La carrera de más de seis décadas de Marisa Paredes está repleta de actuaciones memorables tanto en el teatro como la televisión y el cine. Considerada una de las mejores de su generación, Paredes se erigió como un pilar del cine tanto español como internacional trabajando al lado de algunos de los directores más destacados, como Pedro Almodóvar, Agustí Villaronga, Fernando Trueba, Arturo Ripstein o Guillermo del Toro. A continuación una selección de cinco títulos en los que demostró un talento único.
Tacones lejanos (1991)
Almodóvar le ofreció uno de sus papeles más importantes en este drama donde daba vida a la diva Becky del Páramo, una famosa cantante de canciones de amor y desamor que regresa a España después de una estancia de quince años en México. Ha tenido una relación distante con su hija (Victoria Abril), que ha competido con ella en todo. Recordada fue su escena cantando Piensa en mí, de Luz Casal.
La flor de mi secreto (1995)
De nuevo como chica Almodóvar, Paredes encarnaba a Leo Macías, una escritora de novela rosa especializada en mujeres que escribe bajo el pseudónimo de Amanda Gris. Pero a la protagonista, enfrascada en una crisis matrimonial, en vez de novela rosa le sale negra. Sabe que su marido (Imanol Arias), un militar que se ha ido a Bosnia en misión de paz, ya no la quiere, aunque ella se aferra a cualquier esperanza, por absurda que sea. Por su personaje complejo y lleno de matices de una mujer rota y atrapada en sus propios conflictos, Paredes recibió una nominación al Goya a la mejor actriz.
Tras el cristal (1986)
La película más transgresora de la carrera de Marisa Paredes fue con Agustí Villaronga en este cuento de terror que mezclaba nazis exiliados, mansiones tenebrosas y pedofilia. En la piel de la mujer de un doctor que asesinó y torturó a niños en un campo de concentración inició una etapa en la que destacó en roles cada vez más intensos.
Profundo carmesí (1996)
A las órdenes del mexicano Arturo Ripstein, se involucró en este thriller dramático basado en hechos reales en la piel de Irene Gallardo, una mujer atrapada en las redes de dos amantes criminales interpretados por Regina Orozco y Daniel Giménez Cacho. La película ganó ocho premios Ariel.
La vida es bella (1997)
Pese a tener un pequeño papel en esta obra maestra de Roberto Benigni, comedia dramática sobre el Holocausto, el personaje de Paredes encarnaba a la madre de Dora y abuela del pequeño Joshué, y fue reconocido con una nominación en los Premios del Sindicato de Actores.