Tres Xemeneies: el ahora o nunca del audiovisual catalán
Catalunya se mueve
La antigua térmica de Sant Adrià, que acogerá la Catalunya Media City, será un referente cultural del XXI
La bienal de arte Manifesta permitió que decenas de miles de barceloneses descubrieran el interior de la sala de turbinas
Un legado tangible de la bienal de arte Manifesta es haber abierto de par en par las Tres Xemeneies de Sant Adrià de Besòs a la ciudadanía. Durante los casi tres meses que duró este festival nómada, unas 90.000 personas se adentraron en la panza de esta ruina desarrollista.
La sorpresa por las dimensiones descomunales de la sala de turbinas dio paso al debate sobre su uso futuro, una conversación en la que participaron propios y extraños. No en vano, se acababa de descubrir que Barcelona atesoraba, en un lugar privilegiado de su litoral, una réplica mediterránea de la Battersea Power Station de Londres, la mole postindustrial que aparecía en la portada del Animals de Pink Floyd. ¿Cómo reutilizar aquello para el provecho de todos?
En realidad, este debate ya se había iniciado en algunos despachos metropolitanos unos años antes. De hecho, la Generalitat había asumido el liderazgo convirtiéndose en propietaria de la sala de turbinas, mientras empezaba a diseñarse un futuro público-privado de industria y vivienda en los alrededores, de la mano del Consorci del Besòs.
Presidència asume el liderazgo por el carácter multidisciplinar del proyecto
A grandes rasgos, del diálogo entre administraciones surgió la decisión de convertir la antigua central en la Catalunya Media City, un futuro complejo dedicado al audiovisual, el videojuego y la cultura digital que tiene como objetivo relanzar estas industrias en todo el territorio catalán, con el Parc Audiovisual de Terrassa como otro polo de atracción.
En un sector con fuerte competencia entre ciudades –Madrid, sin ir más lejos, ha sabido captar las grandes plataformas de contenidos– la Media City, por lo ambicioso de su planteamiento, supone un auténtico ahora o nunca en el ámbito de la producción audiovisual.
El proyecto tiene ya quien lo diseñe: el estudio Garcés-de Seta-Bonet, junto a otro despacho de Nueva York). Así como un presupuesto de unos 60 millones de euros. Pero también una novedad relevante en su planteamiento: impulsado inicialmente por la conselleria de Cultura, ahora lo liderará la de Presidència, por su carácter multidisciplinar. Este departamento calcula que el proyecto podrá presentarse a lo largo del mes de marzo.
El reto será aunar los intereses de la industria con el uso ciudadano, que puede darse tanto en el interior como en el exterior, siempre condicionado por la proximidad de nuevas promociones de vivienda.
Las Tres Xemeneies, durante la celebración de Manifesta 15
El proyecto de la sala de turbinas avanza a muy buen ritmo, admiten fuentes del sector, que urgen ahora a que se desarrolle la zona mixta de industria y actividad económica del entorno, para poder presentar lo antes posible un calendario a los potenciales inversores.
La idea es que las dos primeras plantas –y un edificio adyacente– acojan espacios destinados a experimentación, docencia, creación o exposición, mientras que la tercera, con más de 5.000 m2, debería quedar a disposición de manifestaciones metropolitanas de cultura vinculadas siempre a lo digital. Es la planta que aparece en la fotografía, tomada durante Manifesta por las lonas del artista Asad Raza. Experiencias de realidad expandida, festivales tecnológicos o montajes de artes escénicas con elementos digitales podrían tener cabida aquí.
También debe haber un espacio digno para la memoria colectiva de la central. Esta es una cuestión relevante para el éxito del proyecto. Como sostuvo el escritor de Sant Adrià Javier Pérez Andújar, “son las tres chimeneas a las que pertenezco, igual que una tribu india puede pertenecer a una montaña sagrada”.