard Oms. Y hoy llega a la gran pantalla El secreto del orfebre. Mario Casas, que no para, es el protagonista de este drama romántico basado en una novela de Elia Barceló y dirigido por Olga Osorio. El actor, que vive un momento dulce en lo profesional, aprovecha un viaje a Barcelona para charlar con La Vanguardia sobre El secreto del orfebre en particular y sobre su carrera en general.  

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Mario Casas en El secreto del orfebre

¿Dónde se rodó El secreto del orfebre?

Rodamos en un sitio precioso. En dos pueblos de La Rioja, Elciego y Laguardia. Están cerca de Logroño y son lugares con unos viñedos increíbles. La gente de los pueblos se unió al trabajo y a la película. La mayoría de los figurantes son de allí. Fue muy familiar y muy bonito. Me pude llevar a mis perritas porque allí las casas son pequeñas, pero tienen unos terrenos enormes y es todo campo. Cada día trabajaba por la mañana y después cogía a las perras y me iba a correr por los viñedos. Fue un gran plan.

¿Qué te llamó la atención de la historia del orfebre?

Me gustan mucho las historias románticas clásicas como Palmeras en la nieve. Pero ya no llegan guiones con historias de amor épicas. Así que cuando leí el guion de El secreto del Orfebre, me enamoré. Me encantó la idea de atravesar el tiempo, porque mi personaje no solo se reencontraba con el amor de su vida, también veía a su familia de joven. Además, me gustó encarnar a un hombre mayor que yo. Ahora voy a cumplir 39 y rodé esta película con 37 años. Pero Juan Pablo, el personaje, tiene 40 y pico años y eso era un reto para mí.

Entrevista a Mario Casas, actor

El actor Mario Casas

Ana Jiménez

Compartes personaje con Enzo Oliver que encarna a Juan Pablo de joven. ¿Habéis trabajado juntos para preparar el papel?

Sí. Enzo y yo ensayamos juntos, probábamos cosas y él empezó a imitarme en la compostura, en los andares. Yo soy un tipo bastante rígido, lo mismo que el personaje y Enzo tenía que venir más hacia mi energía porque era más fácil que él me imitara a mí que soy más conocido. Además, trabajamos con Gerard Oms, que es coach, y que está conmigo casi siempre. Yo lo llevo a los rodajes. A veces, los directores no lo permiten, pero a Olga Osorio le pareció bien. Oms nos ayudó a preparar el personaje. También las actrices, Michelle Jenner y Zoe Bonafonte ensayaron juntas el papel que comparten.   

¿Cuándo decidiste ser actor?

Fue de una manera inconsciente a los 10 años. Estábamos viviendo en Barcelona y mi madre tenía una amiga que se dedicaba a la publicidad. Me cogieron para un anuncio. Era de Scalextric. En el colegio, jugaba a interpretar, imitaba, recreaba a mis amigos, me aprendía los sketches de Cruz y raya y entretenía a mi familia.  

¿Qué pasó después?

Hice el bachillerato artístico, pero no era buen estudiante. No encontraba mi lugar, no había nada que me motivase, solo el dibujo, la fotografía y la interpretación, pero no había clases de teatro en esa época. Así que mi padre me mandó a trabajar a una empresa cerca de Olesa de Montserrat. Hacían latiguillos, los cables de acero inoxidable que conectan con los inodoros. Fue la manera de mi padre de decirme: “Si no quieres estudiar, esto es lo que toca”. Estuve allí varios meses.

¿Se apiadó tu padre con el tiempo?

Sí. Cuando cumplí 18 años mis padres me preguntaron que qué quería hacer. Contesté que deseaba ser actor y me dijeron “vamos a intentarlo”. Me fui a Madrid a estudiar, porque en esa época allí se movían más cosas. Busqué un trabajo de telefonista en una empresa que vendía productos de limpieza. Mis padres me ayudaban como podían. También empecé a hacer algo de publicidad.  

¿Cómo llegó el éxito?

Entré en una serie te TVE que duró un año y pico y a partir de ahí todo fue rodado. Hice mi primera película, El camino de los ingleses, con Antonio Banderas. Tenía 19 años y hasta hoy. Llevo 20 años ganándome la vida con este oficio. 

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Banderas se fue a Hollywood. ¿Te gustaría seguir su camino?

Me encantaría trabajar en otro idioma, poder hacer otras cosas, aprender con otros equipos, pero no solo en Estados Unidos, me gustaría currar en Londres, París o Italia. Pero lo de Hollywood ya no es como antes, ahora con las plataformas no hace falta mudarse para tener éxito internacional. 

¿Te llama el teatro?

Soy muy amigo de Banderas que tiene un teatro en Málaga y siempre me dice que debería actuar allí. Nunca he hecho teatro y me gustaría mucho, pero tengo que pensar en algo para los dos.

¿Cuál es tu sueño profesional?

Mi sueño es hacer una película, a lo mejor en inglés, con Banderas y Javier Bardem. Compartir cartel con ellos. Y también quiero seguir dirigiendo. Solo he rodado una película como director y todavía tengo mucho camino por recorrer. Aprendí mucho con Mi soledad tiene alas, esa primera película, y he seguido escribiendo. Me encanta escribir, se me dan bien los diálogos, me meto en los personajes y los saco fuera. Ahora mismo tengo un proyecto que intento levantar y estoy trabajando con Edu Sola (el guionista de Casa en flames). Pero sacar adelante una película, conseguir la financiación, es muy difícil.

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